Semana Santa en Lorca

¡Abrid las puertas del puente viejo!

El barrio de San Cristóbal acoge esta noche el Encuentro del Paso Encarnado entre sus tres imágenes: el Cristo de la Sangre, el Señor de la Penitencia y la Virgen de la Soledad

María del Mar Piernas, Miguel  Ángel Clemente y Miguel  Cuadrado en el atrio de la iglesia  de San Cristóbal, sede  religiosa del Paso Encarnado.

María del Mar Piernas, Miguel Ángel Clemente y Miguel Cuadrado en el atrio de la iglesia de San Cristóbal, sede religiosa del Paso Encarnado. / T.M/P.W.

Tere Martínez

Sitúense. 9 de abril. Sábado de Pasión, 11.00 horas. La plaza de las hortalizas es un hervidero. La primavera atada en las flores de los barreños, la fruta expuesta en cestas de mimbre y los salazones colgando de los puestos. En la churrería de Lola, analistas de la procesión de la noche anterior, la del Viernes de Dolores. En el atrio de la iglesia se pide paso a un pequeño que monta en bici... ¡Espera, tenemos que meter las ramas de olivo para la misa de mañana! Un improvisado debate terminológico entre los más veteranos: «¿Cómo que costaleros o portapasos?, ¡‘llevaores’ de santos!».

En las mesas del bar Momo suena en algún teléfono la Saeta al Cristo de los Gitanos interpretada a corneta. La vida en el barrio de San Cristóbal es más vida y los minutos siguen durando sesenta segundos, puede que algo más. En esta estampa, Miguel Ángel Clemente, Miguel Cuadrado y María del Mar Piernas, responsables de los tronos del Cristo de la Sangre, el Señor de la Penitencia y la Virgen de la Soledad, relatan como serán los actos que habrán de venir para el Paso Encarnado.

El primero de esos actos es esta noche a partir de las 21 horas, un Encuentro en la Plaza de la Estrella entre las tres imágenes de la Archicofradía. «Es uno de los eventos más complejos para nosotros. En muy poco tiempo salen todos nuestros tronos y nuestras bandas, todos a la calle y además con una exigencia de coordinación muy alta para que la llegada de las imágenes sea simultánea. El Cristo de la Sangre parte desde la residencia de ancianos de San Diego a las nueve de la noche. Desde nuestra iglesia, San Cristóbal, el Señor de la Penitencia va a su encuentro por la calle Mayor para luego iniciar el camino de regreso hasta la Plaza de la Estrella y encontrarse con la Virgen de la Soledad, cuyo trono, a hombros de mujeres, también sale desde nuestra sede religiosa. La hora prevista del Encuentro será entre las diez y diez y media».

Con la Plaza de la Estrella como escenario, los tres tronos se encontrarán a partir de las diez de la noche

Al igual que para el resto de cofradías, en el Paso Encarnado también se vive ese renacer de los sentimientos tras la pausa procesionil de los dos últimos años. «A principios de año todo se veía un poco más difícil, pero según se acercaba la Semana Santa hemos notado entre los cofrades que parece que no hubiese pasado el tiempo porque hay muchísima ilusión. Costó ponerse en marcha porque había algo de miedo y prudencia, pero una vez que comenzamos con los ensayos todo se normalizó y fue como siempre», apuntan.

El segundo de los actos, en el que también se espera una presencia masiva, es la serenata a la Virgen de la Soledad, mañana a las doce de la noche. «Este año en el trono de la Virgen de la Soledad hay muchas mujeres que salen por primera vez, más de una veintena, están tremendamente animadas. A mí me gustaría resaltar el papel importante que tienen otras mujeres vinculadas al Paso, que no procesionan, pero que desarrollan una labor fundamental en los preparativos, en nuestra tienda y en las noches de hoy, mañana y pasado, ofreciendo chocolate y bizcocho a todos los rabaleros y a los lorquinos que cruzan el Puente Viejo. Mujeres que no ven la procesión ni acompañan a sus imágenes para seguir atendiendo en nuestra tienda. Se conforman con vernos pasar cuando vamos a incorporarnos a la procesión por la Carrera principal y desearnos lo mejor. Tienen mucho mérito y lo hacen por sus sentimientos hacia el Paso», afirma María del Mar Piernas.

Será en la madrugada del Jueves al Viernes Santo cuando el Barrio se convierta en escenario de la representación de los últimos momentos de vida de Jesús. La Procesión del Silencio es un cortejo religioso en el que participan también el resto de cofradías. «Nuestra procesión siempre es muy peculiar. El atrio de San Cristóbal se llena de gente para ver salir al Cristo de la Sangre en torno a las doce de la noche. Previamente, sobre las once y media, sale nuestro trono Guion con el cáliz y comienza a formarse procesión. A las doce menos veinte se incorpora el trono de la Virgen de la Soledad y diez minutos más tarde el Señor de la Penitencia. Hay muchísimas ganas de volver a ver las calles de este barrio llenas de gente, queremos volver a vivirla. De hecho, en los ensayos hemos notado una mayor presencia de seguidores. Ese ambiente de querer estar, de querer volver a sentir nuestra procesión, la va a hacer aún más emotiva».

El Viernes Santo, los encarnados cruzarán el Puente Viejo hacia la ciudad para participar en el último de los Desfiles Bíblico Pasionales. Hay dos momentos no oficiales, pero sí oficiosos que destacan por su simbolismo, el encuentro del Cristo de la Sangre con las vírgenes de la Amargura (Paso Blanco) y la de los Dolores (Paso Azul) antes de incorporarse a procesión. «Son momentos muy especiales, de mucha emoción tanto para nosotros como para blancos y azules. Hay otro momento precioso que mucha gente no conoce, la bajada del Cristo de la Sangre y la Virgen de la Soledad por la cuesta del puente cuando venimos de regreso hacia nuestro barrio después de haber participado en la procesión del Viernes Santo».

Es Martes Santo en Lorca y esta noche la penumbra de las calles se tornará encarnada. 

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