Arqueología

La producción de adhesivos prehistóricos revela la complejidad cognitiva de los humanos antiguos

Su uso se remonta a cuando empezaron a fabricar herramientas de piedra, hueso, madera y otros materiales

Recipiente de corteza de abedul que contiene alquitrán caliente de un experimento reciente.

Recipiente de corteza de abedul que contiene alquitrán caliente de un experimento reciente. / Geeske Langejans.

Redacción T21

Gracias a la producción y uso de adhesivos, hace 200.000 años los humanos prehistóricos desarrollaron la planificación, el razonamiento espacial y la memoria. Controlaron el tiempo, la temperatura y la cantidad del adhesivo que producían, así como la forma de aplicarlo a las herramientas, el arte rupestre, la construcción o la decoración.

Los adhesivos son sustancias que permiten unir dos o más objetos entre sí. Su uso se remonta a la prehistoria, cuando los humanos empezaron a fabricar herramientas de piedra, hueso, madera y otros materiales.

Sin embargo, la forma en que los humanos prehistóricos producían y aplicaban los adhesivos sigue siendo un enigma para los arqueólogos.

Un equipo de investigadores de la Universidad Técnica de Delft, en los Países Bajos, del que es primer autor Sebastian Fajardo, ha desarrollado un modelo matemático que simula el proceso de producción y aplicación de los adhesivos prehistóricos. Los resultados de este trabajo se publican en Scientific Reports.

Datos experimentales

El modelo se basa en datos experimentales y arqueológicos sobre el uso de la brea de abedul, una sustancia pegajosa que se obtiene al calentar la corteza de este árbol.

La brea de abedul es uno de los adhesivos más antiguos conocidos, y se ha encontrado en herramientas de piedra y hueso que datan del Paleolítico Medio, hace unos 200.000 años.

Los investigadores sugieren que la brea de abedul era un recurso valioso para los humanos prehistóricos, ya que les permitía crear herramientas más complejas y eficaces, como lanzas, cuchillos o arpones.

Modelo matemático

El modelo matemático muestra cómo los humanos prehistóricos podían controlar el tiempo, la temperatura y la cantidad de brea de abedul que producían, así como la forma de aplicarla a las herramientas.

El modelo también revela las habilidades cognitivas que se requerían para realizar estas tareas, como la planificación, el razonamiento espacial y la memoria.

Los investigadores afirman que el modelo puede ayudar a comprender mejor la evolución de la tecnología y la cognición humanas, así como a identificar las diferencias entre las distintas poblaciones prehistóricas que usaban adhesivos.

El modelo también puede servir como una herramienta educativa para mostrar cómo los humanos prehistóricos innovaban y se adaptaban a su entorno.

Experiencia creativa

Aunque también se desconoce cómo se inició el uso de los adhesivos en la prehistoria, los arqueólogos piensan que se descubrió de forma empírica, es decir, por la observación y la experimentación con los recursos naturales disponibles.

Los humanos prehistóricos se dieron cuenta de que algunas sustancias, como la sangre animal, la resina de los árboles, la cera de abeja o la brea de abedul, tenían propiedades pegajosas que les permitían unir diferentes materiales.

Estos adhesivos se usaban para fines diversos y no solo como la fabricación de herramientas: también se usaron para el arte rupestre, la construcción o la decoración.

No se sabe con exactitud cuándo ni dónde se usaron los adhesivos por primera vez, pero la brea de abedul se ha encontrado en herramientas de piedra y hueso en Europa, Asia y África.

El uso de los adhesivos en la prehistoria demuestra la capacidad de innovación y adaptación de los humanos prehistóricos, así como el desarrollo de sus habilidades cognitivas. Los adhesivos les permitieron crear objetos más complejos y eficientes, así como expresar su creatividad y cultura.

Impacto evolutivo

Lo que sí se ha comprobado es que el uso de los adhesivos afectó a la evolución humana de varias maneras. Por un lado, permitió crear herramientas más perfectas, lo que aumentó las posibilidades de caza, defensa y supervivencia de los humanos prehistóricos.

Asimismo, los adhesivos facilitaron la unión de materiales diferentes, lo que favoreció la diversidad y la creatividad en la fabricación de objetos y artefactos.

Por último, los adhesivos requirieron habilidades cognitivas como la planificación, el razonamiento espacial y la memoria, lo que estimuló el desarrollo del cerebro y el lenguaje de los humanos prehistóricos.

Referencia

Measuring ancient technological complexity and its cognitive implications using Petri nets. Sebastian Fajardo et al. Scientific Reports volume 13, Article number: 14961 (2023). DOI:https://doi.org/10.1038/s41598-023-42078-1