¿Hay alguien ahí? Parece que nadie vaya al volante de la programación -en lo que a series se refiere, al menos- de La 1 de TVE. No hay más que ver lo ocurrido con La Caza. Guadiana, que es solo un caso más del desinterés que muestra la cadena pública por las ficciones que caen en sus manos, que para colmo son españolas, a las que descuida constantemente.

La producción protagonizada por Megan Montaner es algo así como El Guardián Invisible. La saga superventas de Dolores Redondo y su adaptación cinematográfica dispararon las rutas y visitas al Valle de Baztán y a Elizondo, donde se contextualiza la historia. La Caza es otra de esas joyas que está hecha para mitómanos, con una atmósfera que absorbente en cada una de sus temporadas -La Caza. Monteperdido, La Caza. Tramuntana y La Caza. Guadiana-, a lo que se suma el enorme éxito que está teniendo también entre los que no son unos apasionados del turismo audiovisual.

Alain Hernández y Megan Montaner en 'La Caza'. RTVE

Ha tenido que llegar Netflix para demostrar que esta es una serie con la suficiente potencia como para reventar audímetros, por complicado que lo tenga TVE con la competencia de Antena 3 y Telecinco. La corporación ni siquiera se ha molestado en buscar el día más apropiado para emitirla, si se tiene en cuenta que la contraprogramación es prácticamente imbatible: Supervivientes, como siempre.

Sin escaparate ni marquesina

Cada vez queda más patente el desinterés de una televisión pública por sacar rendimiento a un producto español bien hecho. RTVE en “apoyo a la Cultura”, sí, al igual que las privadas con su aportación a la producción, pero esa Cultura que apoyan no la sacan al escaparate ni a la marquesina. Es lo que se llamaría ‘hacerlo por cumplir’, 'porque toca' o ‘por salir del paso’. Es, también, una falta de respeto a todo el equipo que ha trabajado para conseguir un resultado que sí que gusta al público, como se ha podido ver con los resultados en streaming y con cómo marca tendencia en redes sociales. ¿Dónde está el capitán de este barco?

La Caza. Guadiana, que ya llega a su fin a falta de un episodio, ha sido la serie de televisión más vista en diferido en el mes de marzo y ocupa el segundo puesto de emisiones más vistas bajo demanda. Sin embargo, es Netflix la que le está sacando partido a la producción ‘no propia’, como suele hacer con otras tantas españoles de otras cadenas. La Caza, Ana Tramel o Sequía son las de TVE que ha incluido en su catálogo recientemente y, a pesar de que se emitieron en abierto, se cuelan en la lista de Tendencias y en las de Top 10.

Siempre han existido las quejas de los espectadores por "el maltrato a la ficción" en otros canales: una vez que están enganchados a una serie, la mueven en la parrilla para luchar por liderar la audiencia. Así, también, las televisiones se han acabado 'cargando' algunas de ellas que apuntaban a ser grandes éxitos, e incluso han logrado que los propios actores (a veces) se pronuncien con enfado, pero al menos no se les puede reprochar que ‘les dé igual si la gente la ve o no’.

Telecinco y Antena 3

En Mediaset ha ocurrido con La Verdad. No solo la movía de día, llegó a cancelar uno de sus capítulos -sin previo aviso- para emitir un resumen de un partido del Mundial de fútbol porque el enfrentamiento se alargó con los penaltis. Fueron muchas las idas y venidas de los episodios, que iban saltando cada semana de un día a otro.

Ocurrió, también en Telecinco, con Señoras del (h)AMPA, que fue premiada en el Festival MIP Drama de Cannes. La cadena dio muchos bandazos con su programación. Una de sus protagonistas, Malena Alterio, llegó a decir: “Ganamos premios en festivales y el lanzamiento que hizo Telecinco fue muy bueno, pero luego hay mecanismos que se me escapan, como programarla antes del verano, cortar la temporada, repescarla en septiembre compitiendo con MasterChef... Nunca sabremos qué habría pasado si hubiésemos tenido una programación continuada a una hora decente". La actriz se mojó al igual que Gonzalo de Castro con B&B.

Félix Gómez y Alain Hernández en 'La Caza. Guadiana'. RTVE

Esta situación se ha vivido igualmente en Antena 3, aunque con matices distintos. Vis a vis hizo con su primera temporada una media de 3,5 millones de espectadores con 19,9% de cuota de pantalla y en la segunda, por el contrario, marcó su mínimo (aunque la cifra seguía superando los 2 millones, ni tan mal). Se canceló y fue Fox quien tuvo que recoger a la Marea Amarilla (la oleada de fans) tras la insistencia de las peticiones. La ficción carcelaria, un éxito.

Bajo Sospecha comenzó siendo líder en prime time y, aunque fue bajando progresivamente, siempre fue seguida por más de dos millones de espectadores, con un intenso seguimiento en redes y peticiones de continuidad. Se le dio punto y final en la segunda temporada.

Velvet dejó Antena 3 con un récord histórico, el de 4,3 millones de espectadores, el mejor dato de audiencia de sus cuatro temporadas. No fue suficiente: se convirtió en Velvet Colección en Movistar+ porque, según la cadena, no tenía sentido continuar sin la trama de los personajes de Paula Echevarría y Miguel Ángel Silvestre. Todos estos ejemplos se suman al de La Casa de Papel, que empezó a emitirse en abierto en el canal, pero la dejaron escapar, hasta que Netflix la convirtió en un éxito internacional.

Matices y diferencias entre cadenas

En defensa de Antena 3 sí que se puede decir que Atresmedia buscaba el rumbo que la convirtiera en la líder que es hoy, apostando por producciones propias de calidad -con 'su sello', como suelen decir- con las que no jugaba a moverlas constantemente en el 'teletexto', y de paso descubrió joyas al público y apostó por AtresPlayer para dar salida a otras tantas (hay que recordar que de aquí salió Veneno, Cardo, Alba o Cristo y Rey).

Telecinco iba, en cambio, maquinando sobre la marcha, y eso se convirtió en pan para hoy y hambre para mañana. O, vistos los datos actuales, pan para ayer y hambre para hoy. Ahora trabajan en revertir la situación y reconquistar a espectadores perdidos.

Sin embargo, Atresmedia y Mediaset promocionan sus series, se trabajan los lanzamientos. En el caso de TVE, la promoción la ha acabado haciendo Netflix… a posteriori. Por lo menos, el esfuerzo del equipo -que ha dado como resultado grandes giros de guion e interpretaciones brillantes como la de Megan Montaner, entre otras cosas- ha tenido su recompensa al encontrar una nueva ventana para su emisión. Y ha conseguido arrasar.

La Caza también se puede ver de manera gratuita en la plataforma RTVE Play, otro diamante en bruto que la corporación pública descuida, hasta el punto de que hay gente que no sabe ni que tiene catálogo, si es que saben que existe… Lo tiene, y es grande en todos los sentidos de la palabra. Pero este asunto da para un melón mucho más amplio. Es un indicativo más de cómo RTVE no explota el potencial de los productos que tiene entre manos, ni se preocupa en venderlos. Parece que siga un patrón abocado al desastre.

Con la única que parecen volcados siempre es con Cuéntame cómo pasó, la eterna serie que parecía haber acabado y que, por sorpresa, regresa para volver a decir que acaba. He aquí el rumbo lógico de La 1. Por algo no levantan cabeza con la audiencia...