Opinión | Cartagena D.F.

Mujeres con vista

Mujeres de la asociación Retina Murcia.

Mujeres de la asociación Retina Murcia. / Andrés Torres

La actualidad se ha vuelto insoportable hasta tal punto, con Koldos y amnistías hasta en la sopa, que nos hemos habituado a un escándalo tras otro y los contemplamos como quien ve un partido de fútbol o un concurso en la televisión, como si fuera un espectáculo, con el único fin de entretenernos y como si no fuera con nosotros. Los ríos de tinta o bytes que se derrochan en continuas denuncias de corrupción y otras lindezas son inversamente proporcionales a las consecuencias, porque aquí nunca pasa nada y siempre es culpa del vecino.

Nuestra Cartagena se ha refugiado esta semana de tanta tensión en el ambiente político y mediático en la alta cocina, con la celebración de la Gala de los Soles de la Guía Repsol y con la grabación de un episodio del televisivo ‘Masterchef’, que han sido platos más sabrosos y apetecibles que la disputa entre Delegación del Gobierno y Ayuntamiento por el campamento de inmigrantes en el Hospital Naval. La falta de diálogo y coordinación entre ambos es indiscutible, salvo que consideremos que los reproches que se lanzan mutuamente a través de los medios son fruto de un exacerbado interés por solucionar un problema tan acuciante y con tantas aristas como el de la inmigración. Como en todo, quizá sería más fácil si buscaran el acuerdo, en lugar de los votos.

¡Vaya! Al final, les he cansado con más de lo mismo, cuando de lo que quería hablarles hoy es de mi libro, bueno, de mi asociación ‘Retina Murcia’, en realidad. Más concretamente, de las mujeres que forman parte de ella. Y sí, claro que les hablo de ellas, porque ayer se conmemoró el Día Internacional de la Mujer, y se prestan sin pegas a participar en la campaña #mujeresconvista, que desarrollamos desde la asociación con motivo de esta jornada para sensibilizar y visibilizar que la igualdad no es solo una cuestión de género.

Entro en detalles. La campaña consiste en la difusión de un vídeo que preparamos con todo el cariño del mundo y que difundimos por todos los rincones de Internet donde podemos. La de este año la protagonizan doce socias, todas ellas con discapacidad visual, a las que les pedimos que nos enviaran un vídeo en el que nos contaran cuál es su sexto sentido, por aquello de que ellas disponen de ese extra de sensibilidad del que carecemos en tantas ocasiones los hombres. Podían decir lo que quisieran, tenían completa libertad para expresar lo que desearan, y el resultado ha sido un canto al optimismo, a reírse de uno mismo y a la superación, que ha dado lugar a un precioso vídeo que derrocha y contagia las ganas de disfrutar de la vida a todo el que lo ve, por muchas limitaciones o problemas que tengamos.

Para no aburrirles, les dejo solo algunos de esos sextos sentidos que nos han desvelado, aunque lo mejor es que busquen el vídeo en nuestra redes (@retinamurcia). Todas empiezan diciendo «mi sexto sentido es» y añaden lo siguiente: «... la intuición, intuyo cuando la gente está contenta o si tiene algún problema, y me gusta mucho escucharlos», «... las ganas de vivir y no tener complejos ninguno», «... la puntería, mi familia siempre se queja de que cojo el tenedor y pincho el mejor trozo del plato» (recordemos que es ciega), «... que me río de mí misma», «...es considerar que todos los retos o situaciones de nuestra vida tienen solución», «... es estar aquí y ahora, disfrutando de lo que tengo, en lugar de lamentándome por lo que he perdido». Bueno, no les hago más espóiler e insisto en que vean el vídeo, no les va a defraudar.

Las mujeres son mayoría en nuestra asociación, al menos en colaboración y participación. Son las primeras que responden ante los llamamientos que se hacen y, a excepción de casos muy puntuales, como el de nuestro querido Ezequiel, prácticamente las únicas que se implican para llenar de vida y de alegría nuestro colectivo. Ellas siempre están ahí y siempre dan la cara, y apenas unos pocos hombres nos contagiamos de su energía. Lo mejor es que lo hacen donde se les necesita, en primer, segundo o tercer plano, sin buscar aplausos ni recompensas, y hasta se olvidan de que apenas ven o no ven absolutamente nada y tiran hacia delante, superando todas las barreras que se les ponen en el camino.

No pretendo que estas líneas sean ni un homenaje ni un reconocimiento, sino un agradecimiento por su valentía, su positividad y su sentido del humor. Si ellas no nos empujaran, el camino se haría mucho más largo con una velocidad mucho más lenta. Por eso, nuestra asociación celebra el día de la mujer el 8 de marzo y todos los días. ¡Cuánto nos queda por aprender a los hombres para llegar a ser iguales que ellas!

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