El individuo de nacionalidad española y 36 años de edad que era detenido de madrugada como presunto autor de la muerte a cuchilladas de otro hombre en Archena admitió, ante los investigadores, su crimen: "Señor agente, lo he matado", llegó a afirmar, indican fuentes cercanas al caso.

Tras perpetrar el crimen, en una casa cueva del paraje de La Serretilla, el sujeto, de nombre José, avisó a otros vecinos de la zona, que alertaron a la Policía. Según estos residentes, el sospechoso presentaba síntomas de encontrarse bajo los efectos de algún tipo de sustancia.

Fue la Policía Local de Archena la que pidió ayuda inmediata a Emergencias: había un hombre con heridas de arma blanca y precisaba de atención urgente. Sin embargo, ya nada pudieron hacer los sanitarios por su vida: el hombre, de nombre Luis, había fallecido de forma violenta.

De madrugada, se produjo entre dos varones, que se conocían de antes, una pelea, que fue subiendo de tono hasta el punto de que salió a relucir un arma blanca, en las manos de uno de los participantes. La pelea verbal pasó a enfrentamiento físico y acabó en tragedia.

La Policía Local solicitó, sobre la una y media de la mañana, la ayuda para la calle Agustina de Aragón y, cuando pidieron presencia sanitaria, ya temían que Luis, de origen paraguayo, y que yacía en el suelo, pudiese estar fallecido: presentaba cuchilladas. Una especialmente grave: tanto, que le costó la vida.

El cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Murcia, para realizarle la autopsia. Una primera inspección ocular, a falta del informe completo del forense, reveló que había sido una puñalada la que le costó la vida.

El sospechoso quedó en custodia del Instituto Armado, Cuerpo competente para llevar a cabo la investigación. Los investigadores de la Policía Judicial tienen 72 horas para ponerlo a disposición judicial, como supuesto autor de un delito de homicidio. Será el Juzgado de Molina de Segura el que decida su destino.

El de Archena es el tercer crimen del año en la Región, tras el asesinato de Claudia en Totana a manos de su novio Johan Styven, que la cosió a cuchilladas y escondió su cadáver en un trastero, y el crimen acontecido en una casa okupa de La Unión, también con armas blancas de por medio.