La Policía Nacional continúa con la investigación del tiroteo registrado el sábado por la noche en la barriada cartagenera Virgen de la Caridad, más conocida como Las 600, que dejó un reguero de sangre y muerte. Todo pasó en la vivienda social de Obdulio, alias 'El Luli', un joven de 28 años que es uno de los dos detenidos tras el suceso: él, presuntamente, mató a tiros a un rival e hirió gravemente a otro, también arrestado. Este otro es el ucraniano que se atrincheró y obligó a actuar al negociador de la Policía. Finalmente, no tuvo otro remedio que entregarse: llevaba un tiro en la cabeza, su vida corre peligro.

El ucraniano fue llevado al Virgen de la Arrixaca de Murcia, dada la gravedad de sus heridas, mientras que 'El Luli' permanece en el Santa Lucía de Cartagena: el tiro le alcanzó en una pierna, su estado no reviste gravedad. Ambos están en calidad de detenidos y bajo custodia policial. Vigilados 24 horas, no solo para evitar su fuga, sino para impedir hipotéticas represalias: si alguien encargó, como se sospecha en una de las principales líneas de investigación, que había que matar al 'Luli', podría volver a intentarlo en el propio hospital. Mientras la Policía continúa con las pesquisas, la autoridad judicial ha decretado el secreto de sumario.

Tras el tiroteo mortal de Las 600, balazos en una de las puertas del inmueble registrados por la Policía. Loyola Pérez de Villegas

Fuentes cercanas al caso informaron de que los hechos se habrían producido en un garito de droga, un lugar tristemente conocido porque ahí acuden personas adictas a adquirir sustancias estupefacientes. De hecho, tanto el presunto atacante como los tiroteados son viejos conocidos de la Policía por su presunta relación con el narcotráfico en Cartagena. 'El Luli', sin ir más lejos, fue uno de los detenidos en la macrooperación contra el tráfico de drogas del Día de la Región de 2020, que llevaba a cabo a la Benemérita. En este operativo, dirigido por el Instituto Armado, pese a estar en demarcación de Policía Nacional, se desmantelaron una treintena de garitos de drogas y se produjo el arresto de un policía de Cartagena, acusado de ayudar a los traficantes. Aunque este agente quedó en libertad tras comparecer en el Juzgado, continúa suspendido de empleo y sueldo.

Fuentes cercanas al caso apuntan que, a raíz de esta operación, alguien sospechó que 'El Luli' podría estar "yéndose de la lengua". Una de las hipótesis es que las personas que entraron a su casa, una vivienda de planta baja ubicada en una de las barriadas más deprimidas de Cartagena, actuaron mandadas por alguien, que tendría en mente matar al 'Luli', o darle un susto, al pensar que estaría colaborando con la Justicia. "Eran sicarios", afirman vecinos de la zona. Precisamente los residentes en el lugar, la calle Alcalde Manuel Carmona, dieron la voz de alarma, al escuchar los tiros.

Emergencias recibía el aviso y al lugar se movilizaban rápidamente agentes de la Policía Local y Nacional, así como ambulancias, para atender a los heridos. 'El Luli' estaba fuera de peligro: estaba consciente, el disparo no dañó zonas vitales (le alcanzó una extremidad) y fue trasladado a recibir atención médica al hospital más cercano. Antes, había conseguido, como él argumenta, "defenderse". Disparó porque entraron en su casa a por él, ha declarado.

Tras salir el habitante de la vivienda y ponerse a salvo, el ucraniano, con un tiro en la cabeza (donde le alcanzó 'El Luli') se atrincheró en el garito, arma en mano, lo que obligó a movilizar al negociador de la Policía Nacional. Mientras, en el sofá, yacía el cuerpo sin vida de otro joven, al que presuntamente habría abatido el joven de 28 años, al ver que entraban a su casa a por él. El ucraniano, que sangraba abundantemente (tenía el rostro "rojo", dicen testigos) acabó saliendo y trasladado de urgencia al hospital.

¿Había más asaltantes?

Ahora, tanto el ucraniano como 'El Luli' se encuentran ingresados, todavía. Sus declaraciones en sede judicial serán claves para esclarecer qué pasó. Mientras, la Policía no descarta que fuesen más las personas las que asaltaron la vivienda, a tenor de lo que afirman testigos. Estos hipotéticos asaltantes (dos, pues serían cuatro en total) habrían huido. Vecinos aseguran que los vieron llegar en un coche y que cubrían sus rostros con capuchas.

Vuelco de drogas, ajuste de cuentas o querer silenciar a alguien. Que lo sucedido tiene que ver con el narcotráfico es algo que tienen claro los investigadores de la Policía Nacional. Al haberse decretado el secreto del sumario, desde el cuerpo no confirman qué línea de investigación va ganando peso.

Se da la circunstancia de que el tiroteo mortal aconteció en el mismo barrio, Las 600, donde hace cuatro años ‘Los Gasolinas’ protagonizaban otra sangrienta masacre a tiros. Los culpables lo admitieron luego en el juicio, en 2020, en la audiencia de la ciudad portuaria. Se sentaron en el banquillo de los acusados son una mujer y cuatro hombres. Ellos, Joaquín M. F. alias 'Hitler', Joaquín M. R. hijo e Israel M. F.; ella Ana M. R.

Uno de los 'Gasolinas', sonriente y esposado en el banquillo. Iván Urquízar

Se condenó a Joaquín M.R. a una pena que suma 32 años de prisión como autor de un doble asesinato y a su padre, Joaquín M.F., alias 'Hitler', a 10 años de prisión como cómplice. Igualmente condena a Israel M.F. a 10 años por un delito de tentativa de asesinato y a Ana M.R. a 4 años y 6 meses de prisión por tentativa de homicidio. Además, los cuatro fueron condenados a 6 meses más de prisión y por tenencia ilícita de armas.