Entrevista | Isabel Capel Serrano Primera bombera de la Región de Murcia

"Las mujeres somos igual de capaces que los hombres para este trabajo"

"La exigencia es igual para ambos géneros, teniendo en cuenta las condiciones de cada uno"

Isabel Capel Serrano, primera bombera de la Región de Murcia.

Isabel Capel Serrano, primera bombera de la Región de Murcia. / Iván Urquízar

Isabel Capel, a sus 44 años, ha marcado un hito: el de ser la primera mujer en formar parte de un cuerpo de bomberos de la Región, en este caso, en el de Cartagena. Nació en Murcia, pero desde hace 19 años vive en la ciudad portuaria. Su marido Ricardo, militar, y su hijo Alejandro, de 16 años, son sus dos grandes apoyos, al igual que el resto de su familia y amigos. Hace pocas semanas tomó posesión, y en tan solo dos semanas de servicio ya ha ayudado a apagar un fuego. Trabajadora y con vocación desde niña, fue hostelera 10 años y ha luchado incansablemente hasta conseguir su meta.

Primera bombera de la Región de Murcia. Un ejemplo de constancia y superación que ha conseguido marcar un hito, pese a que ella no le dé importancia. Ajena a comentarios negativos, sigue trabajando día a día para seguir progresando porque le encanta lo que hace y es su vocación desde niña.

¿Qué se siente al ser la primera bombera de la Región?

Es algo que ni me planteo y que no he tenido presente en ningún momento, prácticamente. Me veo como una compañera más. Para mí fue muy importante haber tenido como referentes a otras bomberas como María Luisa, unas de las primeras bomberas españolas. Sé que soy la primera de la Región, pero como ha habido otras antes que yo en España, me considero una más.

¿Qué sintió cuando supo que había pasado la prueba?

La mayor alegría de mi vida ha sido tener a mi hijo y la segunda haber aprobado la oposición.

¿Fue duro el proceso?

Me he preparado durante años, tanto físicamente, con entrenamientos diarios, como con un estudio intensivo. Las pruebas no son para nada fáciles. Antes de conseguirlo lo intenté sin éxito en el Consorcio y en el Ayuntamiento de Murcia, que no logré superar debido a pequeños fallos en el primer caso y a una lesión en el segundo. Sin embargo, me sirvió de preparación y para aprender de mis errores.

¿Hay diferencias entre hombres y mujeres en las pruebas?

La exigencia es igual para ambos, pero claro, hay distinciones. En algunas pruebas, como press banca o la carrera de 2.000 metros, disponemos de una horquilla mayor de tiempo. En la cuerda tenemos el mismo tiempo, pero en hombre son seis metros y en mujeres cinco metros. Para las dominadas, las mujeres logran el 10 con 21 y los hombres con 25. Son pequeñas diferencias, pero bajo mi punto de vista, teniendo en cuenta nuestras condiciones biológicas, es tan complicado para nosotras como para ellos. Ambos tenemos que trabajar muy duro para alcanzar esos niveles físicos que exigen las pruebas y la profesión. No lo tenemos más fácil.

« La mayor alegría de mi vida ha sido tener a mi hijo y la segunda haber aprobado la oposición»

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¿Recibió apoyo a lo largo del camino?

Por supuesto, tanto de mi familia como de mi entorno cercano, mi marido, su familia, mis amistades. Ha sido fundamental, en especial el de mi vecina y gran amiga Mari, que cuando mi hijo se ponía malo y yo tenía que ir a entrenar se quedaba con él. Lo cierto es que no ha habido nadie que me aconsejara dejarlo. Cuando aprobé fue una alegría inmensa para todos. Mi madre soltó la tensión contenida, porque había suspendido en otras ocasiones, y me dijo: «Hija mía, ya puedo respirar». No era consciente de lo que ella sufría por mí.

¿Ha solventado ya algún incidente?

El 1 de abril empezamos a incorporarnos en los turnos. He tenido ya mi primer servicio. Hace unos días se incendió un contenedor en Santa Lucía, de madrugada. Yo me encargué de conducir el camión y de poner la bomba de fuerza. Se apagó sin problemas y no hubo daños mayores.

¿Cómo es la relación con sus compañeros?

Muy buena, me tratan como una más y sin distinción por el hecho de ser mujer. Nos ayudamos mucho entre nosotros. Estoy muy orgullosa del compañerismo que hay y que no he visto en otros trabajos. No nos ponemos la zancadilla, pues el trabajo se debe sacar adelante entre todos. Son mi ejemplo a seguir y aprender de ellos es lo mejor que me está pasando en esta vida.

¿Ha recibido algún tipo de discriminación en todo este camino por el hecho de ser mujer?

Las primeras bomberas sí que tuvieron que sufrir discriminación, pero fueron abriéndose camino y me han allanado el camino, de modo que gracias a ellas yo no he sufrido de esos comentarios negativos, la situación ha avanzado en ese sentido.

¿Por qué cree que hay tan pocas mujeres bomberas?

Puede que por ciertos limitantes. El mío fue la altura cuando era adolescente. Y porque es un trabajo que requiere de una gran exigencia física. Hace años era más duro. También es porque quizás hay pocas mujeres como referencia, pero la situación está cambiando poco a poco. Cuando me presenté en Cartagena éramos 14 mujeres y cinco en las oposiciones del Consorcio. Cada vez se animan más y eso es positivo, ya que cuantas más referentes y visibilidad haya, más seguirá creciendo esta profesión entre las mujeres.

« Las primeras bomberas sí que sufrieron discriminación y nos allanaron el camino a las de ahora»

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¿Se considera un ejemplo a seguir?

No sé, me parece un término muy grande, aunque sí que me encantaría dar charlas en colegios e institutos para animar a las niñas y adolescentes.

¿Qué es lo que más le gusta de profesión?

No sabría decirte algo en concreto, me gusta todo lo que hacemos, porque es para evitar males mayores y para servir y ayudar al ciudadano cuando se encuentra en una situación de necesidad o vulnerabilidad: desde el rescate de una persona, hasta extinguir un incendio para que no se propague.

¿Y lo más dura?

No conseguirlo o no llegar tiempo.

¿Un mensaje para los que piensan que las mujeres son menos en esta profesión?

Hacemos el mismo trabajo que los hombres y somos igual de capaces que ellos. Uno consigue sus metas cuando se esfuerza, le gusta, lo ve claro y sabe que puede hacerlo.