Educación | Química y nueva doctora Honoris Causa de la UMU

María Vallet: "Me encanta divulgar la ciencia para que la entiendan niños de colegio"

Es la investigadora española más reconocida y una de las más importantes del mundo; una auténtica pionera en el ámbito de la Ciencia de los Materiales

«Me encanta divulgar la ciencia para que la entiendan niños de colegio»

«Me encanta divulgar la ciencia para que la entiendan niños de colegio»

Pascual Vera

Pascual Vera

Sus investigaciones han sido definitivas en la búsqueda de nuevos materiales para mejorar la salud, liberando fármacos en los lugares precisos y llevando el medicamento justo a los lugares donde son necesarios. Todo ello tendrá efectos muy beneficiosos en determinados cánceres.

Con más de 58.000 citas es una auténtica referencia mundial. En su grupo de investigación trabajan, además de químicos como ella, farmacéuticos, físicos, químicos, veterinarios e ingenieros, la prueba palpable de que la unión hace la fuerza y de que la multidisciplinariedad es fundamental en investigación, como ella siempre ha defendido. Le encanta estar entre jóvenes y explicarles asuntos científicos, porque, dice, «es al investigador al que toca hacer que la sociedad entienda que lo que estamos haciendo es bueno para ellos». El día 15 de mayo será investida doctora Honoris Causa de la UMU.

Usted es reconocida como pionera en el ámbito de los materiales cerámicos mesoporosos de sílice. Estos tienen aplicaciones en biomedicina. ¿Cuáles son esas aplicaciones?

Se me considera pionera en la utilización de materiales de sílice porosa. Lo que hacemos con ellos es meterles fármacos para hacer una liberación controlada. Esos materiales fueron patentados en los años 90 por la Mobil Corporation y se patentaron para utilizarlos como catalizadores con el fin de transformar alcoholes en gasolina. En el año 2000 se me ocurrió la idea de que se les podía meter dentro los fármacos para hacer una liberación controlada, dado que la sílice no tiene ninguna contraindicación, no es tóxica y es barata. Y además, en aquellos momentos habían pasado ya 10 años desde que se había liberado esa patente. Todo el mundo estaba trabajando con materiales mesoporosos de sílice pero nadie había pensado en la aplicación para medicina. Lo que hicimos fue introducir fármacos y liberarlos de forma controlada. A mí se me ocurrió en el 2001. Hoy día, aquella publicación tiene casi 3000 citas o sea que ya hay muchísima gente que está trabajando en esto. Esa es una de las cuestiones en las que se me considera pionera.

La otra cosa en la que estoy trabajando ya mucho tiempo son los biomateriales, vidrios, vitrocerámicas y cerámicas de tamaño de partículas nanométricas para regenerar huesos, y eso se está utilizando tanto en traumatología como en odontología, ya que entre sus aplicaciones se cuenta la regeneración y reparación de huesos.

Usted es la española más citada en la disciplina de Ciencia de los Materiales en los últimos 20 años, con más de 58.000 citas...

Soy la mujer más citada de todas las disciplinas, pero por delante de mí hay tres hombres.

Con 58.000 citas…

58.400, me resulta un número impresionante.

Una de las características de sus investigaciones es su enfoque multidisciplinar.

Sí, es que para trabajar en este tema hay que tener presentes muchas áreas de conocimiento. Yo estoy en la Facultad de Farmacia y trabajo con farmacéuticos, pero también con químicos en lo que hace referencia a la síntesis de materiales; con físicos para aplicar un estímulo con el fin de que se abran las compuertas y salgan los fármacos justos en el momento en que tienen que salir, también con veterinarios porque trabajamos con animales, y con ingenieros para el diseño de las prótesis. Todos estos profesionales están en mi grupo de investigación.

Sus investigaciones han permitido avances importantes en la lucha contra el cáncer, combatiéndolo de forma selectiva.

Todavía estamos trabajando in vitro y con animales, pero si esto funciona, evidentemente sería un avance importante en la lucha contra el cáncer.

Usted es ya doctora Honoris Causa por otras tres universidades, País Vasco, Jaume I y por la Rovira y Virgili, de Tarragona.

Sí, aunque mi nombramiento por la de Murcia fue anterior al de Tarragona, mi investidura será posterior.

¿Qué relación ha tenido con la Universidad de Murcia?

Con la UMU he tenido mucha relación porque me han invitado numerosas veces a participar en másteres y doctorados de calidad. Iba todos los años a dar algunas clases, y después de eso empecé a colaborar con la Universidad científicamente, y además, a una de sus estudiantes le dieron una beca para hacer el doctorado conmigo. O sea, que sí, que he tenido tanto en docencia como en investigación mucha relación, y desde luego todos los del departamento de Química Inorgánica son muy buenos amigos míos, incluyendo, por supuesto, José Ruiz López, mi padrino en el acto.

Su trabajo como divulgadora científica es muy reconocido. ¿Piensa que la divulgación puede acercar más la ciencia a los ciudadanos en general?

Parece que la ciencia le interesa solo a unos pocos. Sin embargo, con la pandemia, la gente ha percibido que, si no hubiera habido investigación en el tema, a lo mejor no estaríamos aquí ahora.

Es al investigador al que toca hacer que la sociedad entienda que lo que está haciendo es bueno para ellos.

En cuanto a los niños, que es un sector de población al que ahora me dedico mucho, está claro que no pueden elegir lo que no conocen, y cuando están en edades de ver cuál va a ser su futuro, creo que es bueno que vean qué cosas se pueden hacer, y, de esa manera, despertar vocaciones.

Cada vez que sale un resultado bueno en nuestras investigaciones, cada vez que salía un resultado que me parecía muy significativo, trataba del contarlo de manera que lo entendieran niños de colegio. Con ese fin he hecho vídeos de entre 2 y 3 minutos contando qué es lo que estábamos haciendo y qué es lo que íbamos a obtener con ello. Eso ha sido fundamental en mi trabajo de divulgación. De hecho, era rara la semana que no iba a un colegio a dar una charla de divulgación. Me encanta divulgar la ciencia.

Además de usted, sólo otras dos mujeres están en el ranking de los 100 investigadores con índice h más alto en todas las ramas del conocimiento. Aparte de darle la enhorabuena por ello, ¿no es un panorama muy pobre en lo concerniente al trabajo de las mujeres científicas?

Yo tengo 77 años. En mi época estudiábamos muy pocas. Por ejemplo, en mi colegio éramos 3 grupos de 40 chicas y llegamos a ir a la Universidad solo la mitad de una de esas clases, es decir de 120, sólo 20, o sea que la proporción es muy pequeña, y de esas 20 la mayoría no acabaron la carrera porque se iban casando por el camino y abandonaban. Lo que quiero decir es que, donde hay masa crítica, salen, pero entonces no había masa crítica de mujeres, y ahora sí la hay. El otro día estaba en un jurado y lo comenté. Observé que había muchas mujeres, y que el número es ya casi paritario, y además mujeres con unos currículums excepcionales. Eso quiere decir que esto está cambiando y va a seguir haciéndolo. Y no va a cambiar poquito a poco, lo va a hacer muy rápidamente.