Cartagena

Movilización contra la pérdida de párking en La Algameca por las obras del nuevo CATE

El Puerto se compromete a estudiar alternativas para que el proyecto afecte lo menos posible

Los vecinos de la Algameca Chica se movilizaron ayer por las obras de los accesos al nuevo CATE

Los vecinos de la Algameca Chica se movilizaron ayer por las obras de los accesos al nuevo CATE / Loyola Pérez de Villegas

Las obras previstas para crear los accesos hacia la nueva ubicación del Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE), que se ubicará en unos depósitos de la Armada en la falda del monte Galeras, han encontrado la oposición de los vecinos de la Algameca Chica, que denunciaron la pérdida de zona de aparcamiento en el asentamiento con los trabajos proyectados. Y es que, las labores de construcción prevén una rotonda que, según los residentes, eliminaría la mitad del aparcamiento de la parte izquierda del poblado, según afirmó el presidente del colectivo de vecinos, José Manuel de Haro.

Alrededor de una veintena de residentes han esperado hoy a los trabajadores de las obras después del anuncio de su inicio hecho la semana pasada por la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, tras reunirse con el vicepresidente de la Autoridad Portuaria, Pedro Pablo Hernández. La idea de los operarios era marcar de nuevo la ubicación de la rotonda para, posteriormente, poner en marcha la construcción. La movilización vecinal provocó que no se pudieran iniciar estas labores.

Los residentes se concentraron ayer en el asentamiento para evitar el inicio de las labores de construcción

El presidente vecinal argumentó que la pérdida de la mitad de los espacios de aparcamiento en la zona provocaba que tan solo permanecieran unos 15 puntos de párking, cuando la población en el asentamiento durante los meses de verano es mucho mayor. De Haro explicó que, con el respaldo de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Cartagena (Favcac) había solicitado una reunión con el Ayuntamiento para tratar modificar el proyecto y mantener el aparcamiento, pese a que las obras están contratadas por parte de la Autoridad Portuaria de Cartagena (APC). De hecho, dirigentes del Puerto acudieron al lugar para explicar a los vecinos el proyecto de construcción de accesos del nuevo CATE.

Los vecinos les trasladaron su exigencia para que las obras no afecten al aparcamiento. Según el propio De Haro, desde la APC se comprometieron a analizar de nuevo el proyecto y ver todas las opciones existentes para que el párking no sufra ningún cambio, aunque sin garantías de poder conseguirlo. Los residentes afirmaron que no se oponen a las obras, pero precisaron que no deben afectar al aparcamiento.

La Federación vecinal ha pedido una reunión con el Ayuntamiento para tratar de alcanzar una solución conjunta

El representante vecinal añadió que, en caso de que no fuera posible respetar las actuales plazas de párking, se debería facilitar otro espacio para dotar a la parte izquierda de la Algameca Chica de un aparcamiento que cubra las necesidades del asentamiento.

«En unos dos o tres días nos comunicarán qué alternativas existen y qué se puede hacer», explicó De Haro, quien añadió que «estaremos expectantes y seguiremos oponiéndonos a cualquier proyecto que afecte al aparcamiento y que no ofrezcan otras alternativas válidas que no resten calidad de vida a los residentes de la Algameca.

Asimismo, los vecinos advirtieron de que "el trazado actual supone la tala masiva de una de las escasas masas de arbolado que encontramos en la ciudad y en este paraje, lo cual va en contra de nuestros valores de preservación del medio ambiente". También que la carretera actual, por la que se quiere hacer discurrir la vía de acceso, "queda anegada y obstruida en época de lluvias, lo que plantea riesgos para la seguridad y la movilidad para los usuarios y trabajadores del CATE". 

Asentamiento con polémica

El poblado de la Algameca Chica no ha estado exento de polémica en los últimos años, al tratarse de un asentamiento en terrenos militares que nunca ha obtenido los permisos urbanísticos necesarios para su construcción. De hecho, los juzgados investigan cuatro construcciones en los últimos años al carecer de permisos para llevarse a cabo. Además, en 2011 el Ministerio de Defensa recibió un requerimiento del Ayuntamiento para derribar el poblado que se consiguió frenar con la movilización vecinal y la búsqueda de su protección catalogándolo Bien de Interés Cultural (BIC), algo que no se ha conseguido.

Además, se ha tratado en varias ocasiones de dotar de cierta entidad jurídica al asentamiento a través de una asociación de vecinos, pero estos intentos también han sido infructuosos. Las obras ilegales que se llevan a cabo en la zona tampoco favorecen las pretensiones de los vecinos de legalizar el poblado.