Judicial

Intentó violar a su sobrina menor de edad mientras ella hacía una videollamada en el baño

El individuo, murciano de 32 años y que ya había atacado a la adolescente otras veces, admite que intentó despojarla de la toalla y forzarla

Concentración frente a la Catedral de Murcia, este jueves, para clamar contra la violencia machista.

Concentración frente a la Catedral de Murcia, este jueves, para clamar contra la violencia machista. / Francisco Peñaranda Saura

Ana Lucas

Ana Lucas

Un murciano de 32 años ha ingresado en la cárcel por un delito consumado de agresión sexual con acceso carnal, tras admitir en sede judicial que atacó a su sobrina en varias ocasiones, una de ellas mientras la adolescente, de entonces 16 años, hacía una videollamada con un amigo en el baño.

La Audiencia Provincial de Murcia ha condenado a este individuo a cuatro años entre rejas y diez más de libertad vigilada. Y la sentencia es firme. Además, el sujeto sí entra en prisión, ya que “todas las partes estuvieron conformes con que no concurrían alternativas al cumplimiento de la pena privativa de libertad impuesta más que su estricto cumplimiento en centro penitenciario”, se detalla en la resolución judicial, a la que ha tenido acceso La Opinión.

“Si quieres tabaco, me la tienes que chupar”

Tal y como se lee en el relato de hechos probados, y reconoció el propio violador, los primeros ataques tuvieron lugar en casa de la abuela de la víctima, a su vez madre del sujeto. La adolescente mostró a su tío unas fotos y él empezó a decirle “que estaba muy buena, que iba provocando y que, si no fuera su tío, le iba a hacer un trabajo, a la par que se recostaba sobre ella con la intención de tener con la misma trato sexual”. La chica se levantó del sofá y se marchó de la casa.

Tiempo después, un día la joven pidió a su tío un cigarro y él le contestó: “Si quieres tabaco, me la tienes que chupar”. Otro día, se abalanzó sobre la menor y “sujetándola enérgicamente, le introdujo los dedos en la vagina, metiéndolos por debajo de los pantalones”, sin que la joven fuera capaz de zafarse. La llevó a la cama, le arrancó la ropa y trató de violarla. La chica finalmente logró huir y se metió en el cuarto de baño.

La madre no quiso denunciar

Mientras hablaba por teléfono con un amigo, con una videollamada, el sujeto irrumpió en el baño “y trató de meterle mano por debajo de la toalla que llevaba puesta y de desnudarla, a la par que continuaba diciendo obscenidades”, apunta la sentencia.

Esa misma noche, la menor contó lo sucedido a su madre, la cual “no interpuso denuncia para evitar la ruptura familiar”. Meses después, la adolescente relató los hechos a una de sus profesoras de cuarto de la ESO, y fue la docente la que lo puso en conocimiento tanto del centro educativo como de la Guardia Civil.

Además de la pena de cárcel y libertad vigilada, el hombre tendrá que indemnizar con 10.000 euros a su víctima, a la que no podrá acercarse a menos 300 metros durante una década.