Podemos decir sin miedo a equivocarnos que, en la última década, la capital de la comedia se ha trasladado de Lepe a Murcia: si antes los chistes ocurrían en el municipio onubense, en la era de Twitter y TikTok, la Región de Murcia (que, de hecho, sí existe) se ha convertido en una apuesta segura para obtener la carcajada del público.

En defensa de los humoristas, hay que admitir que más allá de la narrativa satírica que se ha levantado sobre esta esquina del país, en la Comunidad se dan sucesos realmente curiosos: como el hombre que conducía por la autovía con el pie fuera, el tractor robado por dos menores que se estrelló contra una casa en Beniel o la marca Piponazo repartiendo bolsas de pipas gratis por un árbol de Navidad viral.

Con este historial, es normal que cuando algo extravagante sucede, lo primero que piensen algunos internautas es que ha pasado en Murcia. El último ejemplo ha sido la cuenta de memes BFrog, que ha publicado la historia sobre un "Hombre drogado con hongos que rapta a una persona con enanismo creyendo que era un duende".

Un hombre drogado rapta a una persona con enanismo creyendo que era un duende

Esta historia, compartida por la usuaria KatVour el pasado 2 de octubre de 2022 comenzaba así: "Cómo olvidar la vez que un estudiante de cierta universidad, en un mal viaje, creyó que había capturado un duende, pero secuestró un enano y el enano lo denunció”.

La tuitera continuaba relatando cómo "un grupo de amigos se fue a un pueblo cercano" donde consumieron setas alucinógenas. En el transcurso de la noche, uno de los amigos desapareció: al regresar al hotel "encontraron al tipo en la puerta de la habitación, todo feliz" y asegurando "muy entusiasmado" que "había encontrado un duende" y que lo había capturado para que "lo llevara a la olla de oro".

Según relata KatVour en su hilo, cuando el compañero los condujo hasta donde estaba el "duende con la olla de oro" y abrieron el armario encontraron a un "sujeto con enanismo que procedió a denunciar el secuestro".

Aunque algunos cuestionan la veracidad de la historia (de la que hasta la fecha no hay más pruebas que el testimonio de esta usuaria de Twitter), KatVour asegura que recibió el consentimiento del universitario implicado para contarla.