Tenis

Carlos Alcaraz se pone deberes tras ceder la corona del US Open

"No soy suficientemente maduro para manejar estos partidos, tengo que aprender"

Carlos Alcaraz, con el rostro de preocupación durante uno de los descansos en su partido de semifinales. | MIKE SEGAR/REUTERS

Carlos Alcaraz, con el rostro de preocupación durante uno de los descansos en su partido de semifinales. | MIKE SEGAR/REUTERS / idoya noain / efe

Idoya Noain / EFE

Había dicho Daniil Medvedev antes de medirse en la madrugada del viernes al sábado en semifinales del Abierto de Estados Unidos a Carlos Alcaraz que para ganar al murciano no le bastaba jugar 10 sobre 10, que es como se estaba sintiendo en el último grande del año, sino que necesitaba «11 sobre 10». Lo consiguió.

El 3 del mundo se hizo gigante en el duelo ante el aún número 1 y destronó al de El Palmar en Nueva York, convirtiéndose en el rompedor de sueños. En 3 horas y 19 minutos cerró el 7-6 (7-3), 6-1, 3-6 y 6-3 que dejó a Alcaraz sin la opción de renovar título en la plaza donde el año pasado tocó por primera vez el cielo a los 19 años y abrió su palmarés de grandes, luego ampliado en Wimbledon. Y se mantendrá en los libros la marca de Roger Federer, el último que conquistó en años consecutivos título en Nueva York (cinco, entre 2004 y 2008).

Es el moscovita el que vuelve a una final neoyorquina por tercera vez en su carrera. Y este domingo a las 4 de la tarde (22.00 horas en España) se medirá ahí a Novak Djokovic, ante el que ya se llevó el título en Flushing Meadows en la anterior participación del serbio, en 2021 (el año pasado no pudo entrar en EEUU por no haberse vacunado contra Covid).

Llegaba Medvedev al encuentro con Alcaraz habiendo perdido en dos pésimos encuentros por su parte en Wimbledon y en Indian Wells. Pero en Nueva York recuperó la forma y el juego que recuerdan por qué a sus 27 años está en el número 3, por qué ha disputado ya antes otras cuatro finales en grandes. Y todo lo expuso en la semifinal con Alcaraz.

Entre los dos se estableció en el primer set un diálogo de tú a tú, de igual a igual. Pero cuando se ha llegado a la muerte súbita de esa primera manga, una dejada fallida de Alcaraz, una de las varias que se verían en la noche, abrió el marcador a favor de Medvedev.

En el segundo set las imprecisiones y fallos del murciano se hicieron más evidentes, más frecuentes. Era Medvedev el que todo lo conseguía; la pelota en la línea, la dejada... Y explotaba un servicio impresionante, anotándose tres de los juegos en blanco. Era Alcaraz el que no llegaba, el que quedaba sin respuestas.

Se colocaba ahí el murciano en un punto complicado. En su carrera ha ganado nueve de los diez partidos que ha disputado a cinco sets en grand slams, y tenía pleno de cinco en victorias en los disputados en Nueva York. Pero nunca había remontado desde dos sets abajo.

Aquí tampoco lo consiguió. Porque en el tercer set ha roto en el cuarto juego, rugiendo y pidiendo a los cerca de 24.000 espectadores de Arthur Ashe que rugieran con él. Logró anotarse la manga y llegar a la cuarta. La remontada se veía posible. Y ahí ha vuelto a tener opciones, a intentar subirse a la ola de energía de un público que quería más. Pero desaprovechó sus oportunidades de romper a Medvedev que, en cambio, no desperdició la suya. Y al final, después de que Alcaraz viera evaporarse tres oportunidades de alargar el partido, el ruso selló su triunfo en su cuarta bola de partido.

«Desconexión»

Ya en rueda de prensa, Alcaraz admitía que todavía tiene que mejorar, aprender y madurar para saber manejar esta clase de encuentros. «Este tipo de partidos (que acaban en derrota) pueden suceder incluso si yo me siento un jugador diferente (respecto al año pasado), más maduro. Él jugó un partido realmente fantástico. No pude encontrar soluciones en el partido», reflexionó en una rueda de prensa.

«Ahora soy un mejor jugador para encontrar soluciones cuando el partido no va en la dirección correcta para mí. Pero después de este partido, voy a cambiar de parecer. No soy lo suficientemente maduro para manejar este tipo de partidos así que tengo que aprender de eso», añadió.

«La principal lección es que no puedo desaprovechar las oportunidades que he desaprovechado en el primer set. No puede tener una desconexión como la que he tenido a partir del 3-3 en el ‘tie break’. Son cosas que tengo que mejorar si quiero ganar más ‘grand slam’, si quiero ser uno de los mejores», apuntó.

«Fue una desconexión mental que me ha durado el resto del ‘tie break’ y prácticamente todo el segundo set. Esas cosas no pueden suceder si quiero pelear por grandes cosas», añadió.

Alcaraz apuntó que durante esa «desconexión» se sentía como si estuviera «en la luna» y señaló que le resultó «difícil mantener la calma».

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