Roger, el presunto asesino del campo de tiro, obligó a sus rehenes a punta de pistola a llevarlo a Murcia

Roger L.S, el joven que mató a un trabajador de un club de tiro de Canovelles, en Barcelona, era detenido a primera hora de la mañana de Domingo de Resurrección en la estación del Carmen, en Murcia, donde llegó tras tomar dos rehenes y, a punta de pistola, obligarlas a que lo llevasen en coche a la Región. El sospechoso, de 20 años, será este Día del Bando puesto a disposición del Juzgado de Guardia, que previsiblemente se inhibirá en uno de Cataluña.

Detienen en la estación del Carmen al hombre que mató al trabajador de un club de tiro de Barcelona

El crimen tuvo lugar el sábado, cuando el chico presuntamente abrió fuego contra su víctima en al menos cinco ocasiones, cuando practicaba en un centro de tiro del que es socio en la citada localidad barcelonesa. La persona que recibió los disparos, un trabajador del club, quedó en estado crítico y poco después se certificó su muerte.

Según los testigos, Roger pidió al empleado un cambio de armas y, de pronto, empezó a dispararle. Las cámaras captaron cómo el joven disparó al instructor por la espalda. Además, encañonó a otro socio del club.

Tras el tiroteo letal, Roger escapó y los Mossos d'Esquadra, el cuerpo que quedó cargo de la investigación, empezó las tareas de búsqueda. La cual dio sus frutos en Murcia, en concreto en la estación de ferrocarril donde, según fuentes cercanas, el chico pretendía coger un tren y huir.

El sospechoso llegó a Murcia secuestrando un coche: presuntamente, amenazó a punta de pistola a dos mujeres que viajaban en un vehículo y las obligó a conducir, de noche, a la estación del Carmen. Durante el trayecto, apuntan las mismas fuentes, Roger habría confesado a las mujeres su crimen. Al llegar, tras casi 600 kilómetros en la carretera, el sujeto se bajó del coche. Las rehenes alertaron a la Policía de lo que les había pasado y los agentes procedieron a capturar al joven.

Amenazas a la Policía

Fuentes cercanas al caso afirman que, al detenerlo, la Policía tuvo que reducirlo, la que amenazó a sus agentes: llegó a empuñar una de las armas de fuego que llevaba consigo.

Por su lado, el Ayuntamiento de Canovelles manifestó en un comunicado su apoyo a los familiares y amigos de la víctima mortal y agradecía la "rápida actuación" de la Policía. El Consistorio se ha puesto en contacto con los familiares de la víctima y con los responsables del club de tiro y a disposición de los Mossos d'Esquadra, que están investigando los hechos.

El sospechoso se presentó a las pruebas de acceso para ser soldado profesional en el Ejército de Tierra, aunque en 2022 fue dado de baja en el proceso selectivo tras solicitarlo, con lo que no llegó a ser militar.