Investigación

Así trabaja la Brigada de Policía Científica de la Región: los arqueólogos del fuego

 Investigaron 19 incendios el año pasado: el más devastador, el de Atalayas 

"Si te apasiona y te gusta tu trabajo, el fuego siempre habla: te va a decir dónde ha estado, cómo se ha movido y dónde está el foco inicial"

Un agente, en un escenario devastado por el fuego.

Un agente, en un escenario devastado por el fuego. / CNP

Ana Lucas

Ana Lucas

La Brigada de Policía Científica en la Región es un equipo especializado compuesto por siete decenas de profesionales, entre inspectores jefes, inspectores, subinspectores, oficiales y agentes, que desarrollan una labor multidisciplinar clave a la hora de esclarecer desde crímenes hasta robos en casas, pasando por incendios. Esta última especialidad está lamentablemente de actualidad, a raíz del pavoroso suceso de Campanar, en Valencia, donde perdieron la vida una decena de personas.

Seis miembros de la Policía Nacional están especializados, en la Comunidad murciana, en ‘entender’ los rastros que deja el fuego. Se trata de un grupo que se moviliza a los escenarios, una vez que los efectivos de los Bomberos han terminado su trabajo, a efectuar inspecciones oculares, donde recaban pruebas y vestigios.  

Un perro inspecciona la ‘zona cero’ de las vías en Murcia.

Un perro inspecciona la ‘zona cero’ de las vías en Murcia. / La Opinión

La Científica de la Policía Nacional (con 70 miembros en toda la Región, 35 de ellos en Murcia) se ha hecho cargo, en lo que va de año 2024, de la investigación de un incendio, que tuvo lugar en una vivienda. El fatídico año pasado fueron 19: el peor de ellos, el que afectó a dos discotecas de la zona de ocio de Atalayas, donde perdieron la vida 13 personas. Al tratarse de un suceso tan devastador, profesionales de la Científica de Madrid se desplazaron a Murcia e hicieron un informe conjunto. En cuanto a 2022, se investigaron en la Comunidad 29 fuegos.

Fonda Milagros, en llamas, el domingo 1 de octubre.

Fonda Milagros, en llamas, el domingo 1 de octubre. / MIGUEL MARTÍNEZ.

Accidental o intencionado

Los especialistas policiales se movilizan a escenarios «en los que exista algo que podamos aportar», indica el inspector jefe Julio Recalde, jefe de sección de la Brigada Provincial, que pone como ejemplo «un contenedor, que no arde por sí mismo: su incendio puede ser accidental o intencionado». Sin embargo, si hay unos hechos claros (como que alguien ha causado un incendio sin querer, cocinando) no es preciso realizar pesquisa alguna.  

Acceder a un escenario calcinado es complejo. En el caso de Fonda, la Policía contrató una grúa, con elevador, para explorar el interior de la ‘zona cero’, donde había peligro de derrumbe. 

"Nunca se hace la inspección al momento: hay que esperar días, hasta que los bomberos consideren"

La inspección del lugar afectado por un incendio «nunca se hace al momento: hay que esperar días, hasta que los bomberos lo consideren», subraya Miguel Carvajal, quien desde febrero de 2022 es el inspector jefe al frente de la Brigada de Policía Científica de la Región. La colaboración entre ambos cuerpos (Bomberos y Policía Nacional) es total.

Escenarios alterados

No obstante, los investigadores policiales son conscientes de que los bomberos, en su labor de extinción, «nos alteran el escenario» irremediablemente, puntualiza Recalde. De ahí la importancia de que los policías accedan a los informes elaborados por los profesionales que luchan contra el fuego. El trabajo mano a mano, insisten, es «excelente»

Detalle del material que emplean los especialistas de la Policía Científica en Murcia.

Detalle del material que emplean los especialistas de la Policía Científica en Murcia. / ISRAEL SÁNCHEZ

A la pregunta de cómo se interpreta un escenario afectado por las llamas, Recalde dice que «con buenos ojos, experiencia y ganas», ya que «si te apasiona y te gusta tu trabajo, el fuego siempre habla: te va a decir dónde ha estado, cómo se ha movido y dónde está el foco inicial». A pie de escenario, «vas examinando con lupa», subraya, «con una pequeña paleta, con los dedos, como si fueras un arqueólogo, para saber qué ha sucedido»

Muerte por cigarro o brasero

En cuanto a si hay muchas imprudencias relacionadas con incendios en la Región, los mandos prefieren hablar de «errores de naturaleza humana» y recuerdan que un cigarr o un brasero pueden matar. «Los braseros eléctricos son muy peligrosos: nos dormimos, nos movemos, se quema la colcha» y llega el desastre. Hace tres lustros, una persona «fumaba muchísimo, le cayó una colilla, el cuerpo ardió y murió», recuerdan.

En verano, una mujer falleció en Yecla tras echarse alcohol en la piel, encenderse un cigarro y arder. «La gente no entiende que lo que arden son los vapores, que el alcohol se evapora constantemente: por eso no hay que encender un cigarro en una gasolinera, porque existen vapores», dicen.

Al frente de la Científica en la Región está el inspector jefe Miguel Carvajal, que, junto a Julio Recalde, jefe de sección de la Brigada Provincial, atiende a La Opinión en las instalaciones de la Jefatura Superior, en Ceballos. Ambos explican que los efectivos policiales especializados en incendios se centran «en averiguar la causa, para saber si se trata de un fuego provocado»

Carvajal (i) y Recalde, en dependencias de la Jefatura Superior de Policía este jueves.

Carvajal (i) y Recalde, en dependencias de la Jefatura Superior de Policía este jueves. / ISRAEL SÁNCHEZ

A fin de esclarecer tal extremo, «una de las pesquisas más relevantes es la búqueda de acelerantes, disolventes o gasolinas, elementos que no deberían estar en un escenario». Si no aparecen, «lo lógico es pensar que puede ser accidental». 

Es lo que concluyó el informe policial que pasó en Atalayas, que «es un accidente, en principio, aunque lo determinará la autoridad judicial en su instrucción: la jueza decidirá si hay responsabilidades», apuntan los responsables policiales. Cabe recordar que la Científica (la de Murcia y la de Madrid) concluyó que fue una máquina de chispas frías, usada durante una fiesta en Teatre, la que causó el fuego.

"Los vídeos ayudan mucho"

«Los vídeos grabados nos ayudan mucho», admite Carvajal, «aportan mucho, porque en ocasiones se ve el posible inicio del incendio». Pasó en Atalayas y pasó en el edificio de Campanar

A la pregunta de si en alguna ocasión han hallado una prueba dactilar en un escenario de incendio, los responsables de la Brigada rememoran que una vez, para pegar fuego a un garaje en El Palmar, «usaron una botella con gasolina, la dejaron debajo de un coche y fuimos capaces de sacar una huella»

Por regla general, «el foco de un incendio está donde mayor destrucción hay», de ahí la importancia de realizar «fotos aéreas, antes con helicóptero y ahora con drones». Hay «más daños ahí donde el fuego ha estado más tiempo», detallan. 

Los policías cuentan, en ocasiones, con la ayuda de perros especializados en detectar acelerantes: así fue en los episodios violentos en las vías, cuando se quemaron maquinarias tras las protestas del soterramiento

En cuanto a qué suceso les ha marcado en su carrera, Recalde rememora una vez que ardió una vivienda abandonada en la carretera de Alicante, en Murcia, que solía ser ocupada por personas que no tenían hogar. En el incendio murió un hombre. Los investigadores descubrieron que «había habido una pelea antes del incendio y, al llegar los bomberos, quienes habían salido no quisieron decir que quedaba gente dentro». Por eso llegó a producirse una víctima mortal. Lo sucedido no quedó impune: a los supervivientes «les condenaron por homicidio» explica.

El altar que recuerda a las víctimas de la tragedia de Campanar.

El altar que recuerda a las víctimas de la tragedia de Campanar. / FERNANDO BUSTAMANTE

Los seis especialistas en investigación de incendios que están destinados en la Comunidad murciana trabajan en Murcia, lo cual les obliga a desplazarse por toda la demarcación del cuerpo (Lorca, Yecla, Molina de Segura, Cartagena y Alcantarilla, los municipios donde hay Comisaría de Policía Nacional) . 

Cinco semanas dura la formación para convertirse en policía experto en fuegos. Hay dos fases: una teórica, que dura dos semanas, tras la cual hay que superar un examen. Si el candidato lo pasa, ha de pasar tres semanas más de forma presencial.

Dos agentes, en un vehículo de la Policía Científica.

Dos agentes, en un vehículo de la Policía Científica. / ISRAEL SÁNCHEZ