MERCADO DE FICHAJES

El verano en el que LaLiga ha perdido el pulso con el fútbol europeo y Arabia Saudí

El mercado de verano de 2023 ha hecho evidente la dificultad del fútbol español para competir en inversión con el resto de Ligas con un solo fichaje (Bellingham) que supera la barrera de los 20 millones

Gabri Veiga intenta superar a Ter Stegen en un Celta-Barcelona.

Gabri Veiga intenta superar a Ter Stegen en un Celta-Barcelona. / EFE

Álvaro Escorial

LaLiga sigue perdiendo talento, esa es una de las conclusiones que podemos sacar de un mercado de fichajes en el que muchas plantillas se han visto obligadas a vender a sus mejores activos para cuadrar cuentas y en el que sólo el Real Madrid, con el fichaje de Jude Bellingham por 103 millones de euros y el de Arda Güler por 20, rompió con una dinámica en la que la tónica general para las direcciones deportivas ha sido la de “dejar salir antes de entrar” y ninguno de los equipos españoles ha alcanzado y gastado por encima de la barrera de los veinte millones.

Muy por detrás de los dos fichajes blancos quedan Loic Badé por 12 millones millones de euros al Sevilla, futbolista que ya jugó la temporada pasada en el club andaluz cedido con opción de compra obligatoria; los 13 de la Real Sociedad en Arsen Zakharyan; los 12 del Celta de Vigo en Anastasios Douvikas, pichichi de la pasada Eredivisie.

Flexibilidad económica que apenas se ha notado

A principios de este verano y con el objetivo de flexibilizar y estimular la llegada de más nombres a los clubes de la competición, LaLiga anunció un cambio de normativa en el que los clubes podrían emplear hasta un 50% de los ingresos que liberaran (antes era de un 40%) en sueldos y fichajes. Este porcentaje podría ampliarse hasta un 60% si el jugador vendido suponía un gasto salarial de más de 5% total del coste de plantilla del equipo.

Pero se mantenía un aspecto importante, que es el relativo a los ingresos por traspasos. Si la ficha del jugador vendido no supera un 5% de la masa salarial, el club vendedor que supera el margen salarial solo puede utilizar un 20% del total del traspaso en nuevas incorporaciones e inscripciones, subiendo a un 35% si el jugador que abandona el club cobra más de ese 5%. Este es un aspecto importante, porque, a pesar de los ingresos en ventas de jugadores, los clubes apenas pueden invertir un porcentaje mínimo al tener el límite salarial rebasado, lo cual no permite realizar grandes movimientos.

En líneas generales, los clubes de Liga han visto como sus arcas han engordado con la venta de muchos de sus principales activos mientras los entrenadores hacen "encaje de bolillos" para poder competir con unas plantillas cada vez más cortas. O se ven obligados a contar con descartes con grandes salarios a los que no pueden colocar en equipos de nuestra competición. Por todos estos motivos, la Liga en este mercado ha caído a la quinta posición en cifras de gasto dentro de las grandes Ligas Europeas por detrás de la Premier, Serie A, Ligue 1 y Bundesliga. También por detrás del gran agitador de ese mercado, la Liga de Arabia Saudí, quien ha emergido en este mercado como la gran amenaza pescando también a jugadores jóvenes de nuestra Liga, como es el caso de Gabri Veiga, quien abandonó el Celta de Vigo por 36 millones de euros con tan solo 19 años atraído por las condiciones del emergente fútbol saudí.

En la Premier solo cuatro emulan a nuestra Liga

En este mercado, la Premier League ha vuelto a tirar la casa por la ventana como viene siendo habitual. Tan solo cuatro clubes no han superado la barrera de los 20 millones de euros de gasto: los recién ascendidos Luton Town y Burnley, los Wolverhampton Wanderers (en una situación similar a la del Valencia CF) y el Nottingham Forest.

Por lo demás, fichajes como el de Declan Rice por 116 millones o los 75 por Kai Havertz invertidos por parte del Arsenal o los 116 por Moisés Caicedo, los 62 por el belga Romeo Lavia por parte del Chelsea, los 70 del Liverpool en Dominik Szoboszlai, los 75 del Manchester United en su flamante nuevo delantero, el belga Rasmus Hojlund o los 90 del campeón de Liga, el Manchester City de Guardiola, en Josko Gvardiol destacan en una Liga en la que el gasto ha superado los 1.200 millones de euros.

Italia también ha recuperado su posición de poder con 764 millones de euros invertidos en los que tampoco hay grandes desembolsos por futbolistas que acaparen los rankings de fichajes más caros de este mercado, pero en el que sí destacan muchos clubes con inversiones por encima de los diez millones de euros, algo que en la Liga sólo han logrado hacer en la zona media Real Sociedad, Celta de Vigo o Sevilla.

En Francia, el PSG destaca sobre el resto en cuanto a gasto: los 60 millones en Manuel Ugarte, los 50 en Ousmane Dembelé o los 45 en Lucas Hernández procedente del Bayern de Múnich aumentan las cifras en una Liga en la que casi se alcanzan los 700 millones de gasto (686,24).

Mientras que en Alemania, el Bayern de Múnich se ha visto forzado a invertir en un delantero tras su irregular pasada temporada fichando al inglés Harry Kane por 100 millones de euros, el cual se ha convertido en uno de los fichajes del verano y la incorporación más cara en la historia del club muniqués, algo impensable para un club español que no sea el Real Madrid, el único club español capaz de seguir el ritmo marcado por el resto de Ligas y clubes estado en cada mercado.

Por 50 millones también ha llegado a Munich el central coreano Min-jae Kim, mientras que en España, el FC Barcelona ha tenido problemas para inscribir a Iñigo Martínez, quien llegó libre de un Athletic que tampoco ha invertido en un sustituto.

Arabia Saudí, la nueva amenaza

Pero la irrupción de Arabia Saudí, sin duda, ha sido la gran preocupación para los clubes europeos y españoles este verano. Los espectaculares sueldos y las condiciones prometidas en los contratos propuestos por estos clubes han puesto patas arriba el fútbol mundial y desde grandes figuras que protagonizaban hasta el año pasado los duelos de Champions. A los fichajes de Cristiano Ronaldo o Karim Benzema, se han unido inversiones en estrellas como Riyad Mahrez o Sadio Mané por encima de los 20 millones, el brasileño Fabinho por 47 millones de euros desde el Liverpool, el portugués Otavio por 60 millones desde el Oporto o los 90 millones de euros por Neymar.

Cifras en traspasos y salarios que van más allá de la utopía para clubes españoles clasificados para Europa que sufren para retener a sus talentos, como es el caso de Sergio Canales o para inscribir a sus nuevas piezas, como fue el caso de Bellerín o Bartra. A futbolistas que acababan contrato, como Íñigo Martínez o Gundogan, u operaciones a coste cero como las cesiones de de Joao Félix y Joao Cancelo ha tenido que recurrir el Barça para reforzar su plantilla. Una situación similar a la que ha recurrido el Atlético de Madrid, cuyas incorporaciones más sonadas han llegado sin desembolsar un euro (Azpilicueta y Soyuncu).

Sea como fuere y aunque se le está intentando poner diferentes remedios, la realidad es que LaLiga se está desangrando a la hora de competir en el mercado por las grandes joyas del mercado y también, para retener las que ya tiene. Las deudas siguen siendo las protagonistas en unos clubes que pierden talento a cambio de nada, lo que también resiente el espectáculo a largo plazo.