Agua

Los regantes mantienen que el recorte del Trasvase "pone en peligro" la conservación del Mar Menor

El Scrats señala en las alegaciones al plan hidrológico que los caudales ecológicos del Tajo obligarán a desembalsar 475 hm3, lo que supondrá una pérdida de hasta 100 hm3 al año de agua para el Levante

El presidente del Scrats, Lucas Jiménez, reunido ayer con el presidente valenciano Ximo Puig. | C.V.

El presidente del Scrats, Lucas Jiménez, reunido ayer con el presidente valenciano Ximo Puig. | C.V. / alberto sánchez

Alberto Sánchez

Alberto Sánchez

Se acabó el tiempo. Este miércoles finaliza el plazo para aportar propuestas o alegaciones a los planes hidrológicos del tercer ciclo de las demarcaciones de cuenca de España. Tras seis meses largos, el Ministerio para la Transición Ecológica da por terminado un periodo lleno de incertidumbre en las regiones del Levante. Y no por la planificación de la cuenca del Segura, sino por la del Tajo.

Más allá del aumento de los caudales ecológicos, la falta de análisis sobre el impacto de los recortes en los envíos de agua o que el plan del Tajo no contemple la demanda de agua del Segura, las alegaciones presentadas por el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura tocan el palo medioambiental en la Región de Murcia.

En el documento finalizado anoche tras los últimos retoques técnicos, los regantes alegan que, entre otras cosas, las limitaciones de agua en el acueducto ponen «en peligro» la conservación de espacios como el Mar Menor y otros terrenos protegidos. El Scrats mantienen que «el agua del Trasvase constituye un recurso externo de calidad que es fundamental para alcanzar el buen estado químico de las aguas», como el acuífero cuaternario del Campo de Cartagena. Sin embargo, el agua desalada «únicamente puede constituir un complemento al Trasvase ya que su alto contenido en boro y la baja mineralización del agua impacta en la calidad» de esta. Por ello, reclaman analizar los efectos «significativos» sobre las masas de agua y espacios protegidos de la Región en la evaluación ambiental estratégica del plan del Tajo.

Pero la mayor parte de las alegaciones se centran en rebatir los caudales ecológicos que el Ministerio quiere fijar en algunos tramos del río Tajo, que se marcarían a su paso por Aranjuez en siete metros cúbicos por segundo desde 2022 hasta enero del 2026, momento en el cual subirá a 8 m3/segundo para, un año después, volver a incrementarlo hasta 8,6. Con todo, si el Ministerio aprueba definitivamente estos niveles mínimos en el río, los desembalses de Entrepeñas y Buendía (de donde toma el agua el Trasvase) aumentaría a 475 hm3 anuales, lo que restaría entre 75 y 100 hm3 de agua para el Levante.

La «debilidad de los cálculos» realizados por la Confederación del Tajo contrasta con el informe científico de Luis Garrote, catedrático de Ingeniería Hidráulica de la Universidad Politécnica de Madrid. El experto señala que la simulación para la conservación del hábitat en tramos como el de Bolarque a Aranjuez no ha tenido en cuenta los datos más actualizados (de 2018) de las series de lluvias registradas en la cuenca a través del Sistema Integrado de Modelación Precipitación Aportación (Simpa).

Biodiversidad garantizada

Por consiguiente, la biodiversidad del río estaría garantizada con un caudal de 5,3 m3/segundo, inferior a los seis fijados ahora. «E incluso podría rebajarse hasta los 3,45 m3/segundo». Todo esto supondría que una cifra así en el panorama del nuevo plan hidrológico no tendría una afección importante en los envíos de agua por el Trasvase, garantizando por una parte el ecosistema en el Tajo salvando su fauna y, por otro, garantizando las aportaciones al regadío levantino. Garrote fue contundente al asegurar que el estudio para fijar los aportes mínimos solo se hizo en un tramo de 170 metros, cuando la extensión entre Bolarque y Aranjuez es de cien kilómetros.

El Scrats, que reclama a Transición Ecológica que revise de nuevo los caudales, celebra hoy una Asamblea General para formalizar la adhesión a sus alegaciones de un gran número de organizaciones: Asaja Murcia y Alicante, Apoexpa, Fecoam, Upa Murcia, Coag, Feral, Croem, Agrupal, Proexport, Froet, Comisiones Obreras Murcia, Ucomur o UGT Almería, más las Mesas del Agua de Murcia, Alicante y Almería. El Gobierno regional también tiene previsto alegar en contra aunque ayer no había terminado su documento.

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El presidente del Gobierno valenciano, Ximo Puig, reveló ayer a los agricultores afectados por el recorte del Tajo-Segura que en las alegaciones al plan hidrológico de cuenca, su Ejecutivo ha reclamado al Gobierno central que no toque el trasvase hasta conocer con datos reales qué cantidad es necesaria para mantener el caudal ecológico. Puig exige que mientras tanto el agua que circula por el río no supere los 6 m /segundo y, además, pide un estudio riguroso sobre el impacto socioeconómico que tendrá el recorte en el envío de agua.

Tras la reunión con el Sindicato Central de Regantes del Tajo-Segura, el presidente subrayó que «los cálculos empleados para determinar el caudal ecológico del Tajo no responden a criterios lo suficientemente rigurosos, razón por la cual en las alegaciones se reclama que se realicen los estudios actualizados necesarios». En cualquier caso, y mientras se elaboran nuevos cálculos, el Gobierno valenciano propone que el caudal ecológico no supere los 6,2 m/segundo durante el verano. Por otro lado, las alegaciones de la Generalitat alertan sobre las incertidumbres generadas por el caudal ecológico y la falta de estudios socioeconómicos del impacto que podría causar en un territorio dependiente del trasvase Tajo-Segura. F.J.BENITO