Los bomberos trabajaron en Atalayas con temperaturas superiores a los 500 grados

"Calle: Isla Cristina. Localización: Discoteca Teatre. Qué pasa: Incendio en interior de discoteca”. Así llegaba, minutos después de la mañana del 1 de octubre y desde el Centro de Coordinación de Emergencias, el primer aviso a los Bomberos de Murcia de lo que sería la tragedia de Atalayas, donde perdieron la vida trece personas. Rápidamente se movilizaron al lugar los primeros efectivos (trece bomberos del Parque del Infante), que pronto se dieron cuenta de que iban a hacer falta más manos. Cinco minutos después, salieron del mismo parque tres vehículos, con ocho profesionales más.

Como adelantó La Opinión, la Jefatura de Bomberos de Murcia ha hecho entrega ya de su informe referente al incendio de Atalayas que segaba la vida de trece personas que se encontraban en una de las discotecas siniestradas. En el acta, que ya se encuentra en poder de las partes, los efectivos desgranan las dificultades añadidas (candados incluidos) que tuvieron a la hora de acceder a las salas, especialmente a una: Teatre, aquella en la que, según las conclusiones de la Policía Científica, se originó el fuego que luego se extendería a la contigua Fonda. Los profesionales del Ayuntamiento de Murcia se jugaron la vida y, según consta en el informe, trabajaron con temperaturas superiores a los 500 grados centígrados.

"La carga de fuego es tal, que el incendio sigue desarrollándose en algunos puntos donde no se tiene acceso con el agua al interior del recinto"

Unos minutos minutos después de llegar,dos vigilantes de seguridad de Fonda ya dicen a los bomberos que echan en falta a tres personas, una empleada y una pareja, que deben estar en el interior de la sala, en la zona de los "baños de los palcos", en la primera planta. Se pregunta al personal de seguridad cómo se accede a esa zona, y ellos contestan que tienen que tienen que "encontrar la única escalera de acceso, que la misma está entrando a la discoteca dirigiéndose de frente, subirla, girar a izquierdas y transitar por un pasillo unos 8 metros, volver a girar a izquierdas otros 8 metros y volver a girar a izquierdas otros 8 metros, ahí es donde cree que están y es donde están los baños de los palcos".

Las llamas avanzaban y no se lo ponían nada fácil. "El calor hace impracticable seguir adelante, la cámara no da ninguna lectura al ser la temperatura de todo el humo en el que buceamos igual y muy elevada, superior a 500 grados", alertó uno de los profesionales que entró en la nave siniestrada. Antes ya se había desatado el caos. "Alguien ha tirado algo y la discoteca está ardiendo", detalló el suboficial jefe de guardia, minutos después del aviso.

Rescatan a una persona intoxicada

El acta de Jefatura, que va minutada, recoge el testimonio de los efectivos que aquella madrugada participaron en las labores de extinción del fuego y recuperación de los cuerpos. Uno de ellos rememora que, al entrar, "el humo ya está a ras de suelo, por lo que la dificultad es máxima. Se rescata a una persona que deambulaba desorientada e intoxicada por humo en la planta baja y se continúa avanzando hacia las escaleras, alcanzando las mismas y subiendo por ellas, pero justo al intentar hacer el giro a izquierdas para poder tomar el primer tramo de pasillo". "La carga de fuego con su radiación a nivel de techo es máxima, por lo que les impide avanzar".

"Si desde Teatre nos llegan a avisar del fuego, en Fonda no habría muerto nadie"

Otro bombero indicaba que "la carga de fuego es tal, que el incendio sigue desarrollándose en algunos puntos donde no se tiene acceso con el agua al interior del recinto, siendo esto debido a que parte de la cubierta de Fonda no ha colapsado. Por este motivo se lanza agua al interior de este local por los huecos que se van formando de forma progresiva en la cubierta, ya que se observa que en el interior hay un incendio generalizado de todo el plano superior del recinto. La estructura de cubierta continúa debilitándose y cediendo, con las chapas superiores de está, adquiriendo un color rojo vivo debido a la carga térmica cuando se deja de arrojar agua y se varía la posición del monitor para refrigerar y extinguir otras zona".

Siguen llegando bomberos, también del Parque de Espinardo. Cuando algunos de los profesionales intentaron entrar, por la parte trasera del local Teatre, se vieron obligados a forzar hasta dos puertas hasta llegar a una de las salidas de emergencias. Salida que estaba ubicada en un estrecho pasillo atestado de enseres. No terminaban las trabas allí: después había otra puerta que había que forzar, tanto que los profesionales tuvieron que usar una Halligan (herramienta que lleva una garra, una hoja y un pico, especialmente útil para la apertura rápida de diversos tipos de puertas) para abrirla. Al hacerlo, se encontraron una reja y candados. Cuando los reventaron, entraron a la sala Teatre.

"No se puede detener el fuego"

Se apunta en el informe que, sobre las ocho de la mañana, se pidió que se movilizase el helicóptero de la Comunidad, para apoyo aéreo a las labores de extinción. "Falta poco para que amanezca y resulta imposible detener la progresión del fuego por el interior de la nave. Llegado un punto en que la fachada del edificio comienza a resquebrajarse y salir humo por las grietas, se da la orden a todo el personal de salir y mantener una distancia de seguridad con la fachada del edificio", se lee en el acta.

Seis minutos después, se consigue controlar la propagación. Una hora y media después, se encontró el primer cadáver en Fonda. Desgraciadamente, había doce víctimas más.

La Comunidad asegura que el Ayuntamiento de Murcia pudo clausurar Teatre

La jueza cita a seis investigados

La titular del juzgado de Instrucción número 3 de Murcia ha acordado citar en calidad de investigadas a seis personas en las diligencias abiertas por la muerte de las trece personas, informaba este lunes el TSJ.

Entre los investigados citados, están los gerentes o administradores de la discoteca Teatre y el de Fonda; la encargada de Teatre la noche del incendio, Eva Martínez; el organizador de la fiesta We are remember y el dueño y controlador de la máquina de fuego frío o chispas que se usó en el local, la cual fue, según las conclusiones de la Policía, el origen del fuego. Por tanto, uno de los sujetos que tendrá que presentarse ante la instructora es Marco Martínez, el supuesto dueño de Teatre (aunque no legalmente), el mismo que, por estar en el Caribe, plantó a la Policía cuando lo llamaron a testificar, también en calidad de imputado.

El dueño de Fonda y el trabajador que llevó las bengalas a Teatre, investigados por el incendio mortal de Atalayas

La magistrada, en la misma providencia, también quiere oír en calidad de testigos a nueve personas presentes esa madrugada en las discotecas y que pudieron resultar perjudicadas por el humo o las llamas, por lo que, paralelamente, se les ofrece emprender acciones y se les cita para que sean reconocidas por el médico forense.

Asimismo, la instructora ordena que se realice un informe pericial, por un perito judicial especializado, de las máquinas de fuego frío que pudieron ser recuperadas tras el siniestro, para que previo examen y análisis de su documentación, determine cuál era su estado y las instrucciones de uso “en especial en orden a preservar la seguridad contra incendios”.

Mientras el juzgado practica las personaciones y ofrecimiento de acciones a los perjudicados y el resto de las diligencias de instrucción de la causa abierta, habiendo tramitado ya más de 1.500 escritos, concreta el TSJ.