Las mujeres con adicciones tardan 8 años más que los hombres en pedir ayuda

Las mujeres que acuden a Proyecto Hombre Murcia con problemas de adicciones son, de media, ocho años mayores que los hombres, y llegan por lo general en una fase de adicción más avanzada y con mayores patologías psicológicas asociadas al consumo.

Así se desprende de la memoria de actividades de Proyecto Hombre del ejercicio 2022, que se presentó ayer y que refleja un volumen de atención a 1.439 personas, 1.090 de ellas con problemas de adicción, y otras 349 familiares de los afectados.

La directora de la entidad, Asunción Santos, ha puesto de relieve esa diferencia en los perfiles masculino y femenino de sus usuarios: ellos llegan a Proyecto Hombre con una media de edad de 39 años y solo un 9 por ciento de los usuarios supera los 56 años, mientras que hay un 27 por ciento de mujeres por encima de esa edad.

Ellas de media acuden a la entidad con 47 años y más de un tercio (un 34 por ciento) son consumidoras de alcohol, seguidas de cerca por las que tienen adicción a la cocaína (33 por ciento) y las policonsumidoras (27 por ciento).

Entre los hombres, la mayoría, un 39 por ciento, acuden por problemas con la cocaína, y un 38 por ciento son policonsumidores, mientras que solo un 13 por ciento van por adicción al alcohol.

La directora ha subrayado que todas las investigaciones confirman que las mujeres con problemas de adicción llegan más tarde a los tratamientos y lo hacen «muy deterioradas», en fases de adicción avanzadas y «con procesos muy complejos», por lo que es esencial facilitar que puedan acudir antes a pedir ayuda para tener un tratamiento más eficaz.

Santos ha recordado que estos son perfiles generales para los usuarios adultos que tiene la ONG, que trató el pasado año a 520 personas en los diferentes programas de que dispone: el programa ambulatorio intensivo (similar a un centro de día), el nocturno (para personas que mantienen sus puestos de trabajo), el de jóvenes (para personas entre 14 y 25 años) y el residencial o de comunidad terapéutica (para los casos más graves).

También cuenta con proyectos de reinserción para participantes del programa residencial, de tratamiento en prisiones, de atención a familias y con tres programas transversales para personas que participan en alguno de los anteriores (mujeres, orientación laboral y ludopatía).

El programa de jóvenes atendió en 2022 a un total de 73 personas de las que solo 5 eran chicas. Un 45 por ciento acudió por adicción al cannabis, un 19 por ciento eran consumidores de alcohol, un 17 por ciento de cocaína y un 11 por ciento sufrían adicción a los juegos de apuestas. La adicción a los videojuegos, que había crecido en los últimos años, ha señalado Santos, ha bajado en el ejercicio anterior, pero aún no se puede hablar de una tendencia descendente.