Opinión | Cartagena D.F.

Reflexión

Que nunca perdamos el poder de introducir un sobre en una urna manifestando nuestra voluntad y que nunca perdamos el derecho a exigir que cumplan con eso que nos prometen todos, trabajar por y para los ciudadanos

Protestas en la estación de tren de Cartagena por mejores conexiones ferroviarias.

Protestas en la estación de tren de Cartagena por mejores conexiones ferroviarias. / Iván Urquízar / LMU

Una manifestación para exigir conexiones ferroviarias dignas con el resto de España, un frente común para que se rescate de la condena al proyecto del puerto de El Gorguel, los incidentes entre inmigrantes y la policía en el CETI del Hospital Naval o la escala vista y no vista de otro buque del que, dicen, puede llevar armas para Israel son las noticias que nos hemos desayunado esta semana, aunque no me digan que no les aburren, que ya no suenan a nuevas y que es más de lo mismo, porque llevamos leyendo titulares muy parecidos desde hace semanas, o meses, e incluso desde hace años, en casos como el de El Gorguel o los trenes tercermundistas que sufrimos tanto tiempo. A mí me dan para reflexionar en esta jornada preelectoral.

Leo que el lema de la manifestación de esta semana reza lo siguiente: «Un futuro con tren para Cartagena». Pues claro que sí, pero lo que necesitamos es que ese tren digno y veloz sea presente y que ese futuro sea ya, cuanto antes, porque cada día perdido supone, como mínimo, una puerta cerrada a nuestro desarrollo.

Inmigrantes, proyectos, comunicaciones o puerto son grandes cuestiones que preocupan y ocupan a nuestros representantes en la Administración, pero también son el campo de batalla donde se desarrollan las disputas electorales, y recuerden que mañana tenemos una cita con las urnas para designar a quienes mandamos a la UE para que defiendan nuestros intereses, porque, como decíamos la semana pasada, Europa no es algo lejano, también está aquí. Precisamente, si están viendo tanta disputa relativa a estos asuntos en estas últimas semanas, se debe a la trifulca electoral que nos montan cada vez que piden nuestro voto, en la que nos muestran más lo malos-malísimos que son los otros que las supuestas bondades de sus iniciativas y programas.

Lo de las sospechas de buques con armas para Israel en los muelles de Cartagena que denuncian Podemos y algunas asociaciones es delicado, porque podemos sospechar de cualquier cosa, el miedo es libre, pero hay que ser serios, salvo que lo que pretendamos realmente sea poner nubarrones en la buena travesía que guía a nuestro puerto desde hace un cuarto de siglo. Así que, abramos bien los ojos para que se nos borren esas miradas sospechosas y atinemos más si no queremos espantar los tráficos que atracan y alimentan el motor de nuestra economía regional.

Afortunadamente, tenemos la música para calmarnos, y de eso no nos va a faltar en Cartagena este verano. Entre los conciertos del Fuerte de Navidad, el Rock Imperium, La Mar de Músicas o el Cartagena Folk tenemos de sobra para aislarnos de tanto ruido y mirar al futuro con serenidad y con la confianza de que bien sea en Europa, en España, en la Región de Murcia o en esta bella y querida ciudad de tesoros del ‘Mare Nostrum’, en nuestra Gran Cartagena, más allá de lo que proclamen y digan desde sus púlpitos aquellos a los que elegimos, el futuro, nuestro futuro, depende de nosotros mismos. Que nunca perdamos el poder de introducir un sobre en una urna manifestando nuestra voluntad y que nunca perdamos el derecho a exigir que se dejen de milongas y cumplan con eso que nos prometen todos, trabajar por y para los ciudadanos.

De momento, hoy me he llevado una alegría al ver que la botella de aceite de oliva del supermercado ha bajado más de un euro, lo que sumado a que también han descendido los tipos de interés y, con ello, bajarán las hipotecas, tendremos para algún que otro café más. Además, no nos pongamos tan serios y vehementes siempre y celebremos por todo lo alto que nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos podrán jugar, como hicimos nosotros, a bucear en busca de caballitos de mar en el Mar Menor. El Gobierno regional dice que los ha visto. Esperemos que no sea un espejismo. O uno de esos bulos preelectorales que tanto ven algunos estos días.

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