Incendio en Murcia

Declaran los investigados por el incendio en Atalayas: el dueño de la máquina de fuego frío dice que la usó ya en cuatro fiestas antes

Afirma que nadie le contrató en Teatre: que fue de forma altruista y nadie le pagó 

“No tengo nada que ver con lo que ha pasado”, asegura el DJ de la fiesta al llegar al juzgado

El dueño de la máquina de frío, llegando al juzgado para declarar por el Caso Atalayas.

El dueño de la máquina de frío, llegando al juzgado para declarar por el Caso Atalayas. / Juan Carlos Caval

Ana Lucas

Ana Lucas

La titular del Juzgado de Instrucción Número 3 de Murcia comenzaba este martes a escuchar a las personas que están en el punto de mira tras el incendio en dos discotecas de la zona de ocio de Atalayas, en Murcia, que tuvo lugar el pasado 1 de octubre y donde trece personas perdieron la vida. 

Este martes era el turno de dos de los primeros investigados, para tratar de esclarecer su grado de responsabilidad: se trata del hombre que introdujo la caja de fuego frío en el interior del establecimiento Teatre, donde se originó el fuego, y el DJ que en aquel momento pinchaba en la sala (y supuesto organizador de la fiesta en el marco de la cual se produjo la tragedia).

Ambos en libertad, tenían que entrar por la puerta trasera de la Ciudad de la Justicia de Murcia, ya que la principal está cerrada porque hace meses cayó una placa y hay que hacer obras para arreglarlo del todo.

Alfonso G., dueño de la máquina de bengalas que causó la tragedia, manifestó a la jueza que ya había usado la caja de fuego frío en otras cuatro fiestas anteriormente sin que hubiese problema alguno. Contó que para otros eventos (en otros lugares, no en Teatre) le contrató una empresa, pero la madrugada de la desgracia no. En la celebración de Teatre, asegura este imputado, no le contrató nadie: fue algo altruista por su parte.

Apagó y salió a tomar algo

Asimismo, reiteró ante la instructora que compró la máquina en un conocido portal de Internet, AliExpress. Esto ya se lo había manifestado a la Policía Nacional. Y también volvió a decir que él a las cinco de la mañana (aproximadante una hora antes de empezar el incendio) no usó la máquina: que la apagó porque salió a tomar algo, aunque luego volvió a Teatre. Tras comparecer ante la instructora, Alfonso G. salió en libertad con cargos de la Ciudad de la Justicia, donde numerosos medios de comunicación lo aguardaban. Se introdujo en un establecimiento cercano y prefirió no hacer manifestaciones a los periodistas, aunque sí declaró ante la instructora.

El DJ y organizador de la fiesta, llegando al juzgado para declarar por el Caso Atalayas.

El DJ y organizador de la fiesta, llegando al juzgado para declarar por el Caso Atalayas. / Juan Carlos Caval

Minutos después, era el turno del otro imputado de la jornada. “No tengo nada que ver con lo que he pasado, no tengo absolutamente nada que ver con lo que ha pasado. Me siento tranquilo y un poco sorprendido”, manifestaba Carlos R., el DJ que pinchaba aquella noche en Teatre, a la llegada al juzgado junto a su abogado, Raúl Pardo-Geijo. A la pregunta de los periodistas de si él contrató al dueño de la máquina de fuego frío, el organizador de la fiesta 'We Are Remember' dijo que no podía responder.

Dos más el martes 30

Las declaraciones no han hecho más que empezar. El martes de la semana que viene comparecerán ante la jueza instructora el gerente de Teatre, Juan Inglés Rojo, y la hermana encargada del local, Eva Martínez, que es hermana de su dueño, Marcos Martínez, que está en el Caribe y aún no ha vuelto. Si sigue sin regresar a la Región, es probable que el Juzgado lo ponga en busca y captura. Fuentes policiales aseguran que se espera la llegada de este imputado en breve.

Manuel Maza es el abogado de Marco Martínez, para la Policía uno de los responsables de Teatre. No obstante, este letrado sentencia que su cliente no tiene vinculación alguna con la sala siniestrada: que en tiempos sí era suya, pero que hace un lustro que ya se deshizo de la sociedad. Martínez es un conocido empresario del ocio nocturno en la Región (en tiempos, con loclaes como ZM, El Palmero, Splash o Flamingo) que quiso expandir sus negocios al otro lado del charco: de hecho, está en el Caribe, en concreto en Isla Margarita, porque habría abierto otro club ahí.

La Policía sospecha que, si no sobre el papel, este empresario murciano sí continuaba teniendo relación con la discoteca Teatre, por lo que tendría también responsabilidad a la hora de esclarecer lo sucedido.