El autor del crimen de la casa cueva de Archena alega que iba ebrio y no quería matar a su amigo

Catorce años de cárcel por un delito de homicidio. Es la pena que, como adelantó La Opinión, solicita la fiscal para José Antonio R.C., el hombre de 38 años de edad que mató de una cuchillada a su amigo Luis en abril de 2022, tras compartir un cartón de vino en su domicilio de Archena, en el conocido como crimen de la casa cueva, pues los hechos sucedieron en una vivienda de estas características, en el paraje de La Serretilla del citado municipio.

La defensa de José Antonio, sin embargo, cree que este hombre no quería matar a su amigo: que lo sucedido fue un homicidio imprudente y que, en el momento de los hechos, se encontraba bajo los efectos del alcohol y la droga. En su escrito de defensa, presentado la semana pasada y al que ha tenido acceso este periódico, el abogado que lo representa, Valentín Fernández, pide un máximo de tres años entre rejas para su cliente (si se considera que lo acontecido fue un homicidio por imprudencia) y de siete (si se le condena por homicidio, donde solicita que se apliquen las atenuantes de confesión y de intoxicación).

Fernández indica que José Antonio "solía acudir a casa de Luis a charlar, comer y beber vino y cervezas, al igual que a consumir sustancias estupefacientes". La noche del crimen, "sin que conste el motivo, empezaron a discutir ambos, y José Antonio cogió un cuchillo que estaba cerca de ambos y le asestó una puñalada en el abdomen izquierdo, lo que desafortunadamente desencadenó en resultado de muerte".

"Mi defendido, en ningún caso, buscaba el resultado de muerte solamente lesionar", hace hincapié este profesional.

"Lo he matado"

"Acto seguido, al comprobar lo que había hecho y ver que había matado sin intencionalidad a su amigo, abandonó la casa la víctima y se dirigió a la casa de un vecino del mismo poblado, Claudiu M., a quien le manifestó que había pinchado a Luis y lo había matado. A continuación, es la pareja del referido Claudiu, María Gloria, quien avisa a la Policía por teléfono", prosigue el escrito de la defensa.

"El primer testigo de referencia que conoce los hechos es el vecino Claudiu, quien, en su declaración ante los agentes de la Guardia Civil, reitera que iba borracho el acusado, que lo veía la mayoría de veces borracho y que sabía que era consumidor habitual de cocaína".

Ocho meses sin drogarse

Valentín Fernández explica que el examen del Instituto de Medicina Legal de Murcia sobre su cliente se llevó a cabo en enero de 2023, cuando el crimen fue en abril de 2022. Cuando le vio el forense, "llevaba más de ocho meses interno en prisión y sin consumir, por lo que no puede valorarse efectivamente por parte del forense el estado del acusado el momento de los hechos, si bien el forense indica la posibilidad de que hubiera estado influenciado por el consumo de sustancias tóxicas".

"Y es que, ateniéndonos a las pruebas que constan en autos, lo único que puede acreditarse, conforme a las distintas declaraciones realizadas por testigos y fuerzas de seguridad, es que el acusado, el día de los hechos, estaba visiblemente intoxicado, con un comportamiento inusual, no correspondiente con el de una persona que esté consciente de los hechos, realizando comentarios inapropiados, como cuando solicita dar un beso de despedida a la víctima, lo que es claramente indiciarios de un trastorno mental transitorio", subraya el letrado.

Si se considera un homicidio imprudente, Fernández pide que el sujeto cumpla tres años de cárcel; si no se considera imprudente, siete años máximo.

Además de cumplir catorce años en prisión, la fiscal estima que el hombre ha de indemnizar con 103.000 euros a la madre del fallecido y con 50.000 euros a cada una de sus dos hijas. En el escrito de defensa, Fernández detalla que no hay "nada que indicar al respecto" sobre la responsabilidad civil.

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El de Archena fue el tercer crimen del año 2022 en la Región, tras el asesinato de Claudia en Totana a manos de su novio Johan Styven, que la cosió a cuchilladas y escondió su cadáver en un trastero, y el crimen acontecido en una casa okupa de La Unión, también con armas blancas de por medio.