Últimamente se están viendo unos bailes de personalidades en las cadenas de televisión más que curiosos. Jesulín de Ubrique en Telecinco, Bárbara Rey en Antena 3... y Jorge Javier Vázquez en TVE. El presentador de Sálvame, de raíces murcianas, se ha confesado con el también periodista murciano Carlos del Amor, con el que ha abordado -curiosamente en la cadena pública- su futuro en Mediaset, ahora que el grupo de comunicación está prescindiendo de ciertas personalidades con la nueva política de empresa, desde que se fue Paolo Vasile.

Fue el propio Jorge Javier el que tiró de sarcasmo para justificar su presencia en la parrilla de TVE, a la vez que aprovechó para acariciar el lomo del espectador de La 2 y, de paso, auto-alabarse un poco. "Si ven La 2 y son inteligentes, ven también Sálvame, porque sostengo que solo la gente inteligente ve los programas que yo hago, los que no lo son no están capacitados para verlos, se ponen nerviosos". Esa fue la frase con la que arrancó en el programa La matemática del espejo.

Del Amor no desaprovechó la ocasión de preguntar al autor de Antes del olvido por qué puede pasar con su figura en Telecinco, ahora que la cadena está haciendo movimientos para recuperar el liderazgo en audiencia que perdió hace 18 meses en favor de Antena 3.

'Aburrido'

Fue primero el catalán el que mencionó que ha "vivido una época" en la que él y su equipo de La Fábrica de la Tele arrasaban "de una forma pasmosa": "Me levantaba con índices de audiencia de un 35%. Toda España estaba viendo el programa. Hay un momento en que te acostumbras".

De hecho, reveló que el propio Vasile era el primero que le felicitaba si esos datos de cuota de pantalla pasaban del 20, y que él se atrevió a contestar al entonces CEO que "empezaba a ser un aburrimiento". Pese a que muchos hablan del fracaso en el que se ha convertido Sálvame, lo cierto es que un espacio seguido a diario por más de 1,1 millones de espectadores no se puede considerar como tal, aunque el bajón sea evidente: " También te diré que, ahora, también se está bien así, sin esas audiencias estratosféricas".

"¿Vas a seguir (en Telecinco)"?

El murciano no fue con rodeos y le preguntó si iba "a seguir". Según le contestó el presentador, aún le quedan por delante dos años de contrato con Mediaset, por lo que "supone que sí", pero nunca se sabe... "Lo que decidan está bien", sentenció. De hecho, se refirió de manera directa al nuevo equipo directivo, que apuesta por una serie diaria en la que ya se está trabajando y que está dejando notar su voluntad de cambio para revertir los datos de audiencia con el movimiento de caras, con experimentos de 'especiales' (como el de Ana Obregón) y con la prohibición de que en los programas de entretenimiento se hable de política.

Jorge Javier Vázquez y Carlos del Amor en 'La matemática del espejo'. RTVE

"Yo trabajo en televisión y la televisión no es mía. Llega un equipo directivo y entiendo que querrán hacer lo que quieran con los muñecos que salimos en la tele, porque eso somos. Que quieren contar conmigo, perfecto. Que entienden que pertenezco a otra época y que eso ya no casa con lo que hacen, pues también perfecto. Si es que yo tengo muy claro eso desde que entré en televisión", analizó el presentador de Supervivientes, aunque también dio un golpe sobre la mesa y reflexionó, consciente de que ha sumado durante muchos años para obtener grandes datos para la cadena: "También puede ser que yo me levante un día y me pregunte '¿tengo que continuar? ¿Estoy en mi sitio?".

Desde luego, de desaparecer de la pequeña pantalla, podría seguir ganándose la vida -dada su implicación, también como productor, en el teatro, por ejemplo (por no hablar de la fortuna que ha podido acumular con su caché)-, aunque siempre se ha confesado un "adicto al trabajo", en el peor de los sentidos. Algo de lo que asegura estar 'curado', y quizás por eso se toma con esa filosofía su futuro incierto.

"Ha sido muy impactante que me haya diagnosticado (la psicóloga) como adicto porque, gracias a eso, he podido entender cosas que antes no entendía sobre mi forma de comportarme. Y podía haberme ahorrado muchos quebraderos de cabeza y muchos complejos de culpa. Esto no es una justificación de nada. Cuando te reconoces como adicto, sabes que tienes una enfermedad y que tienes, sí o sí, que luchar contra ella (...) Cada vez que acababa una temporada en la televisión decía que este trabajo me va a matar. Siempre se habla de las adiciones a sustancias, pero no se habla de otras. Yo he sido adicto al trabajo y eso se ve bien, pero la adicción es siempre mala. También diré que he tenido momentos absolutamente maravillosos. Y me siento afortunado".