Animales

Bendición de San Antón para los 'feligreses' de cuatro patas

Centenares de personas, acompañadas por sus mascotas, se dan cita en los castizos barrios de Cartagena y Murcia para recibir la bendición, en un año sin restricciones por la covid

Laura Sánchez

Centenares de vecinos, acompañados por sus mascotas, se daban cita este martes en los barrios de San Antón de Cartagena y Murcia para recibir la bendición, en un año, por fin, sin restricciones por la covid.  

En la ermita de la capital murciana se congregaban personas como Micaela, que acude con su perro desde hace una década años y siempre pide lo mismo al santo: «Salud, para seguir disfrutando ambos».

El párroco Jorge Rodríguez, en la bendición a los animales en San Antón en Murcia

El párroco Jorge Rodríguez, en la bendición a los animales en San Antón en Murcia / Laura Sánchez

María, de 9 años de edad, asistía con su tortuga por primera vez y tenía un deseo: que San Antón cuide a su mascota. Noelia, vecina de Sangonera la Verde, comenta a La Opinión que «me enteré el año pasado, mediante la web del Ayuntamiento, y traje a Nana, mi perra recien nacida». «Este es mi segundo año y espero poder venir muchos más», indica. 

Gatos, perros,tortugas, pájaros, hamsters, conejos y hasta un pez fueron los protagonistas:ninguno se quedó sin la bendición del párroco Jorge Rodríguez, que se colocó en una tarima, a pie de calle.

"Hacen mucha compañía"

También se acercaba a la ermita, emplazada frente al jardín de La Seda, el presidente del Cabildo de Cofradías de Murcia, José Ignacio Sánchez Ballesta, que apuntaba que «es un día muy importante para Murcia y para este barrio».

«Los animales son realmente una fuerte compañía para las personas que se encuentran solas», manifestó Sánchez Ballesta, y añadió que «yo tengo la suerte de tener dos perros y la alegría con la que te reciben no tiene precio». «Además, este acto sirve para fomentar ese cuidado a los animales que tanto respeto se merecen», hacía hincapié.

Cartagena 'perruna'

En la ciudad portuaria, cientos de animales fueron bendecidos también frente a la iglesia del barrio de San Antón, en una jornada marcada por la presencia de una gran cantidad de perros. 

Este año muchos vecinos, sobre todo los niños, echaron en falta el poder ver animales más exóticos, como cabras, pájaros o reptiles. Aunque eso sí, no faltó el tradicional paseo de caballos y carruajes, en los que iban montados los ‘peques’ de la familia Solano, que recibieron su galardón ante el aplauso de las casi mil personas que abarrotaron la calle.

Nadie quiso perder la oportunidad de poder bendecir este año a su amigo peludo. Es el caso de Juan y su mujer, que se trasladaron desde La Unión con su pequeña Luna para hacerlo después de cinco años sin tener la oportunidad por motivos de trabajo. Mismo problema que aquejaba a José Antonio, que por fin este año, ya jubilado y con más tiempo libre, pudo asistir a que el párroco lanzase el agua bendita por primera a su perro Felipe. «Es que ahora le ha dado por convertirse al cristianismo», bromeaba.

Antes de la bendición tuvo lugar la misa, que contó con la asistencia de la alcaldesa, Noelia Arroyo, la vicealcaldesa, Ana Belén Castejón, y los concejales Diego Ortega, Cristina Mora, Juan Pedro Torralba y Alejandra Gutiérrez, así como otros miembros de la Corporación municipal, como José López de MC.

Durante la jornada también se repartieron los tradicionales rollos de San Antón a la puerta de la iglesia. Aunque eso sí, ya se ha perdido la costumbre de que las mujeres ‘roben’ los que se solían poner de muestra en la mesa a raíz del covid. Las barras para la venta de pulpo han corrido la misma suerte. Tan solo quedaba una, en la cafetería Despensa de María.

La alcaldesa destacó que la de San Antón es una de las «fiestas más queridas por los cartageneros», que vuelven a rendir un especial homenaje a los animales, «a los otros habitantes que tiene Cartagena». Para Arroyo, si algo tienen los animales es «ese extraordinario cariño que nos trasladan, que nos ayuda muchas veces a desarrollar facultades que tenemos limitadas».