Investigación

‘El Luli’, aclamado en la reconstrucción del tiroteo de Las 600: "Todos estamos contigo"

Tres meses después del suceso, el joven, "muy emocionado y muy arrepentido", vuelve al barrio y manifiesta que si mató a dos de los hombres que entraron en su casa aquella noche fue para defenderse

Familiares y amigos de Obdulio, alias ‘Luli’, ayer con una pancarta para apoyarle.

Familiares y amigos de Obdulio, alias ‘Luli’, ayer con una pancarta para apoyarle. / Loyola Pérez de Villegas

Ana Lucas

Ana Lucas

«Defendiste tu vida y la de tu familia». «Libertad Luli». «Todos estamos contigo». Son algunas de las frases que se leían en las pancartas que colgaban este miércoles de los balcones y ventanas del barrio de Las 600, en Cartagena, donde Obdulio, alias ‘El Luli’, regresaba, para recrear qué pasó aquella noche del pasado mes de noviembre que se saldó con dos muertos: uno, en el mismo garito de la barriada Virgen de la Caridad, y el otro después en el hospital, al no poder sobreponerse a la gravedad del disparo que le había alcanzado en la cabeza. 

En medio de un amplio despliegue policial, ‘El Luli’, de 28 años, volvía al lugar de los hechos. Con pancartas, aplausos y mensajes de apoyo lo recibían familiares y vecinos, asomados a los balcones.

A esos dos hombres los mató ‘El Luli’, y él no niega que así sea, aunque apostilla que lo hizo para defenderse. Lo mismo cree su familia. «A mi hermano vinieron a arrebatarle la vida y él se defendió. Mi hermano se defendió, defendió lo suyo, actuó en defensa propia», tiene claro un pariente de Obdulio, presente en el lugar.

El hermano del Luli explica los hechos durante la reconstrucción

El hermano del Luli explica los hechos durante la reconstrucción / Loyola Pérez de Villegas

El abogado de ‘El Luli’, Rafael Páez, explica que la noche de los hechos el hombre se encontraba en su casa cuando vio entrar a «un grupo de encapuchados», los cuales «le reclaman una deuda, y él se niega a pagarla». «Una deuda o una comisión por vender sustancias estupefacientes», precisó.

"Los encapuchados le reclaman una comisión por vender sustancias y él se niega a pagarla", detalla su abogado

«Ante esa negativa, le pegan una paliza y le lanzan un disparo», sostiene el letrado, al tiempo que admite que entonces Obdulio «sacó un arma para defenderse y ahí es toda la secuencia: más de cuarenta o cincuenta disparos».

‘El Luli’, custodiado por la Policía Nacional en el transcurso de la reconstrucción.

‘El Luli’, custodiado por la Policía Nacional en el transcurso de la reconstrucción. / Loyola Pérez de Villegas

«Él está muy arrepentido por lo que sucedió», remarcó Páez. Y, al regresar a su barrio, se mostró «muy emocionado, al ver a su madre, a sus hijos y, sobre todo, por situarse en la escena donde pasó todo». El tiroteo mortal le ha dejado «traumatizado».

El proceso se encuentra en instrucción, al tiempo que la Policía Nacional continúa con la investigación abierta.

Vuelco de drogas, ajuste de cuentas o querer silenciar a alguien. Que lo sucedido tiene que ver con el narcotráfico es algo que tienen claro los investigadores de la Policía Nacional desde que recibieron aquel aviso, un sábado por la noche, para alertar de que se estaba produciendo el tiroteo.

Entonces, uno de los hombres llegó a atrincherarse en el interior del lugar, mientras que Obdulio, con un tiro en la pierna, era trasladado al hospital. Aquel hombre atrincherado se entregó al poco y fue llevado también al Santa Lucía: presentaba una grave lesión en la cabeza, lesión que le acabó costando la vida

"Ellos dicen que no estuvieron"

Además de ‘El Luli’, por el tiroteo mortal fueron detenidos otros dos hombres, los cuales no estuvieron presentes en la reconstrucción este miércoles porque «ellos mantienen que no estuvieron aquí», detalló Páez.

«Falta el análisis de la autopsia, balística, muchas diligencia policiales... pero, en un estado de necesidad, en el que Obdulio estaba ante más de quince personas, vamos a pelear por la eximente incompleta», dijo el letrado.

El propio Obdulio dijo que quería hablar con los periodistas congregados en el lugar para dar cobertura a la reconstrucción. Ahí reiteró que lo sentía muchísimo y que solamente se defendió. Y, al salir del lugar, para ser llevado de nuevo a la cárcel, el vecindario volvió a estallar en aplausos.