Opinión | Las fuerzas del mal

Todas las mujeres

 Todas las mujeres, incluidas las migrantes, racializadas y trans que se quiere excluir, son mujeres

Manifestación en Lorca por el Día Internacional de la Mujer.

Manifestación en Lorca por el Día Internacional de la Mujer. / Daniel Navarro Gómez

Que toque correr y no estés preparado es fastidioso. Corro como un ñu incómodo en medio de tanta gracilidad, pero si viene el león a marcarte los cuartos traseros, no tienes otro remedio que hacer un sprint, grácil o no, o soltar una coz.

Pues va a ser coz, entonces, aunque los cuartos traseros no sean estrictamente míos. No sé si escribir esto en frío, en caliente o en templado, porque en ninguna de las temperaturas encuentro el sosiego necesario, así que voy a hacer uso del verdadero privilegio de señor con barba y bigote que supone este altavoz para denunciar como, desde la lucha por la igualdad de la mujer, se discrimina a mujeres. Vengo de la lectura de un manifiesto y he tenido que pedirle a una mujer migrante que no se vaya e intentar evitar que, en la fría noche de marzo en que se supone que todas las mujeres deberían encontrar calor mutuo de sus reivindicaciones, ella se sienta expulsada con la palabra.

He escuchado con estupor, al principio mismo, las alusiones veladas a que otras luchas pretendían diluir la lucha feminista; luego, que la educación en diversidad va, también, contra el feminismo; la mención a la legalización de mujeres migrantes, pero solo relacionadas con los cuidados, porque se ve que las que trabajan en otros sitios (igualmente explotadas) importan un poco menos. Será porque evita la consecución real del verdadero feminismo, que es que la señora bien pueda emplear sin problemas y así romper su techo de cristal, sin querer ver que su cima se construye sobre la opresión de otras. Otro peligro es en la cultura, donde, de nuevo, la diversidad parece ser la piel de cordero que esconde al lobo. Misoginia novedosa, la han llamado.

Luego, en el campo del deporte, han pedido una regulación nacional de competiciones femeninas en la que no tengan cabida los varones. Que el machismo que impera en muchos deportes, la falta de patrocinios y fondos, la precariedad de las deportistas de élite, el arrinconamiento en los espacios deportivos no convencionales como los patios , plazas o parques son problemas del deporte, pero las casi cero unidades de mujeres trans que quieren competir es el nuevo coco que han de temer las deportistas, aficionadas y profesionales. Di que eres tránsfoba sin decir que eres tránsfoba. Y luego ven a mí presumiendo que has incluido a una mujer transexual en la lista de víctimas de violencia de género.

Todo esto en un panorama donde las políticas y hasta el nombre de igualdad en los ayuntamientos y las CC. AA gobernadas por la derecha están en franco retroceso o desaparecidas, pero se ve que eso no importa, porque no he escuchado nada de eso. En fin.

Hago un apunte que puede salvar todas esas paradojas. De la misma manera que todos los hombres son hombres, todas las mujeres, incluidas las migrantes, racializadas, trans, que estaban en el tercio de la manifestación asistente que se ha querido excluir con ese manifiesto, son mujeres. Y ya estaría.

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