Real Murcia

Munúa, ante el plebiscito más tempranero en el banquillo del Real Murcia

Manolo Sanlúcar, cesado el 2 de octubre de 2017, el despido más rápido de los últimos tiempos

Gustavo Munúa se tapa la cara durante el choque en el que el Córdoba pasó por encima de los granas. | FRANCSICO PEÑARANDA

Gustavo Munúa se tapa la cara durante el choque en el que el Córdoba pasó por encima de los granas. | FRANCSICO PEÑARANDA / ángela moreno

Ángela Moreno

Ángela Moreno

No hay paz en el Real Murcia. Cuando las aguas institucionales están en calma, las victorias en el césped no llegan. En esas está actualmente la entidad grana. Aunque Felipe Moreno ha dado tranquilidad en los despachos, el presidente grana no logra que los resultados deportivos acompañen. Si su aterrizaje en Nueva Condomina coincidió con una etapa sin triunfos que acabó con el equipo fuera del play off; el inicio de la nueva temporada, ya con una plantilla confeccionada a golpe de talonario, no ha servido para regatear la palabra crisis.

Solo cuatro triunfos ha celebrado el Real Murcia con Felipe Moreno al frente del club, de los que solo uno ha llegado en este curso. Ya ha pasado casi un mes de aquella remontada en Granada y el equipo, cada jornada que pasa, ofrece un espectáculo cada vez más negativo. La gota que colmó el vaso de los seguidores llegó este domingo en San Fernando. Ni el empate final, gracias al penalti lanzado por Guarrotxena, sacó la sonrisa de una afición que ya cuestiona al técnico Gustavo Munúa, llegando una gran parte de ellos a pedir a los responsables del club que tomen medidas.

Los granas están obligados a ganar al alcoyano para rebajar el enfado de una afición decepcionada

No solo son los números -4 puntos en 4 jornadas-, son más bien las malas sensaciones que transmite el equipo lo que ha provocado que salten las alarmas en la afición. Aunque de momento, de cara a la galería, los responsables del club prefieren mantener la calma, llegando incluso a quitar presión, como hizo Javier Recio diciendo en la Ser que «la propiedad no me ha dicho que el objetivo sea ascender este año», Gustavo Munúa se enfrentará al plebiscito más tempranero de la grada en los últimos años en el Real Murcia.

Y es que, de no ganar al Alcoyano en casa, el puesto del uruguayo podría empezar a peligrar cuando solo se ha llegado a la sexta jornada -quinta para el Murcia por su partido aplazado ante el Ibiza-. Echando la vista atrás, aunque los murcianistas son un club que se ha caracterizado por triturar entrenadores, el despido más tempranero lo llevaron a cabo Raúl Moro y Deseado Flores en la temporada 2017-2018.

Deseado Flores, sin paciencia

Habían apostado los responsables murcianistas por Manolo Sanlúcar para el banquillo, sin embargo, los malos resultados en el inicio del campeonato hicieron perder la paciencia a Deseado Flores, que el 2 de octubre, tras la disputa de la jornada 7, comunicaba la destitución del técnico andaluz.

Sanlúcar caía después de sumar solo siete puntos en siete jornadas, dejando al Real Murcia en decimotercer lugar, a ocho puntos del liderato y a seis de los puestos de play off.

La destitución es de las más tempraneras en la historia reciente de un Real Murcia que siempre ha tenido paciencia antes de despedir a un entrenador. De hecho, los movimientos en la mayoría de los casos llegaban una vez acabada la primera vuelta.

Solo Clemente, que caía en diciembre de 2008, y José Miguel Campos y Manolo Preciado, finiquitados en noviembre de 2009 y 2004, respectivamente, son otros de los que han vivido despidos tempraneros en el Real Murcia.

Más aguantaron Adrián Hernández, Manolo Herrero, Paco García y Gustavo Siviero, que se mantuvieron hasta el mes de febrero; Lucas Alcaraz, que fue sustituido por Clemente en marzo de 2008; o José Manuel Aira, apartado tras la disputa de la penúltima jornada de la liga regular y con el equipo clasificado para el play off.

Ahora, con solo cuatro partidos disputados, en los que apenas se han sumado cuatro puntos, es Gustavo Munúa el que está comprobando lo agitado de un banquillo grana que casi siempre ha sido una silla caliente, pero no tan caliente como en este 2023.

Los murcianistas, a romper una racha de seis meses sin ganar en casa

Empezaba el Real Murcia la temporada 2023-2024 con dos derrotas consecutivas en Nueva Condomina. El Córdoba era el primero en pasar por encima de los granas, que una semana después también caían ante el Atlético Sanluqueño. Pero los problemas en casa no son nuevos. Ya condenaron a los murcianistas en el último tramo de la campaña anterior, donde no consiguieron clasificarse para el play off.

Para encontrar el último triunfo liguero del Real Murcia en Nueva Condomina hay que remontarse al pasado mes de abril, concretamente al día 2, cuando el conjunto entrenado por Mario Simón se imponía al Cornella por 4-0.

Aunque esa goleada, unida a la de una semana después en el estadio del Real Unión (1-5), parecía la del resurgir murcianista, todo acabó siendo un espejismo. De hecho, los granas cerraron la competición con cuatro partidos en casa en los que el triunfo no llegó. Perdieron frente al Atlético Baleares, el Intercity y el Eldense, y empataron con el Castellón. 

Coincidió esta caída en picado con la llegada al club de Felipe Moreno, un Felipe Moreno que no está trayendo demasiado buena suerte al equipo. Solo hay que mirar las estadísticas. Desde que es el ‘dueño’ del Real Murcia, los murcianistas solo suman 4 triunfos en 17 partidos.