Escaño cero

Aquí ya gobernó Vox

En la Región de Murcia ya tuvimos una consejera de Educación y Cultura de Vox; consejera que no fue capaz de ejecutar más allá del 39% del presupuesto en infraestructuras educativas, dejando de invertir 30 millones a pesar de contar con la cofinanciación del 86% del total presupuestario a cargo del Estado y de la UE

María Isabel Campuzano, vicepresidenta de Vox Murcia y exconsejera de Cultura y Educación.

María Isabel Campuzano, vicepresidenta de Vox Murcia y exconsejera de Cultura y Educación. / CARM

Aestas alturas de la película no hay ninguna duda, si es que la hubo en algún momento, de que PP y Vox pactarán todo lo necesario y transigirán todo lo necesario para alcanzar un acuerdo de gobierno en la Región de Murcia, al igual que en otros territorios. Un acuerdo en cuya fase inicial de tanteo para marcar posiciones nos encontramos.

No sabemos si dicho pacto incluirá a miembros de Vox como titulares de algunas consejerías como es su pretensión, una vez pasado ya el tren de la Mesa de la Asamblea Regional que pretendían presidir, pero lo que sí sabemos, a tenor de lo que vamos conociendo de los pactos en otros territorios (Valencia, Extremadura o Ayuntamientos como Valladolid, por ejemplo), es que entre las áreas más solicitadas de las que aspiran a ocuparse los futuros consejeros/as de Vox están Educación y Cultura, tauromaquia incluida.

Nada novedoso en la Región de Murcia, pues ya tuvimos una consejera de Educación y Cultura de Vox; consejera que no fue capaz de ejecutar más allá del 39% del presupuesto en infraestructuras educativas, dejando de invertir 30 millones a pesar de contar con la cofinanciación del 86% del total presupuestario a cargo del Estado y de la UE; que desatendió desde el minuto uno las reivindicaciones para la eliminación de los recortes presupuestarios en educación producidos en 2012, que incrementaron el horario lectivo docente o la ratio en Educación Especial, entre otras cuestiones; que se negaba, además, a convocar la mesa de negociación sindical, suscitando la unánime petición de cese por parte de las organizaciones sindicales de la Junta de Personal Docente en varias ocasiones; que impulsó y secundó una moción de su grupo parlamentario (Vox) para prohibir y sancionar el uso del lenguaje inclusivo de género en la administración regional, proponiendo corregirlo en los libros de texto porque, según ella, «dificulta la comprensión de los niños».

La misma que tuvo que ser puesta en su sitio por el Ministerio de Educación tras ignorar la propia legislación autonómica en materia de actividades complementarias y empeñarse en la imposición del ‘veto parental’ a la programación de dichas actividades, que finalmente acabaría en un ridículo e incómodo trámite sin mayor efectividad.

Así gestiona Vox, con ineficacia y a golpe de ocurrencia, y a todo esto transigirá el PP si es necesario. Al fin y al cabo, cada vez se parecen más. 

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