Murcia D.F.

Gino, el pecado original de Elvira Medina

La candidata de Podemos al Ayuntamiento de Murcia para las elecciones municipales puede verse lastrada por la dimisión de Ginés Ruiz Maciá que ha dejado sin voz a la formación morada, que no podrá sustituir a su concejal por la proximidad de los comicios

Ginés Ruiz Maciá, en la rueda de prensa en la que anunció que renuncia a su acta de concejal. | JUAN CARLOS CAVAL

Ginés Ruiz Maciá, en la rueda de prensa en la que anunció que renuncia a su acta de concejal. | JUAN CARLOS CAVAL / A.LORENTE/l.g.

Lola García

Lola García

Una concejala del Ayuntamiento de Murcia de uno de los gobiernos de Miguel Ángel Cámara dijo una frase que, a la vuelta de los años, ha resultado lapidaria. Esta edil, que se despidió de su escaño con gruesas palabras hacia la gestión municipal, afirmó que hay personas que entran en política con un pecado original, que les persigue durante todo el mandato o toda una legislatura. Y que incluso lastra su gestión, su imagen pública y el recuerdo colectivo cuando se jubilan. Sabias palabras que retratan en estos momentos lo que le ha pasado a Elvira Medina, la candidata de Podemos para la capital de la Región, una persona cuya vehemencia y falta de tacto hacia sus compañeros concejales ha colmado el vaso que ha rebasado los desplantes hacia el grupo municipal morado.

La intervención de Medina ante la ministra Irene Montero hace semanas en el acto del Cuartel de Artillería, en la que dijo que «el Podemos que hay ahora mismo en el Ayuntamiento no muerde, no incomoda, no alza la voz, no es un Podemos que hace verdadera oposición. Se ha convertido en una especie de muleta de PSOE y de Cs. A mí ese Podemos no me representa» fue de una torpeza supina y supuso el descabello para el grupo.

Si el actual concejal y portavoz en el Ayuntamiento de Podemos, Ginés Ruiz Maciá, conocido cariñosamente como Gino, ya se estaba pensando retirarse a los cuarteles de invierno, la descripción visceral e injusta de la candidata precipitó la decisión. Así, el político de Podemos presentó el viernes pasado su renuncia.

Una dimisión que pesará como una losa en la recta final de mandato y en la campaña electoral, sobre todo, si Gino decide aceptar alguna de las ofertas que, según parece, le han llegado o le pueden llegar de incorporarse a las filas de otro partido progresista. Este pecado original de Medina también ha dejado en mantillas a Podemos en el Ayuntamiento, que ya no tiene voz (la concejala que le queda está de baja maternal) y que no parece que pueda sustituir a Gino por la proximidad de las elecciones y por la reticencia de los siguientes de la lista electoral de 2019 a hacerle el papel a la formación morada.

Podemos ha perdido a uno de sus activos y eso además ha motivado un malestar en militantes que no comparten las formas ni la agresividad de las palabras pronunciadas. Incluso ha habido alguna baja que otra y, lo más importante, le han dado la coartada a Ruiz Maciá, y carta blanca, para irse a otro partido con la libertad del que sabe que ya no le quieren en el suyo. Puede que acabe en el PSOE o no. Militantes socialistas apuestan por ello y se dice en la Glorieta que le ofrecieron ya un puesto que no aceptó por farolillo rojo y que podría estar negociando otro con mejor resultado. De hecho, desde la bancada de Vox cuando José Antonio Serrano se despidió de él en el pleno de febrero, le gritaron: «Alcalde, anuncie ya su fichaje».

Lo que sí es real son los encuentros que ha mantenido el edil dimisionario con uno de los hombres fuertes del alcalde Serrano y las conversaciones que ha tenido con el propio mandatario municipal, que aún no tiene su lista electoral confeccionada.

O puede que el que se lleve el gato al agua sea Óscar Urralburu, líder de Más Región (marca de Más País en Murcia), y lo fiche como cabeza de cartel de la formación de Errejón en la capital. O puede que decida retirarse y dedicarse en cuerpo y alma a su profesión de abogado, que no ha dejado de ejercer mientras estaba de concejal, ya que no se liberó. Todo es posible en América. Por nadie pase.

Cabos sueltos

El escándalo de las sillas, un culebrón. El Gobierno local de Murcia no parece que haya superado el escándalo de las sillas y puede que haya un nuevo capítulo con este contrato, que va camino de convertirse en culebrón. El contrato urgente se ha puesto en marcha y parece que han invitado a que preste el servicio a la empresa vinculada con Romian, la firma que el Ayuntamiento de Murcia ha procedido a vetar para que en tres años no se pueda volver a presentar a ningún concurso. Una circunstancia un tanto estrambótica si se tiene en cuenta que la sancionada prestaría el servicio técnico a la que ha sido invitada. Además, Romian amenaza con ir a los tribunales a defenderse del expediente sancionador municipal.

Suscríbete para seguir leyendo