Opinión | Tribuna Libre

Rubén Martínez Alpañez

Nos están engañando

La política se ha convertido en un negocio más. Los partidos políticos tradicionales no solucionan los problemas que padecemos los ciudadanos; es más, hasta podríamos afirmar que los perpetúan

Foto de peces muertos en orillas del Mar Menor debido a la contaminación

Foto de peces muertos en orillas del Mar Menor debido a la contaminación / Iván Urquízar / LMU

Si escuchas la palabra ‘nitrato’, automáticamente te viene a la cabeza el Mar Menor.

Hace unos días hemos sabido que la UE ha sancionado al Reino de España por contaminación, y eso es preocupante. Hasta Los 40 principales se ha hecho eco del evento e incluso aportan un enlace al informe de Ecologistas en Acción, elaborado en el año 2023.

¿Habrá leído alguien ese informe? Lo que más me ha sorprendido es que el informe de Ecologistas en Acción recibe el título: «Contaminación por nitratos: Impacto en el agua de consumo humano». Resulta que, si escuchamos la palabra nitrato, nos viene a la cabeza el Mar Menor, pero si ojeamos simplemente el título del informe, deberíamos estar verdaderamente preocupados por el agua que nos bebemos, la que sale por el grifo. 

Algo falla en el relato. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) destaca que varias Comunidades Autónomas, entre ellas la Región de Murcia, no han controlado de forma adecuada este tipo de contaminación.

Señala el informe de Ecologistas en Acción que más de 170 municipios en todo el país están permitiendo que sus ciudadanos beban agua cargada de nitratos, por encima de valores recomendados, con el consiguiente mayor riesgo de sufrir cáncer, especialmente de colon e incluso de próstata. También señala el susodicho informe que existen varias estrategias para afrontar soluciones posibles a este problema de salud pública, haciendo especial mención a que la más cara de las estrategias es la de mejorar los sistemas de filtración de las plantas potabilizadoras.

Estamos hablando de un problema de salud pública, de una mayor probabilidad de padecer cáncer, esa maldita enfermedad, para inmediatamente después señalar que hay estrategias que son más caras y otras más baratas.

La UE ha destinado 723.800 millones de euros al ‘Next Generation’, y resulta que cuando hablamos de solucionar un problema generalizado, que podría estar causando muertes a miles de españoles, tenemos que pensar en una estrategia que sea barata ¿No nos estaremos equivocando con esto del Estado del Bienestar?

La estrategia consistente en mejorar las redes de saneamiento, en general, y las filtraciones de las plantas potabilizadoras, en particular, señala el informe de los ecologistas que es una estrategia cara.

Es normal que la gente esté harta de los políticos y sus historias. Se están derrochando millones de euros en desarrollar políticas que no aportan nada a la sociedad. Vemos cómo se olvidan de la construcción de infraestructuras básicas para el desarrollo social y económico de los territorios o, cuando se anuncian, pasan años para que estas se puedan ver y disfrutar. En cambio, cuando interesa que algo salga adelante, y rápido, bien que saben ponerse las pilas y solucionarlo rápidamente (véase la inconstitucional ley de amnistía a cambio de 7 votos), y el dinero no suele ser un problema, recuerden que los independentistas catalanes han pedido la condonación de más de 15 mil millones de euros y nadie les ha puesto una pega.

La política se ha convertido en un negocio más. Los partidos políticos tradicionales no están para solucionar los problemas que padecemos los ciudadanos; es más, hasta podríamos afirmar que están para perpetuarlos. De esta forma, podrán seguir insistiendo en que es necesario que los votes. A esto, si le añades unas dosis de clientelismo servil, también fundamentado en las prebendas económicas, nos encontramos con un panorama ciertamente desolador.

Vox ha venido a solucionar los problemas reales de hombres y mujeres que luchan cada día. No ha venido a mangonear. Está aquí para quedarse y devolver a la política su razón de ser.

Por esta razón hemos presentado una proposición de ley para modificar la Ley del Mar Menor. No podemos solucionar un problema cuando no se quieren ver las verdaderas causas.

La Ley del Mar Menor no pone el foco en los saneamientos de los municipios ribereños. La razón es simple: invertir en infraestructuras bajo tierra cuesta mucho dinero y aporta pocos votos. En cambio, si ese dinero se destina a hacer rotondas o a construir algún edificio que estará casi todos los días cerrado, se puede vender mejor y aporta más votos. Y eso es lo importante para algunos.

Para Vox lo importante son las personas y centrar las políticas en solucionar sus problemas. Por esa razón, no debemos esperar ni un minuto. Debemos reconsiderar los gastos públicos y, cuando tengamos un problema de salud pública tan descarado como el de contaminación del agua que bebemos, debemos afrontarlo y ponerle solución. Ahí si está justificado invertir todo el dinero que sea necesario.

Te están vendiendo la moto. Te están contando una milonga con el Mar Menor. Ponen el foco en la agricultura y la responsabilizan de todos nuestros males, y la verdad es que hicieron una chapuza de norma, asustados por la mortandad de peces que, en ningún caso, cubre los aspectos necesarios para poder establecer escenarios de regeneración del Mar Menor. Pongamos el foco en los saneamientos, en el agua contaminada que nos estamos bebiendo, planteemos ágiles controles a la actividad productiva del entorno ribereño que sirvan para actuar de forma inminente ante cualquier problema que se genere y, sobre todo, pensemos en las personas, que una vida no tiene precio.

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