Especial Estudios Universitarios y FP

La obligada y necesaria revolución educativa en la era poscovid

La pandemia ha transformado el modelo de aprendizaje y fuerza a la comunidad educativa a garantizar que todos los estudiantes tengan la misma igualdad de oportunidades para acceder a las herramientas tecnológicas

Uno de los desafíos más acuciantes a los que se enfrenta el sector de la educación en estos momentos es la brecha digital abierta entre los diferentes grupos sociales.

Uno de los desafíos más acuciantes a los que se enfrenta el sector de la educación en estos momentos es la brecha digital abierta entre los diferentes grupos sociales.

El Periódico

Más de diez millones de estudiantes españoles de todos los niveles tuvieron que dejar las aulas para confinarse en casa debido a la crisis sanitaria provocada por la covid-19. La educación, un pilar clave en el desarrollo de la sociedad, vio así alterado su normal funcionamiento. La pandemia ha modificado el modelo formativo y obliga a la comunidad educativa a repensar todos los procesos de aprendizaje para buscar alternativas y soluciones válidas con vistas a recuperar la normalidad en la era poscovid.

En este punto, la tecnología se convierte en una herramienta estratégica indispensable. Sin embargo, no todos los estudiantes disfrutan de las mismas oportunidades. Uno de los desafíos más acuciantes a los que se enfrenta el sector de la educación en estos momentos es la brecha digital abierta entre los diferentes grupos sociales. Mientras los que disfrutan de una cómoda situación económica tienen a su alcance los dispositivos tecnológicos necesarios, las familias más vulnerables presentan dificultades para acceder a ellos.

A nivel mundial, informa la Unesco, la pandemia ha afectado a 363 millones de estudiantes. De ellos, 57,8 millones cursan estudios de educación superior. En España, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), 9 de cada 10 hogares españoles tienen acceso a Internet. Pero si nos detenemos en la horquilla de las rentas más bajas (900 euros mensuales netos), veremos que 100.000 hogares con niños (el 9,2%) no tienen conexión a la red. Por el contrario, solo el 0,4% de las viviendas con mayores ingresos (más de 3.000 euros netos al mes) no disponen de acceso a Internet.

Los expertos hacen hincapié en la educación a distancia y el acceso a servicios esenciales para todos los estudiantes (ordenadores, tabletas, móviles, etc.)

Estos datos demuestran que la brecha sociodigital se ha agrandado y tiene una fuerte repercusión en el sistema educativo. Ante este panorama, los expertos reclaman planes sólidos que garanticen la continuidad del aprendizaje, y hacen especial hincapié en la educación a distancia y el acceso a servicios esenciales para todos los estudiantes (ordenadores, tabletas, móviles…).

Es evidente que la covid-19 va a cambiar el sistema formativo tal y como lo conocíamos hasta ahora. Las clases presenciales se tienen que replantear. Desde el sector educativo ya se han alzado voces a favor de modelos mixtos virtuales con mayores oportunidades de flexibilidad y accesibilidad. La enseñanza no puede dar la espalda a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Al contrario. Debe apostar por desarrollar entornos digitales que favorezcan el acceso a servicios, capacitaciones, reuniones o eventos desde cualquier lugar. Y para ello es necesario frenar la brecha digital.

Retos y oportunidades

En tiempos de coronavirus los profesionales de la orientación académica cobran una especial relevancia, ya que son capaces de detectar los retos, pero también las oportunidades. Desde la plataforma Educaweb apuntan algunas ideas: ofrecer orientación online, motivando a las personas a la formación permanente y a desarrollar sus competencias; orientar con sentido crítico teniendo en cuenta la realidad actual y futura, y ayudar a las personas a gestionar los cambios y las emociones que genera la crisis de la covid-19.

Los principales desafíos de la educación frente a la pandemia implican enseñar y aprender a través de la formación online, asegurar la igualdad de oportunidades educativas hacia el desarrollo de competencias transversales y socioemocionales. Estos retos deben ir acompañados de una serie de acciones, como apoyar al profesorado a adoptar este nuevo método de aprendizaje; ayudar al alumnado y a las familias a aprovechar la enseñanza digital; impedir que aumente la desigualdad educativa durante y después de la pandemia, y contribuir a que los estudiantes desarrollen sus habilidades transversales, como la resiliencia, la autonomía y la competencia socioemocional.

Tanto la Unesco, la Organización de los Estados Iberoamericanos (OEI), como el profesorado y los profesionales de la orientación coinciden en que la covid-19 ha transformado la forma de educar y orientar.