A pijo sacao

Otro islam es posible e Indonesia es la prueba

Dionisio Escarabajal

Dionisio Escarabajal

A la chita callando, el país de mayoría musulmana más poblado del mundo, se ha convertido en el adalid que Occidente esperaba de un islamismo moderado y tolerante con el resto de sus conciudadanos que no practican la religión propugnada por el profeta Mahoma. 

El responsable de esa visión, asumida como misión personal, no es otro que el actual presidente de Indonesia, Joko Widodo, conocido por el cariñoso apelativo de Jokowi). Indonesia es una democracia estable de composición multiétnica y multicultural que está demostrando al mundo con sus políticas que el Islam no necesariamente conduce a Al Qaeda o el Estado Islámico, en su versión sunita, o al chiismo radical implantado por la teocracia en forma de régimen iraní. 

Y no es que la versión moderada indonesia sea un tercero en discordia, sino que representa una alternativa civilizada a ambas corrientes, enfrentadas a muerte entre sí, en un marco de respeto a los derechos humanos y al imperio de la ley, la única base demostrada y comprobada para alcanzar la convivencia humana, al contrario de lo que propugnan los autócratas que dominan con sus vergonzosas proclamas los noticiarios de actualidad.

A nadie le gusta soltar el poder, con los privilegios que ello conlleva, y los autócratas del mundo islámico no son diferentes de los del resto del mundo. Todo empezó, en su versión más actual, con el atentado de las Torres Gemelas, y desde ahí continúa en una versión u otra de terrorismo con diferentes encarnaciones. 

Los pactos de Abraham, que buscan reconciliar a Israel con sus vecinos árabes (dando por concluida definitivamente la legítima insurrección palestina), la incipiente reconciliación entre Arabia Saudí e Irán, posibilitada por nada menos que China, y la apuesta por la apertura de costumbres del controvertido Mohamed Bin Salman, apuntan a un cambio de ciclo en el cual la versión del islam propugnada por el liderazgo indonesio tiene muchas posibilidades de fructificar.

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