MERCADO DE FICHAJES

Otro verano sin que el Real Madrid fiche a Mbappé

Se cumplen seis años desde que el club blanco contactó con é. Hace dos años cerró su llegada, hasta el punto de haber podido cobrar una cláusula de penalización por romper un acuerdo el verano de 2022

Kylian Mbappé.

Kylian Mbappé. / EP

Fermín de la Calle

1 de septiembre de 2023. Ni rastro de Kylian Mbappé. Ni siquiera los 'insiders' blancos, esos desinformates que 'beben' en "fuentes" tan fiables como la que mató este verano a José Luis Perales, han movido un dedo en los últimos días de mercado para alimentar esta cábala. Más allá de alguna web que se ha dejado la escasa credibilidad que le restaba tratando de cuadrar la audiencia mensual con un clickbait sonrojante, o algún personaje fabricado por 'El Chiringuito' más equiparable a Cañita Brava que al gran Manolete, el mercado se ha cerrado sin noticias de Kylian. 

El Real Madrid se desentiende de Kylian

Y todo porque el Real Madrid se ha desentendido de él, escarmentado, sin duda, por el desplante del delantero al renovar en 2022 con el PSG mientras Florentino Pérez ya había cerrado su llegada, lo que le habría significado al club de Chamartín una jugosa cifra en forma de cláusula de penalización que el emir de Qatar desembolsó discretamente para que Mbappé se quedase en el Parque de los Príncipes. Eso justificaría, además, esas hipótesis que sostienen fuentes del club, calificando al culebrón de Mbappé como "muy rentable". 

El caso es que se han cumplido seis años, todo arrancó en julio de 2017, desde que el Real Madrid se interesó por primera vez por Kylian Mbappé. Entonces era un prometedor delantero del Mónaco de 17 años que había generado unas expectativas enormes tras deslumbrar en su temporada de estreno en la Liga de Campeones, donde anotó seis goles y fue incluido en el once ideal. En marzo cumplió 18 y cinco meses después el París Saint-Germain cerraba una rocambolesca operación para sortear el Fair Play Financiero y arrebatárselo al Real Madrid.

Los blancos habían sondeado su fichaje y el Mónaco le había pedido 120 millones fijos más 30 en variables. José Ángel Sánchez fue quien se sentó a negociar y al Real Madrid le pareció una cifra muy alta. Aunque aún más escandalosa le pareció a Florentino la ficha de 12 millones netos, más pluses por objetivos, que exigió el padre para el jugador. El presidente negó la mayor para no romper la escala salarial de una plantilla en la que militaban Cristiano Ronaldo, Bale y Benzema, y el jugador acabó cedido en el París Saint-Germain, con una opción de compra obligatoria a ejecutar el siguiente verano por 180 millones de euros. Aún lejos de los 222 de la cláusula de Neymar que pagaron Al-Khelaifi y los jeques para sacar al brasileño del Barça ese mismo verano.

Hoy el PSG lo ha tasado en 250 millones, el doble de lo que le pidió el Mónaco al Madrid en aquel mes de julio de 2017, una cifra que se quedará en nada el próximo verano. Siempre y cuando Mbappé no vuelva a renovar por los parisinos, negociaciones que están abiertas, lo que tiene mosqueado a un Real Madrid que ya ha abierto la puerta de Erling Haaland como alternativa. 

Se abre la vía Haaland

El delantero noruego exigió a sus representantes que acabase en el equipo que acabase, quería sentirse dueño de su destino. Y eso pasa, en lo contractual, por una cláusula que abarata el próximo verano su salida del Manchester City. Entonces, si el jugador quiere y hay algún equipo realmente interesado en pagar su precio de salida, Haaland podría salir por un precio que se desconoce, pero que sería 'interesante' para un Real Madrid que lleva varias temporadas midiendo bien sus compras. A Florentino, que se obsesionó con fichar a Mbappé, no le suena mal el binomio Bellingham-Haaland. Jugadores diferentes, pero complementarios, que además tienen muchos años por delante ya que apenas suman 20 y 23 años, respectivamente. Mientras que Kylian ya suma 24 confirmando que es un jugador que antepone su caprichos al interés del equipo. 

Por tanto, se cierra el mercado sin noticias de Kylian, ese futbolista convertido en holograma para la afición blanca que ha agotado la paciencia del madridismo convirtiendo su entuasiasmo en desprecio. Otro verano sin Mbappé. Y van demasiados...