Estas son las cabañuelas de Jorge Rey para Nochevieja y Año Nuevo

La preocupación por el cambio climático es una constante en los informativos y en las conversaciones desde hace meses: más allá de las anomalías climáticas que estamos sufriendo sin excepción durante todos los meses del año (incluído el presente mes de diciembre, donde se han llegado a registrar mercurios de hasta 30 grados en diversos puntos del sur y sureste peninsular), nuestro país se ha visto sacudido por distintos fenómenos extremos que comprometen la seguridad, la economía y la calidad de vida de las personas.

De todos los fenómenos extremos que estamos sufriendo en España (inundaciones, olas de calor, heladas, etc) el más preocupante es, quizás, la sequía: la acusada falta de lluvias que castiga a buena parte de los territorios españoles es la responsable de cortes de agua y dificultades en el suministro que prometen acrecentarse con el paso de los días, pero también del desabastecimiento y consiguiente incremento de los precios de productos como el aceite de oliva: un 'oro líquido' por sus propiedades nutricionales, pero sobre todo por los ingresos en exportaciones que reporta a las empresas y territorios que lo producen y en general a todos los ciudadanos de nuestro país mediante el retorno de la riqueza a través de los impuestos.

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El método de las cabañuelas para predecir el futuro climático

Esta situación de emergencia climática ha llevado a que incremente la preocupación entre la población sobre los pronósticos del tiempo: ante la incertidumbre, muchas personas no se pierden un telediario o una predicción meteorológica para planificar sus vacaciones, escapadas o planes en general ya que hace tiempo que resulta difícil confiar en las temperaturas y fenómenos que se supondrían típicos para cada época del año.

Ante esta demanda constante de información sobre el tiempo ha aumentado la popularidad de los métodos tradicionales como las cabañuelas o las témporas que, sin tener base científica para su análisis del tiempo atmosférico y habiendo sido desacreditados en sendas ocasiones por la Agencia Estatal de Meteorología, siguen siendo una fuente a la que acudir cuando las personas buscan una proyección más allá de lo científicamente posible.

Basándonos en modelos predictivos, es imposible que sepamos qué tiempo hará dentro de cinco meses, en Semana Santa, pero gracias a las lecturas de las cabañuelas la población puede tener una falsa sensación de control y seguridad sobre lo que va a ocurrir dentro de un periodo de tiempo que se escapa a lo vaticinable.

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La predicción de Jorge Rey para Navidad y Año Nuevo

Uno de los máximos exponentes de esta tendencia es Jorge Rey: un joven que se hizo famoso por haber predecido la llegada de la borrasca Filomena el pasado 2021 y que desde entonces utiliza su altavoz en YouTube y a través de los medios de comunicación para compartir su afición a la meteorología y a las lecturas tradicionales del tiempo atmosférico a partir de la observación del comportamiento de las grullas, los sapos o las hormigas.

Aunque ha sido desacreditado en varias ocasiones, no cuenta con la formación para predecir el tiempo y ha compartido discursos negacionistas del cambio climático que han deslegitimado sus predicciones, sigue contando con un buen número de seguidores que obliga a los medios de comunicación a seguir sus publicaciones.

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En sus últimas intervenciones ha explicado que para la semana de Navidad y Año Nuevo podemos esperar un temporal. Respecto a los días previos, el burgalés explicó que se había registrado uno en acomo no se ha visto en 145 años. Jorge Rey ha recordado que "Europa recientemente se ha enterrado bajo un manto de nieve y ha sufrido uno de los temporales más duros del siglo XXI".

Aunque ha recorado que "el invierno aún no ha empezado. La llegada de las temperaturas de casi menos veinte grados unido a las nevadas de medio metro en la capital rusa nos dejan un gran augurio delinvierno que tenemos por delante".

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Según la lectura de Jorge Rey, "diciembre ha empezado de tal forma que ha dejado grandes superficies del continente europeo bajo un manto blanco y temperaturas gélidas. El joven burgalés ha echado mano de las témporas para anunciar "la llegada de nevadas importntes, sobre todo en el norte" y "la llegada de un frío intenso que está más cerca aún".

Así, según las últimas lecturas de Jorge Rey, la transición del año 2023 a 2024 en la que se encuentran las festividades de Nochevieja y Año Nuevo estará marcada por el frío general y por las fuertes nevadas en el norte peninsular, a falta de obtener una predicción más concreta todavía para la última semana de diciembre.