Agua

Los regantes llevarán sus protestas a Madrid el 21 de diciembre por el recorte al Trasvase

El Scrats se reunirá con el presidente valenciano Ximo Puig para abordar el real decreto que recogía el freno a la subida de los caudales ecológicos en el Tajo

La Mesa del Agua acordó convocar protestas de los regantes.

La Mesa del Agua acordó convocar protestas de los regantes. / Juan Carlos Caval

EFE

La Junta Directiva del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS) viajará el próximo miércoles día 21 para protestar en Madrid contra la decisión de reducir los envíos del trasvase según el caudal ecológico del Tajo del plan hidrológico de esa cuenca que ratificará el Consejo de Ministros.

Previamente a esa protesta, los regantes se concentrarán este viernes ante la sede de la Delegación del Gobierno en la Región de Murcia, donde prevén mantener una reunión con su delegado, el socialista José Vélez, de quién pretenden escuchar "palabras de tranquilidad" ante lo que se avecina.

Así lo confirmó este lunes el presidente del SCRATS, Lucas Jiménez, quien anunció una próxima reunión con el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, cuya abogacía general ha elaborado un informe para instar al Gobierno central a que respete el proyecto de real decreto tal como fue aprobado por el Consejo Nacional del Agua, el pasado 29 de noviembre, que garantiza el futuro del trasvase.

El máximo dirigente de los regantes del acueducto advirtió que cuando los representantes de los Pueblos Ribereños despierten de su alegría verán que con esos caudales ecológicos se reducirán los caudales de Entrepeñas y Buendía creados "para diluir las responsabilidades y la mala gestión en materia de depuración".

Por ello, insistió en la necesidad de mejorar las plantas depuradoras de la cuenca de las grandes urbes de la cuenca del Tajo que actualmente vierten al río, además de mejorar los sistemas de riego de esa zona.

Las comunidades de regantes del Levante español se encuentran actualmente con "cupos restringidos" de riego a raíz de los últimos trasvases cero.

Jiménez subrayó asimismo que las plantas desalinizadoras solamente benefician a los cultivos del litoral al carecer de conexiones con los regantes del interior, por lo que sin agua de trasvase no existe una aportación alternativa para esos agricultores.

Preguntado por probables restricciones al abastecimiento humano en 2023, respondió que no ocurrirá como en el verano de 2018 en que se hizo una llamada de atención a los municipios abastecidos por la Mancomunidad de los Canales del Taibilla porque había muy poca agua disponible. "La situación no es esa y no hay que alterar a la población innecesariamente", precisó.

Por otra parte, auguró que en el futuro la agricultura que existirá es la que se practica en el Levante español porque otra no será posible, dado que alimenta a una amplia masa de población a un precio que pueden permitirse la mayoría e incidiendo lo menos posible en el medio ambiente, mediante ahorro de agua de riego y de nutrientes.

"Lo que no se puede hacer es poner el pie de los caballos a todo un sector económico", criticó Jiménez, en alusión a los recortes de agua del trasvase que llevan sufriendo desde hace años sin contar con la colaboración o el trabajo en común con la administración para solucionar el problema.