Semana Santa Cartagena

Semana Santa en Cartagena: Con paso marrajo

La Cofradía del Nazareno comienza el Viernes Santo con una madrugada de fervor y lo cierra con un artístico ‘Entierro’, para el sábado expresa el luto

Los granaderos ante ‘La Pequeñica’ en la recogida de la madrugada

Los granaderos ante ‘La Pequeñica’ en la recogida de la madrugada / Karma21

Carlos Illán

El Viernes Santo es marrajo y comienza con una intensa madrugada en la que procesionistas y espectadores viven constantes emociones. Es la noche más popular del año en la ciudad, superando a otras como Nochevieja. La actividad de la hermandad continuará por la noche, para despedirse de este año el sábado.

MADRUGADA DE FERVOR

La procesión del Encuentro o de 'La calle de la Amargura' data del mismo origen de la cofradía, pero fue en 1663 cuando el entonces obispo de Cartagena, Juan Bravo, encomendó a la hermandad la responsabilidad de las procesiones de este día. Hasta mediados del XVIII, sólo dos tronos procesionaban en la madrugada: Jesús Nazareno y Virgen de la Soledad. En ese período inicial surgió el 'Encuentro' de la madre que sale al paso de su hijo, tal y como recoge la cuarta estación del Vía Crucis. Ese momento cumbre tenía lugar en la plaza Mayor o del Ayuntamiento, trasladándose en 1761 a la plaza de la Merced, donde se llevó a cabo en varios puntos, estabilizándose hace unas décadas en la esquina del Palacio de Aguirre. Otros datos de interés son las incorporaciones de San Juan (1752) y de la Verónica y de los tercios de granaderos y romanos (1773), además de la primera salida del Nazareno desde la Pescadería (1982).

Cuatro desfiles pasionarios salen de distintos lugares. La Mujer Verónica lo hace desde Santa María (2 horas), Jesús de Medinaceli parte desde la UPCT (2.10 horas, con música universitaria), Jesús Nazareno sale de la Pescadería (2.30) y la Virgen Dolorosa (La Pequeñica) lo hace desde la iglesia de la calle del Aire (2.45 horas). El pasado año se introdujeron novedades que se mantienen, reduciendo la duración entre la primera salida y la recogida de la Virgen en 50 minutos.

¿Cómo fue esa anterior edición? La Pescadería volvió a estar desbordada. Cientos de personas, entre láguenas y reparos, esperaban la salida del Nazareno por esa reja que sólo se abre cada año esta madrugada. Al poco de salir, primera saeta a cargo de Paco Severo. Después, rumbo a El Pinacho y de ahí a 'El Lago', donde tiene el esperado encuentro con su madre, 'La Pequeñica'. Fue casi puntual (4.31 horas) ante una multitud inmensa de miles de personas, siendo difícil cuantificarlas. Canto de la Salve, himno de España, saetas, ovaciones, suelta de palomas... Mientras se producía ese gran momento, la cabeza de la procesión, con los hermanos del Nazareno, estaba ya a escasos metros de la iglesia. El ambiente en ese lugar era bastante más desangelado que en la plaza de la Merced, pero conforme iban llegando tercios, la cifra fue aumentando. La recogida fue brillante tanto por parte de penitentes y músicos, como por los tronos, especialmente los llevados a hombros, cuyos portapasos no escatimaban en lanzar gritos de júbilo con los nombres de las imágenes que portaban. El final fue apoteósico, con la salve, el himno de España, cohetes y los granaderos (recuperaron su vestuario blanco en 2022) rindiendo honores a la Virgen. 

VIERNES EN EL GÓLGOTA

Tercio del viernes noche del Descendimiento con el grupo al fondo

Tercio del viernes noche del Descendimiento con el grupo al fondo / Karma21

Los últimos momentos de Jesús. Su agonía, su muerte, su sepelio. Es el guión que pone en escena la Cofradía del Nazareno en un Viernes Santo marcado por el dolor. Sin embargo, es también una noche para el orgullo marrajo por el derroche de sentimiento, arte y orden, entre otros aspectos, que luce por las calles, pues la belleza de cada paso no desluce dentro de la sobriedad de la pena.

La muestra a miles de espectadores de lo acaecido, hace unos dos mil años, desde que Jesús se dirigió con la cruz hacia el Monte del Calvario (entonces Gólgota) hasta que fue enterrado, comienza en Cartagena desde 2023 con los últimos rayos de luz natural, pues se adelantó la salida en una hora. Los guiones del cortejo son los primeros que aparecen sobre la rampa de la iglesia de Santa María, tardando dos horas y media en estar toda la comitiva en movimiento. Santo Cáliz (con el trono que lleva a los cuatro evangelistas) y Granaderos son las primeras agrupaciones en la marcha. A continuación, Jesús (Nazareno) sube con el madero por su 'vía crucis' y seguirán las escenas que tuvieron como marco la colina de Jerusalén. Un romano despojará de las ropas antes de la crucifixión (Expolio de Jesús), donde se le verá en el siguiente paso con la Virgen de la Amargura a sus pies (La Agonía) y como el romano Longinos, a caballo, le clava una lanza (La Lanzada). El hijo de Dios morirá como humano y será bajado de la cruz (Descendimiento) y entregado a su madre (Virgen de la Piedad), para más tarde ser enterrado (Santo Enterramiento), siendo visto a continuación yacente (Santo Sepulcro), que es la imagen que preside esta procesión. María Magdalena, San Juan y Virgen de la Soledad muestran el dolor en los siguientes tronos, que son los que cierran.

Es la sipnosis que relatan los marrajos en su brillante 'Procesión del santo entierro' a través de imágenes de gran calidad artística, siendo el valenciano José Capuz autor de seis de las doce obras, siendo los restantes imagineros los murcianos González Moreno y Hernández Navarro, el catalán García Mengual y el sevillano Juan Abascal. Los marrajos se distinguen de los californios por su paso más largo en la procesión y otros detalles, como un adorno floral menos voluminoso para una mostrar mejor la calidad de su imaginería, la cual avanza sobre tronos, de los que la mayoría van a ruedas.

SÁBADO LUCTUOSO

El más vanguardista trono de la Semana Santa de Cartagena durante el Sábado Santo

El más vanguardista trono de la Semana Santa de Cartagena durante el Sábado Santo / Karma21

 La Cofradía del Nazareno se despide de las procesiones de este año con su cortejo menos antiguo, pues se estrenó en 1956, el cual representa la pena y el luto por la muerte de Jesucristo, pero con la esperanza de la resurrección. La ‘Procesión de la Vera Cruz’ es un desfile corto, plagado de velas y sandalias, que se alarga por la masiva presencia de nazarenos, los cuales tienen su sentido, no sólo para responder al aluvión de peticiones de postales y caramelos que reciben de los espectadores, sino para ir incorporando a las nuevas hornadas marrajas. Otra singularidad es un recorrido inverso al habitual.

Tras el grupo de la cofradía que abre la procesión, marchan los cadetes de los granaderos y el Santo Cáliz (figura en todos los desfiles marrajos) con el antiguo ‘carro bocina’ de la hermandad, como es norma en la apertura de todas las procesiones marrajas. A continuación, la Sábana Santa (réplica de la original que está en Turín), el Santo Amor de San Juan, la cruz vacía (en su cruceta figura una piedra del monte del Calvario), la Soledad de los Pobres y el piquete de granaderos. Así salen desde Santa María, para en el cruce de las calles Gisbert y Caridad incorporar a las Santas Mujeres, que han partido desde el Rectorado de la UPCT. La Virgen de la Soledad de los Estudiantes, María Magdalena y María de Cleofá (ésta es una talla del siglo XVIII) ‘caminan’ sobre el primer grupo marrajo de damas portapasos, que fue creado en 2002. El epílogo es para la Virgen de la Soledad sobre la rampa de Santa María, con canto de la salve e interpretación del himno nacional, en la última recogida marraja... por este año.  

Los marrajos están cuidando este desfile, como muestra las recientes restauraciones de la Soledad de los Pobres y del Santo Amor de San Juan, además de que este año la Virgen de las Santas Mujeres cuenta con nuevas manos. Llama mucho la atención el trono de Santo amor de San Juan por su concepción vanguardista. Fue estrenado hace tres lustros (2009) por Arturo Serra, quien prolongó la capa del santo hasta que se convierte en la montaña donde están las tres tallas.