Medio Ambiente

Mejor biodiversidad para el Puerto de Cartagena

La Autoridad Portuaria y la Universidad de Murcia impulsan la compatibilidad de los espacios marinos y terrestres con la actividad humana

Pollos de cormorán moñudo

Pollos de cormorán moñudo / UMU

Jose Antonio Sánchez

Jose Antonio Sánchez

Un pacto por la sostenibilidad. Es el acuerdo al que han llegado la Universidad de Murcia (UMU) y la Autoridad Portuaria de Cartagena y que se ha plasmado en un contrato de investigación y desarrollo (I+D) para avanzar en los estudios sobre la biodiversidad en el entorno del puerto. La idea, que comenzó a ejecutarse en diciembre del año pasado, tiene como objetivo mejorar la compatibilidad de la actividad portuaria con la conservación de los espacios terrestres y marinos de su entorno. 

La dársena cartagenera está situada en un lugar clave, ya que alberga diez espacios de la Red Natura 2000, cuatro de estos espacios pertenecen a las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), así como de aves marinas, que anidan en islas, islotes y acantilados. También por mar, ya que es una zona en la que se produce un gran movimiento de cetáceos.

"La fragilidad de ecosistemas litorales como las islas, costas acantiladas y sierras, al estar sometidos a múltiples presiones por la variedad de actividades que concentran, como la pesca, el turismo, la industria, o el transporte. Esto requiere de la concienciación de todos los actores implicados, a los que este proyecto quiere contribuir a informar", explica Francisco Robledano, director del proyecto y profesor del área de ecología de la UMU.

La vinculación entre la Universidad y la Autoridad Portuaria tendrá una duración de cuatro años y abordará, según explican desde la institución educativa, "la distribución, demografía, dónde y cómo anidan las especies y cuál es la actividad de las aves que interactúan con la vida industrial, turística y pesquera del puerto cartagenero, con la finalidad de valorar si esta relación representa alguna amenaza para el ecosistema".

Las conclusiones de este estudio servirán para ampliar el conocimiento científico de la biodiversidad del litoral mediterráneo de la Región y mejorar y ampliar las medidas de control y gestión ambiental, algunas de las cuales ya implementa la Autoridad Portuaria de Cartagena. La investigación también controlará las aves rapaces diurnas y nocturnas y se centrará en especies amenazadas, comunes e incluso invasoras, como la cotorra argentina.

El cormorán moñudo (Gulosus aristotelis desmaresti) es una de las especies que siguen desde 2018. La instalación de cámaras de fototrampeo ha permitido registrar el comportamiento de estas aves durante la temporada de cría y desde ese año se han marcado 36 juveniles y un adulto macho, a la vez que se ha observado su distribución en el litoral murciano.