El blog del funcionario

Carta a sus majestades

Miguel H. Valverde

Miguel H. Valverde

El año pasado nada de lo que te pedí se cumplió. Así que este año te escribo con desgana y con desilusión, pero a pesar de todo yo lo intento. Dicen que los milagros existen, aunque siempre que se producen es para hacer más ricos a los ricos y más desgraciados a los pobres.

Este año ando un poco con la mosca detrás de la oreja. Este diciembre de 2022 y principios de 2023 me ha retrotraído al año 2019, cuando en China el virus del covid comenzaba a plagar los hospitales de enfermos y muerte, los aeropuertos empezaban a restringir el acceso, y aunque esta vez la inmensa mayoría estamos vacunados, el escalofrío que recorre mis recuerdos no cesa.

El año pasado no me hiciste ni caso cuando te pedí que los compañeros del SEF no fueran enviados a la cola del paro, ni tampoco hicisteis nada por los miles de sanitarios y profesionales de la sanidad pública que siguen ahí, en el filo de la navaja.

A mis compañeras del IMAS no solo no les habéis traído nada, sino que encima se lo estáis quitando. Ya solo permanece un puñado de heroínas para atender con decencia a los usuarios que más lo necesitan.

Seguimos igual o peor que antes, la simplificación administrativa es el cuarto cuento chino que nos han metido, la gente sigue jubilándose en el olvido, pero ahora lo hacen a borbotones y de cien en cien, y los que quedamos pintamos menos que Luis Enrique en la selección; por cierto, nos volvieron a eliminar en octavos, majestades.

Este año lo que os voy a pedir es que intentéis traer, si no más personal, sí políticas públicas en materia de prevención de la salud. Ya que no podéis traer médicos, enfermeras, celadores y técnicos en vuestros camellos, por lo menos traed medidas que palíen el aumento de enfermos que produce el tabaco, la contaminación y la comida basura, y que está destrozando no solo el sistema, sino a millones de familias.

Por último, os pediría que intentéis meter en la cabezota de algunos políticos el fracaso que supone seguir sacando barriga por ser la Comunidad murciana la que más casas de juego y de apuestas tiene en Europa. Este es un premio que nos hace más infelices y desgraciados. Miles de familias murcianas están sufriendo esta lacra regional.

Ah, se me olvidaba, cuando regreséis a Oriente pasad por Abu Dabi y llevadle a vuestro pariente, el rey emérito Juan Carlos, un recado: decidle que aquí sigue todo igual, la Universidad sigue llevando su nombre, que las calles y avenidas siguen luciendo Juan Carlos I en las esquinas, que los pabellones deportivos y hospitales siguen enarbolando con orgullo su nombre, así que no se preocupe, que lo hecho, hecho está, y que su legado sigue siendo alargado para los antiguos, que no clásicos, y díganle que aquí ya hemos empezado a ir para atrás, y que en unos meses podrá volver y hasta si nos descuidamos, saldrá de nuevo en el No-Do. Qué tiempos aquellos, majestad, en los que usted salía con el tito Paco. Me emociono y todo. 

Sin nada más que deciros, buen viaje, majestades.

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