De funcionario municipal a director general en Murcia

Nadie es profeta en su tierra y más si tu compañero de viaje es persona non grata entre la bancada popular del Ayuntamiento de Murcia. Es lo que le ha ocurrido al que fuera secretario técnico de Infraestructuras, Desarrollo Sostenible y Vía Pública en la era del vicealcalde y concejal de Fomento, Mario Gómez, un político que ha generado sarpullidos en las filas de los populares. Y no es una exageración o una metáfora malintencionada. Poca broma, porque alguno que otro ha tenido incluso que ir incluso a terapia.

El funcionario en cuestión fue elevado a las alturas del departamento por el concejal de Ciudadanos tras la retirada de uno de los históricos jefes de servicio del Ayuntamiento capitalino. Un pecado que el PP no estaba dispuesto a perdonar en la nueva era de mayoría absoluta que se ha iniciado. Lógicamente, el nuevo equipo de Gobierno ha realizado la correspondiente purga y ha empezado por las jefaturas de servicio para hacerlas a su imagen y semejanza. Una lógica de todo aquel que pretende dictar su política sin oposición del estamento funcionarial.

En esa operación, que ha llevado a la destitución de distintos funcionarios, se ha producido un trasvase desde el ayuntamiento de Murcia, liderado por el popular José Ballesta, al Gobierno del presidente Fernando López Miras. En este caso, el funcionario municipal ha recalado en la dirección general de Litoral y Puertos, que pertenece a la consejería de Fomento, cuyo responsable es José Manuel Pancorbo, uno de los departamentos que han recaído en las manos de Vox tras el acuerdo de investidura con los populares.

Ha extrañado que Pablo Marín Noriega se haya ido con un consejero de Vox, debido a las vinculaciones con el PP, ya que ha tenido a personas allegadas que han ostentado cargos importantes en el pasado en las bancadas populares y, sin duda, ahora le mostrarán distintas estrategias para sobrevivir en la arena política, y más en una consejería importante como la de Fomento.

La administración regional echa a andar tras nombrar a casi cincuenta altos cargos

El actual consejero, pese a que le ha dado competencias que no tienen nada que ver con su puesto de funcionario, podrá pedirle consejo acerca de qué hacer con la movilidad en Murcia y con el área metropolitana, que dio un avance con el anterior consejero, ahora senador, y de la mano de Ballesta. El anterior alcalde, el socialista José Antonio Serrano, se negó a meter el municipio en esa historia aduciendo que supondría un importante gasto para las arcas municipales sin contraprestación por parte de la Comunidad Autónoma. Por no hablar de las competencias impropias a las que hace frente la Administración local, valoradas en más de treinta millones de euros, según el socialista.

Pancorbo tendrá un aliado en Marín Noriega para asesorarle sobre la movilidad en la capital de la Región y en las pedanías que, como todo el mundo sabe, está hecha unos zorros y pendiente de importantes cambios como las nuevas concesiones (se van a retrasar) y la ampliación del tranvía, ya que el documento técnico de la Comunidad en el que se base el área metropolitana precisamente pivota en ese medio de transporte de masas que cada día gana usuarios.

En ese contexto, el nuevo consejero tendrá que lidiar con el tranvibús de Ballesta, un medio de transporte que los populares quieren implantar en el corto plazo. De momento, nada se sabe de la ampliación del tranvía a la zona sur del municipio y a centros de trabajo importantes como la Arrixaca o el Polígono Industrial Oeste que siempre se ha quejado de que ni siquiera había un autobús que llegara al complejo al que se desplazan a diario cientos de trabajadores.

El actual director general y antes funcionario no tendrá problemas en entenderse con su consejero. Seguramente ambos se habrán conocido en el cometido de sus anteriores responsabilidades, ya que la empresa de la que proviene Pancorbo ha trabajado con el ayuntamiento de Murcia. A ver si entre ambos hacen algo por la movilidad sostenible. Por nadie pase.

El tranvía gana la partida al tranvibús

Suscríbete para seguir leyendo