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68 víctimas con 57 menores a su cargo son acogidas este año en la Región

La Consejería de Política Social a dispone de cerca de un centenar de plazas de alojamiento inmediato para mujeres que sufren violencia de género

Una mujer, en una de las estancias de la casa de acogida que Beto tiene en el municipio de Murcia.

Una mujer, en una de las estancias de la casa de acogida que Beto tiene en el municipio de Murcia. / FRANCISCO PEÑARANDA

Ana Lucas

Ana Lucas

La Región de Murcia cuenta con 15 casas de acogida de corta y media estancia para ofrecer alojamiento y atención integral a las mujeres víctimas de violencia de género y a los menores a su cargo, indican fuentes de la Consejería de Política Social, que añaden que en estos últimos tres años, se ha aumentado en un 20 por ciento el número de plazas de acogida. 

En total, la Región de Murcia dispone de cerca de un centenar de plazas de alojamiento inmediato, concretan desde el departamento que dirige Conchita Ruiz Caballero.

«Entre esas casas de acogida, una de ellas está destinada a víctimas de violencia de género con problemas de salud mental ya que estas mujeres, dadas sus características, no pueden ser atendidas en las casas de acogida habituales», explican desde la Consejería.

La Consejería tiene previsto acondicionar una de las viviendas para víctimas que tengan movilidad reducida

En este sentido, dejan claro que «se trabaja en coordinación permanente con la Red de Salud Mental del Servicio Murciano de Salud (SMS), como herramienta imprescindible para su recuperación y reinserción social».

Próximamente, una de esas casas también se acondicionará para víctimas con movilidad reducida. En lo que llevamos de año, un total de 68 mujeres con 57 menores a cargo han sido acogidas en este recurso residencial. 

Las mujeres se abrazan, serenas, en la terraza de la casa de acogida Beto mientras atardece en la huerta murciana.

Las mujeres se abrazan, serenas, en la terraza de la casa de acogida Beto mientras atardece en la huerta murciana. / FRANCISCO PEÑARANDA

«Las mujeres víctimas de violencia de género acceden a este recurso derivadas por la red CAVI, Centro de Emergencia y entidades sociales que trabajan con ellas. Suelen ser mujeres que se ven en la necesidad de salir de sus hogares o que se encuentran en situación de exclusión social y vulnerabilidad», recuerdan desde la Consejería de Política Social.

«En estas casas de acogida, ellas y sus hijos, no sólo encuentran el alojamiento y manutención que necesitan, también apoyo, acompañamiento y seguimiento individualizado como, por ejemplo, atención psicológica y social, acompañamiento en el procedimiento legal, abordaje de su situación formativo y laboral, desarrollo de habilidades sociales y búsqueda de vivienda».

Autonomía para alejarse del maltratador

Dándoles herramientas para ser mujeres empoderadas y libres, «el propósito es que puedan iniciar un nuevo proyecto de vida, facilitar su autonomía y romper cualquier vínculo con su agresor», explican desde la Consejería de Política Social.

Antes de llegar a la casa de acogida, algunas mujeres dependían prácticamente para todo de los maltratadores. Eran ellos quienes, por ejemplo, llevaban el dinero a casa. Tras años viviendo desdibujadas, al llegar a la casa se pone a su servicio «un equipo multidisciplinar de profesionales como trabajadores sociales, psicólogos, técnicos educativos e incluso psiquiatras, para la atención a mujeres con problemas de salud mental», apuntan desde la Consejería. Con estas manos tendidas, las víctimas salen del pozo y logran vivir.