Antropología / Genética

Los primeros humanos estuvieron a punto de extinguirse hace 900.000 años

Un “cuello de botella” poblacional podría haber significado el fin de los humanos modernos

La fórmula central del método de inferencia desarrollado por los investigadores para sugerir el “cuello de botella” poblacional y un grupo de ancestros humanos intentando sobrevivir.

La fórmula central del método de inferencia desarrollado por los investigadores para sugerir el “cuello de botella” poblacional y un grupo de ancestros humanos intentando sobrevivir. / Crédito: Instituto de Nutrición y Salud de Shanghai, CAS.

Pablo Javier Piacente

Una nueva investigación sugiere que nuestra población ancestral se redujo a unos 1.300 individuos hace casi un millón de años, quedando al borde de la extinción. La teoría, que ha sido rebatida por otros especialistas, se basa en un análisis genético que indica que hace alrededor de 900.000 años nuestros ancestros afrontaron un complejo "cuello de botella" demográfico, posiblemente como resultado de un fuerte cambio climático y de la separación de nuestras especies ancestrales de otros humanos primitivos.

Utilizando un nuevo método para inferir el tamaño de la población antigua en base a datos genéticos, un equipo internacional de investigadores dirigido por la Academia China de Ciencias reveló una grave disminución en la población humana ancestral que tuvo lugar hace aproximadamente 900.000 años, casi acabando con las posibilidades para que surja la humanidad tal como hoy la conocemos. 

Según explican los científicos a cargo del nuevo estudio, provenientes de China, Italia y Estados Unidos, una brecha inexplicable en el registro fósil de África y Eurasia puede entenderse ahora gracias a esta investigación. Los especialistas, liderados por Haipeng Li, del Instituto de Nutrición y Salud de Shanghai, indicaron en las conclusiones del trabajo científico, publicado en la revista Science, que el “cuello de botella” demográfico redujo la población de humanos arcaicos a un número aproximado de 1.300 individuos.

Genes que alumbran el pasado

Los cuellos de botella del pasado pueden descubrirse buscando las reducciones en la diversidad genética que generan, pero aquellos más antiguos son más difíciles de revelar que los más recientes. Li y sus colegas desarrollaron un nuevo método para estimar cambios pasados en el tamaño de la población y lo aplicaron a los genomas de más de 3.000 personas de todo el mundo.

Los investigadores denominaron FitCoal (proceso coalescente rápido de tiempo infinitesimal) al nuevo método, que les sirvió para determinar inferencias demográficas precisas a partir de secuencias genómicas humanas modernas, extraídas específicamente de 3.154 individuos. Pudieron confirmar que los primeros ancestros humanos atravesaron un “cuello de botella” demográfico severo y prolongado, que redujo la población a exactamente 1.280 individuos reproductores y se extendió durante unos 117.000 años. 

Según una nota de prensa, los resultados muestran que los primeros humanos experimentaron una disminución extrema de vidas y, por lo tanto, una pérdida considerable de diversidad genética. Las causas de esta importante reducción de la población ancestral humana son principalmente climáticas, según esta visión: los eventos de glaciación en esta época provocaron cambios en las temperaturas, sequías severas y la pérdida de otras especies, potencialmente utilizadas como fuente de alimento por los humanos arcaicos.

¿Un cambio climático o el cromosoma 2?

Pero aunque esta investigación ha iluminado algunos aspectos de los ancestros del Pleistoceno temprano y medio, quedan muchas preguntas por responder. En un artículo publicado en New Scientist, el científico John Hawks, de la Universidad de Wisconsin, en Estados Unidos, quien no participó en el estudio, sugiere que los primeros humanos en África se dividieron en varias poblaciones distintas, con algunas migraciones y fusiones ocasionales entre ellas. Es posible que esta estructura poblacional haya dado lugar a la aparición de un cuello de botella, al extenderse estas separaciones por distintos motivos.

En tanto, otra investigación publicada en la revista Science por los científicos Nick Ashton y Chris Stringer rebate la teoría de Li y su equipo. Estos especialistas indican que las ausencias en el registro fósil no son suficientes como prueba de un evento global tan intenso de cambio climático, que redujera notoriamente la población de nuestros antepasados. 

Por otro lado, el trabajo de Li y sus colegas muestra que el momento del cuello de botella coincide con el período en el cual dos cromosomas existentes se fusionaron para formar el cromosoma 2. Este evento genético crucial determinó que los humanos tengan sólo 23 pares de cromosomas, en lugar de los 24 que poseen los chimpancés y gorilas. En otras palabras, el cromosoma 2 inició el camino para el desarrollo de los humanos modernos

En ese sentido, es probable que en lugar de haber existido una reducción repentina de la población debido a un cambio climático drástico, en realidad el “cuello de botella” demográfico podría explicarse por un proceso de especiación, en el cual un pequeño número de individuos se separó de otros humanos primitivos después de que evolucionara el cromosoma 2.

Referencias

Genomic inference of a severe human bottleneck during the Early to Middle Pleistocene transition. Wangjie Hu et al. Science (2023). DOI:https://doi.org/10.1126/science.abq7487

Did our ancestors nearly die out? Nick Ashton and Chris Stringer. Science (2023). DOI:https://doi.org/10.1126/science.adj9484

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