El sospechoso de incendiar la casa de su ex con siete niños dentro en Lorca se ocultaba en el campo

Se escondía en una casa de campo aislada. En apenas unas horas, se estrechó el cerco y dieron con él. La Policía Nacional localizaba y arrestaba de madrugada al hombre al que se buscaba durante todo el día por, presuntamente, haber pegado fuego al piso donde vivían su exesposa y sus tres hijos en el casco urbano de Lorca. Dado que el sospechoso estaba desde el principio plenamente identificado, las pesquisas policiales se centraron en comprobar dónde podía ocultarse, para tratar de burlar la acción de la Justicia. Y es que se le buscaba por, presuntamente, provocar un incendio que pudo haber costado la vida no solo a sus tres vástagos: también a otros cuatro menores de edad, en total siete.

Tal y como indica el cuerpo en un comunicado, el sujeto, al que un juzgado puso en su momento una orden de alejamiento de su ex, estaba en una vivienda apartada, en una zona rural. Los agentes se movilizaron al lugar, dieron con él y lo detuvieron. Al tratarse de un episodio enmarcado en la lacra de la violencia de género, del caso se ocupan investigadores de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Comisaría de Lorca.

El sospechoso, que, según indican sus vecinos y confirman fuentes cercanas al caso, tenía un carácter violento con su esposa, Fátima, en máximo 72 horas será puesto a disposición del Juzgado de Guardia de Lorca.

"Si los bomberos tardan cinco minutos más, estaríamos muertos"

"Cinco minutos más y estaríamos muertos"

Fátima y sus hijos sobrevivieron al incendio. Ella afirma, en declaraciones a La Opinión, que se despertó y vio "mucho humo y una bombona de butano ardiendo por fuera de la puerta". La mujer, de 37 años de edad y madre de tres hijos de 14, 9 y 6 años de edad, indicó que desde hace dos años se encuentra en trámites de separación del que fuera su esposo, debido a que él tenía problemas con el alcohol.

"Si los bomberos tardan cinco minutos más, estaríamos muertos", remarcó Fátima. "El humo era muy espeso y negro, apenas se podía ver, pero cogí a mis hijos y el teléfono móvil y salimos a la terraza".

Muy nerviosa y gritando, la mujer pedia socorro: las llamas y el humo se estaban introduciendo en el interior de la casa y temía por su vida, por la de los menores y por la de un allegado que la acompañaba. Un vecino que aporreó las paredes para intentar despertar a la familia. Este vecino acabó pernoctando en un albergue: su casa también quedó seriamente afectada.

Al lugar se movilizaron bomberos, agentes de la Policía Local de Lorca, efectivos de la Policía Nacional (cuerpo competente para asumir la investigación) y ambulancias, para atender a las personas. Afortunadamente, nadie precisó ser trasladado a un hospital. Los afectados bajaron a la calle y los sanitarios comprobaron sus constantes vitales para corroborar que estaban bien. Los bomberos sofocaron el incendio, causado por la bombona de butano que había en la puerta del piso de Fátima.

"He estado viviendo con mucho miedo a que hiciera realidad sus amenazas. Nuestros problemas empezaron hace dos años, cuando él empezó a beber. Ahora se ha convertido en una persona a la que ni siquiera reconozco, y temo que pueda ser un peligro para mí y para mis hijos", manifestó luego la mujer a este diario.