La Feliz Gobernación

Torres nuevas en Torrevieja

Ángel Montiel

Ángel Montiel

Un empresario de esta Región recibe una llamada de Teodoro García Egea, por entonces secretario general del PP. Le pide el teléfono de otro empresario de la Región: Trinitario Casanova, propietario de la mercantil Baraka. Esto sucede a renglón seguido de que PSOE y Ciudadanos hayan presentado una moción de censura para defenestrar a López Miras de la presidencia de la Comunidad. En ese momento el PP ya tiene en el bote a dos firmantes de la moción por parte de Cs: Francisco Álvarez e Isabel Franco, pues fue ésta quien avisó al presidente y al alcalde de Murcia la misma noche en que rubricó la moción.

Pero falta saber qué harán Valle Miguélez y Alberto Castillo, este último dependiente de la primera, que fue quien lo fichó para la lista electoral. Franco carece de interlocución con Miguélez, porque en el grupo de seis diputados de Cs hay tres subgrupos de dos que apenas se hablan entre unos y otros.

Esta es la situación cuando entra a jugar García Egea. ¿Con quién colaboraba profesionalmente, de modo contractual o por libre, Valle Miguélez antes de ser designada coordinadora regional de Cs tras la destitución de Mario Gómez por el ‘caso confetis’? Con Casanova.

El propietario de Baraka sufría por entonces la negativa del ayuntamiento de Torrevieja, del PP, a su proyecto de construcción de dos rascacielos, al estilo Benidorm, en la zona del parque de la Sinforosa. Todos los informes eran negativos para promover esa iniciativa. Pero, sorprendentemente, poco después de que se desactivara la moción de censura en Murcia, el Ayuntamiento cambió de criterio, a pesar de que Costas mantenía su negativa por razones medioambientales y de uso público. Y, finalmente, dos años después, hace unos días, y con Costas todavía a la contra, la Corporación ha concedido licencia de obras al empresario murciano.

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