Medio ambiente

El paisaje del Mar Menor: objetivo conservación

La Comunidad concluye el primer gran documento de la estrategia para la preservación del entorno de la laguna salada que comprende más de 18.000 hectáreas y con aportaciones de 20 instituciones

El Molino Calcetera en San Pedro del Pinatar.

El Molino Calcetera en San Pedro del Pinatar. / Iván Urquizar

Jose Antonio Sánchez

Jose Antonio Sánchez

La Ley de recuperación y protección del Mar Menor establece que se tiene que fijar una estrategia para aplicar políticas de protección, gestión y ordenación del paisaje en el entorno de la laguna salada.

Esa disposición es el origen de la Estrategia del Paisaje del Mar Menor que la Consejería de Medio Ambiente y Mar Menor ha redactado como instrumento fundamental para mejorar la imagen y la calidad de vida en el Mar Menor y su entorno.

Un documento al que ha tenido acceso La Opinión y que acaba de entrar en la última fase de tramitación antes de incorporarse al Plan de Ordenación Territorial del Mar Menor.

Una estrategia que está divida en 50 unidades de paisaje que abarcan 18.431 hectáreas de los cuatro ayuntamientos ribereños y segmentada en siete grupos como los espacios naturales, las islas o hasta los entornos de las carreteras. En los espacios naturales, como las Salinas y Arenales de San Pedro, El Carmolí o Lo Poyo, entre otros, se busca potenciar el paisaje como elemento generador de calidad de vida y aprovechamiento como atractivo turístico sostenible. Misma idea que el segundo grupo, el de las cinco islas del Mar Menor con sus posibles recorridos.

Las 17 unidades de La Manga, y todas las que van desde Cabo de Palos hasta El Mojón, pasando por Mar de Cristal, Los Narejos o Santigo de la Ribera, componen el grupo de núcleos urbanos turísticos en el que se ha analizado como punto principal los accesos y paseos marítimos.

A los que siguen los núcleos interiores de San Pedro, San Javier y La Unión, que forma parte de esta estrategia, así como los periurbanos de estos municipios y de Los Alcázares. Sin dejar de lado los espacios agrícolas del arco sur de la laguna y los entornos de las carreteras AP7, N-332, RM-12 y RM-F54, que abarcan una franja de 100 metros a ambos lados de las carreteras.

Acciones directas

La estrategia, que cuenta con las aportaciones de 20 instituciones consultadas del Gobierno central, centros dependientes de la Comunidad, universidades públicas y los ayuntamientos implicados, contempla acciones según el tipo de unidad.

Este paquete de acciones tendrá que ser aprobado en última instancia por la Dirección General de Medio Ambiente y entre ellas se encuentra la creación de recorridos paisajísticos interiores en espacios naturales y la ordenación paisajística de las vías de acceso a los espacios naturales de modo que se produzca una travesía entre lo urbano y el espacio natural, es decir, diferenciación a la vez que se produce la integración de lo natural.

Estrategia para la preservación del entorno del Mar Menor

La Opinión

También se realizarán acciones para poner en valor las islas como «hitos paisajísticos relevantes para su contemplación desde los núcleos urbanos». Sobre ese tipo de núcleos tendrán lugar actuaciones de rehabilitación paisajística de accesos y eliminación de los impactos negativos que se habían detectado a la hora de elaborar esta estrategia. Sin dejar de lado el diseño e implementación de una señalización que esté acorde al paisaje urbano y con la imagen de marca del conjunto del Mar Menor.

Respecto a los accesos, tendrán lugar actuaciones de incorporación de vegetación a la trama urbana, se crearán recorridos verdes peatonales y ciclables tanto para recorridos interiores en la población como para su interconexión con el exterior y actuaciones de rehabilitación paisajística y puesta en valor de elementos patrimoniales relevantes. Por último, para las unidades agrícolas, la implementación de barreras vegetales entre parcelas.

Evaluación ambiental

Esta propuesta, conocida como documento de alcance y que incluye las propuestas de los organismos consultados, tendrá que superar además una evaluación ambiental estratégica para que pueda incorporarse al Plan de Ordenación Territorial con el título, aunque parezca sorprendente, de primer estudio del paisaje del Mar Menor.

El paisaje, explican fuentes de la Consejería de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor, se determina como el «elemento clave» para mejorar la calidad de vida tanto de los que habitan en él como de los turistas. Además, la protección de ese elemento contribuye a fomentar una «imagen de marca», debido a que genera señas de identidad y proporciona un carácter distintivo y exportable como mensaje turístico.

Mejora de la calidad de vida, sostenibilidad e imagen de marca

La Estrategia del Paisaje del Mar Menor tiene tres objetivos principales que son la mejora de la calidad de vida tanto de los habitantes del ámbito como de los turistas para afianzar la zona como destino de calidad, la sostenibilidad ambiental y económica, es decir, aunar los dos conceptos para una repercusión mayor, y la imagen de marca que invierta la tendencia actual, ya que el paisaje es una gran oportunidad que tiene que ser utilizado como herramienta para la consecución de ese objetivo.

Son seis las líneas de actuación que usarán para conseguirlo, entre las que se encuentran la conservación y gestión, reconocimiento del paisaje en materia cultural, ecológica, medioambiental, social y económica o mejorar la accesibilidad al mismo y su conocimiento. Para ello se consignan 39 puntos a seguir que incluyen, por ejemplo, la protección del paisaje íntegro de La Manga, todas las playas, la protección de islas e islotes, puesta en valor de las Ventanas Visuales del entorno del Mar Menor y especial interés en los espacios que ya están protegidos.

La restauración de los molinos es una de las ideas de las consultas

Los 20 informes de los organismos consultados se incluyen, anexos, al documento estratégico y entre las propuestas se encuentra la correspondiente a la Universidad de Murcia, que pide la restauración de elementos históricos o culturales degradados, como los molinos de viento, norias e infraestructuras agrarias y de gestión de agua tradicionales.

La Oficina Española de Cambio Climático, que depende de la Administración General del Estado, recuerda que deben tenerse en cuenta aquellas acciones que contribuyan a la conservación del suelo y al mantenimiento y mejora de la cubierta vegetal.

El Ayuntamiento de La Unión quiere incluir el tratamiento y restauración de ramblas, la restauración forestal y la integración del paisaje en nuevos desarrollos, como los industriales. O los especialistas en patrimonio histórico del ejecutivo autonómico que solicitan reforzar la identificación de los paisajes culturales.