Las decisiones, en el aire

Los cambios de Feijóo en el PP, a la espera de Gamarra y el tono de oposición

El PP avanza en congresos pendientes y espera la nueva estructura - La decisión sobre Gamarra, si sigue en la secretaría general o la portavocía, dispara nervios y especulaciones

Alberto Núñez Feijóo conversa con Pedro Rollán y Cuca Gamarra en un desayuno en Madrid.

Alberto Núñez Feijóo conversa con Pedro Rollán y Cuca Gamarra en un desayuno en Madrid. / Eduardo Parra

Paloma Esteban

La investidura de Pedro Sánchez, que sigue sin fecha y en este momento parece enquistada en mitad de las exigencias de los independentistas, influirá en muchas cuestiones más allá del arranque de una legislatura que promete ser convulsa. El PP, después de la derrota que sufrió Alberto Núñez Feijóo en el Congreso, se encuentra fuera de foco. La oposición a las negociaciones y a fotografías como la del socialista con EH Bildu se mantiene en el punto más álgido, pero también está permitiendo a Génova avanzar en cuestiones internas de primer orden. Los congresos pendientes son una de ellas, aunque la gran atención sigue puesta en los cambios que Feijóo hará en la estructura.

En el núcleo duro del líder conservador reconocen desde hace semanas que serán “cambios profundos” y es exactamente lo que también esperan dentro del partido. Pero no llegarán hasta que se despeje la situación nacional, es decir, hasta que Sánchez confirme su continuidad en la Moncloa. Además, en el equipo de Feijóo insisten en que “las decisiones aún no se han tomado” y que pueden cambiar y alterarse en las próximas semanas.

Los dirigentes de la cúpula conservadora consultados por este diario, también barones territoriales y cargos de distintos niveles coinciden en que el líder del PP “no ha desvelado ni ha compartido” el esquema que tiene en la cabeza con prácticamente nadie. Solo consideran que su equipo más íntimo, el que le acompaña desde Galicia, tiene algunos datos. Las certezas en este momento son pocas e inversamente proporcionales a los nervios que muchos en el PP acumulan pensando en su futuro.

Como publicó este diario, la decisión sobre Cuca Gamarra, que no compatibilizará más la secretaría general con la portavocía en el Congreso, es lo que desencadenará el resto de nombramientos. A la espera de la decisión sobre la riojana, también está claro que habrá una redistribución de funciones que en este momento acapara la propia número dos; el secretario de Organización, Miguel Tellado; y el coordinador general, Elías Bendodo. Los tres comparten tareas que han provocado disfunciones en los últimos meses. El cuarto en esas actividades internas era Pedro Rollán, encargado de la coordinación autonómica y local dentro del PP, ahora presidente del Senado. 

Muchos dirigentes dan por hecho que Gamarra podría seguir de número dos para darle un aire de novedad a la portavocía parlamentaria. Pero en Génova reconocen que “todo está abierto” y que Feijóo valora distintas posibilidades. A pesar de que los estatutos recogen que la persona que ocupe la secretaría general debe salir del comité ejecutivo, una vez el presidente la proponga, en el equipo del líder conservador reconocen que se han dado algunas excepciones. La sensación, reconocen muchos cargos consultados por este diario, es que no quieren dar “ni una sola pista”.

La número dos actual cuenta con la confianza del jefe de filas. Igual que Tellado, mano derecha de Feijóo, está blindado, aunque sus funciones pueden cambiar. Lo que está claro, dicen en el actual comité de dirección, es que “habrá salidas y entradas de gente nueva”. Muchas miradas se dirigen también a perfiles nuevos en el Congreso de los Diputados.

Portavoz y “trabajo fino” en el Congreso

Feijóo tomó las riendas del PP en un momento crítico para el partido y optó por dar continuidad en muchos casos, sin tocar las portavocías del Congreso y el Senado, y contando con los territorios de peso, como Andalucía, para configurar su equipo. Gamarra asumió la secretaría general y se quedó en la Cámara Baja con un papel protagonista, porque la ausencia de Feijóo (que estaba en el Senado) le garantizaba los cara a cara semanales con Sánchez.

Eso ya va a cambiar porque será el líder gallego quien los haga. Además, quien ocupe la secretaría general será también ‘de facto’ el número dos en el Congreso, confrontando con una vicepresidenta. Y el portavoz en el Congreso, lo ocupe quien lo ocupe, tendrá un menor protagonismo que hasta ahora. 

La elección de la portavocía, pero también de otras personas que aunque no tengan un cargo tan relevante pueden tener mucha presencia mediática, será también lo que determine qué oposición hará el PP. Muchos dirigentes asumen que la legislatura que viene será “dura” por los socios en los que se apoyará Sánchez. 

Es indudable en vista de cómo el propio Feijóo está endureciendo su tono estos días. Ayer mismo acusó al presidente en funciones y sus aliados nacionalistas de llevar a España “a un horizonte similar al de los Balcanes”. Una comparación que incluso dentro del partido vieron muy dura teniendo en cuenta que los conflictos de esos países al sureste de Europa provocaron dos sangrientas guerras. En el equipo de Feijóo insistían después que la referencia era de tipo territorial, como también dijo el líder conservador en su intervención, al asegurar que los pactos de Sánchez avanzan hacia “la construcción de pequeñas naciones en las que la diversidad esté proscrita”.

Sea como sea, en Génova reconocen que el momento actual es el que es, a la espera de que se aclare cómo llega Sánchez a la presidencia. Pero después vendrá una legislatura de juego parlamentario, de negociaciones, de ahondar en las discrepancias de los socios y con muchos momentos de tensión que el PP debe saber aprovechar. Y eso, más allá de tener portavoces que empleen tono duro, coinciden distintas fuentes, requerirá de “un trabajo quirúrgico, saber hilar fino, saber dialogar y leer bien a los distintos actores políticos”.