Opinión | Verderías

Marca España, áreas protegidas

Lo que deja claro el Anuario 2023 de Europarc de las áreas protegidas es que estos territorios no son un lujo caprichoso propio de sociedades desarrolladas, sino herramientas esenciales para un modelo territorial sostenible y resiliente frente a los desafíos asociados al cambio global

Anuario 2023 de Europarc.

Anuario 2023 de Europarc.

Más allá del sol, la siesta y la alegría de vivir, si hay algo que puede hacer ‘Marca España’ es el paisaje de nuestro país, su biodiversidad y la naturaleza bien conservada que aún alberga.

La organización Europarc, implantada en más de 40 países desde 1973, y que en España está integrada por cerca de 30 administraciones responsables de más de 2.000 espacios, acaba de hacer público su anuario 2023 sobre el estado de las áreas protegidas españolas. El anuario es un informe muy recomendable para todos aquellos que les preocupa la naturaleza y, como nos tiene acostumbrados Europarc, está realizado con meticulosidad, abundancia de datos y certeras observaciones.

El anuario de Europarc ofrece un análisis sobre el estado de las áreas protegidas españolas que, como era de esperar, arroja muchas luces y algunas sombras.

En el conjunto del país, las áreas que han sido protegidas alcanzan el 36,7% de la superficie terrestre. España destaca también en el escenario internacional como el país que más aporta a la Red Natura 2000 en la Unión Europea y como el país del mundo con mayor número de reservas de la biosfera, con 53 territorios designados. Actualmente hay declarados 16 parques nacionales, 154 parques naturales, 294 reservas naturales, 367 monumentos naturales, 67 paisajes protegidos, 2 áreas marinas protegidas y más de 800 espacios con otras figuras desarrolladas por las comunidades autónomas. El 73% de los municipios españoles (casi 6.000 de los 8.131 municipios) aportan territorio a alguna de estas áreas, lo que arroja luz sobre el papel que pueden cumplir estas zonas frente a los efectos del despoblamiento y sus consecuencias en el paisaje.

Nuestra Región está en cifras aproximadamente medias con respecto al conjunto de España en cuanto a superficie de áreas protegidas, aunque, como se ve en los datos ofrecidos por Europarc, va a la cola en la aprobación de sus figuras de planificación, quedando por tramitar numerosos planes de ordenación de recursos naturales y de uso y gestión tanto para los espacios naturales protegidos como para nuestras áreas Natura 2000

El informe de Europarc también es interesante cuando muestra numerosos ejemplos de alianzas para la conservación y la dinamización socioeconómica de los entornos de las áreas protegidas, y muy diversas experiencias que ilustran la aportación de los espacios naturales protegidos a diferentes retos de futuro a los que nos enfrentamos como sociedad y como espacios de oportunidad para la actividad y el empleo verde.

Desde luego, lo que deja claro el Anuario 2023 de Europarc de las áreas protegidas es que estos territorios no son un lujo caprichoso propio de sociedades desarrolladas, sino herramientas esenciales para un modelo territorial sostenible y resiliente frente a los desafíos asociados al cambio global. Para que las áreas protegidas cumplan realmente con su papel es fundamental asegurar su gestión adaptativa y eficiente, con medios materiales, económicos y humanos adecuados a los nuevos retos. Y en eso hay que seguir avanzando.

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