Patrimonio

Aprobado el proyecto que protegerá los restos de la muralla árabe que hay en el aparcamiento de la Glorieta

La obra que recubrirá de vidrio el yacimiento contará con un presupuesto cercano a los 125.000 euros

La vicealcaldesa y portavoz del equipo de Gobierno, Rebeca Pérez.

La vicealcaldesa y portavoz del equipo de Gobierno, Rebeca Pérez. / Ayto. Murcia

EFE

Los restos de la muralla árabe de Murcia que hay en el aparcamiento subterráneo de la glorieta de España se van a cubrir con un cerramiento de vidrio para protegerlos a tiempo que pueden ser contemplados desde las dos plantas.

La Junta de Gobierno ha dado este viernes luz verde al proyecto para instalar ese cerramiento, que tendrá un presupuesto cercano a los 125.000 euros y que, además de proteger el espacio, permitirá su uso para llevar a cabo actividades culturales.

El proyecto contempla la "consolidación, conservación, protección y puesta en valor de los restos" a los que el cerramiento de vidrio dará un "aislamiento adecuado" del "ambiente agresivo" del aparcamiento, en el que confluyen ruidos y gases contaminantes de los vehículos, ya que aportará "un sistema de ventilación adaptado a las necesidades de la muralla, con acceso para labores de mantenimiento y ventilación interior forzada para evitar condensaciones", indican fuentes municipales en un comunicado.

Además, esta vitrina de protección permitirá que la muralla islámica sea visitable, generando un espacio abierto a actividades o visitas culturales.

Tras la redacción del proyecto, este saldrá próximamente a licitación para poner en marcha las obras.

Este tramo de muralla islámica fue construido en el último cuarto del siglo XII, y lo que se conserva en esta zona son unos restos con una longitud de 24 metros de largo y 1,35 metros de anchura, compuesto de un bastión o baluarte de planta rectangular y carácter defensivo con saeteras y con un lienzo de antemuralla a cada lado.

La muralla salió a la luz en 1990, cuando se construyó el aparcamiento, pero no se llevó a cabo ninguna actuación para su adecuada conservación y protección hasta 2015, cuando los restos se pusieron en valor y se actuó sobre su estado de degradación.

Sin embargo, el contacto permanente con dióxido de carbono, la falta de mantenimiento y los actos de vandalismo y "ocupación indebida" han vuelto a degradar los restos, según reconoce el Ayuntamiento, por lo que el cerramiento de vidrio espera poner fin a esa situación.

Está previsto que el cerramiento permita la visualización de los restos arqueológicos desde las dos plantas del aparcamiento subterráneo, consiguiendo una protección definitiva de los mismos.