Opinión | Pulso político

Alfonso Martínez

El modelo económico regional no funciona

El Índice de Competitividad Regional, que elabora el Consejo de Economistas de España, sitúa a la Región de Murcia en la cola del pelotón con un nivel bajo

Fernando López Miras.

Fernando López Miras. / EFE

Frente a las predicciones catastrofistas y los relatos sesgados del PP y su entorno mediático, las cifras son claras e incontestables y demuestran la buena marcha de la economía en España. Nos hemos convertido en el motor económico de la Unión Europea, con un crecimiento que multiplica por cinco la media, y somos el país que más empleo crea, nos acercamos a los 21 millones de afiliaciones a la Seguridad Social. Por otra parte, el déficit y la deuda terminaron 2023 por debajo de las previsiones y la inflación está en el 2,8%.

Queda mucho por hacer, mejorar la productividad, alcanzar la tasa media de paro del conjunto de la UE, bajar el nivel de endeudamiento y el déficit, entre otros asuntos. Pero, los datos demuestran que estamos en el camino correcto, que las políticas que está aplicando el Gobierno de España funcionan.

No podemos decir lo mismo de la política económica del Gobierno de la Región de Murcia. Crecemos un 0,5% del PIB por debajo de la media de las comunidades autónomas, la ocupación creció un 2,7% frente al 3,83% de la media nacional, más de 900 millones de déficit, el segundo más alto, y una deuda desbocada de 12.139 millones de euros, que ha crecido en el último año en 743 millones

El Índice de Competitividad Regional, que elabora el Consejo de Economistas de España, nos sitúa en la cola del pelotón con un nivel bajo; la industria regional acumula los peores resultados de todas las comunidades, tanto en producción industrial como en cifra de negocio; las exportaciones bajaron en 2023 un 2,7% frente a un descenso de la media del 1,4%; el comercio minorista crece la mitad de la media; la renta per cápita, el mejor medidor del reparto de la riqueza, nos sitúa un 17,6% por debajo de la media. 

Una retahíla de datos que demuestran el fracaso de la política económica y, también, social de López Miras. Estamos a la cola en la mayoría de indicadores que miden el progreso y el bienestar social, los salarios, las pensiones, la precariedad laboral, la violencia machista, el fracaso escolar, la calidad del sistema sanitario, la dependencia y otros que se manifiestan en el panel de INE que nos sitúa como la tercera autonomía con peor índice de calidad de vida.

«Tal y como reflejan los datos, el clima de la Región de Murcia muestra un claro deterioro económico sectorizado, que insta a adoptar las necesarias reformas estructurales». Esta es la conclusión del Boletín de Coyuntura Económica sobre Balance Anual de 2023 de la Confederación Empresarial de la Región de Murcia (CROEM), nada sospechosa de ser afín al PSRM. Sin embargo, en esto coincidimos. Este modelo productivo no funciona, genera desigualdad social y el Gobierno no aprovecha los fondos Next Generation para alinearse con los objetivos de una nueva economía internacional más tecnológica, verde y social.

Las políticas de López Miras, lejos de impulsar los cambios que necesita la Región, se limitan a la confrontación y el victimismo, al mantenimiento del status quo que nos ancla a un modelo obsoleto, a imponer una política fiscal regresiva que resta a las arcas públicas 400 millones/año de las rentas altas y a realizar una pésima gestión del gasto que despilfarra decenas de millones cada año

Por mucho que se empeñen en contarnos lo contrario y culpabilizar a los demás, esta es la realidad que sufrimos y la consecuencia de tener un Gobierno regional que no tiene un proyecto de futuro para la Región de Murcia.

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