Restauración

El Ayuntamiento de Caravaca solicita la restauración de la imagen del Santo Entierro

La del Santo Entierro es una de las pocas efigies de la Semana Santa caravaqueñas que falta por ser intervenida

Inspeccionando el estado actual de la imagen

Inspeccionando el estado actual de la imagen / Enrique Soler

Enrique Soler

Enrique Soler

El Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz, dentro de las acciones encaminadas al estudio, restauración, puesta en valor y difusión del patrimonio cultural local, ha solicitado a la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Región de Murcia la restauración de la imagen del Cristo Yacente o Santo Entierro que se encuentra en la parroquia de El Salvador.

El alcalde José Francisco García; el director general de Patrimonio Cultural, José Francisco Lajara, y el director del Centro Regional de Restauración, Javier Bernal, han visitado el templo caravaqueño acompañados por el párroco, David Martínez, para comprobar ‘in situ’ el estado de la imagen. 

Se trata de una imagen articulada que, en la mañana del Viernes Santo, protagoniza la ceremonia del descendimiento de la cruz en la Plaza del Arco

La del Santo Entierro es una de las pocas efigies de la Semana Santa caravaqueñas que falta por ser intervenida. Se trata de una imagen articulada que, en la mañana del Viernes Santo, protagoniza la ceremonia del descendimiento de la cruz en la Plaza del Arco y, en la noche de ese día, sale en procesión con la Cofradía de ‘Los Moraos’. Fechada en el siglo XVII, su estado actual recomienda una intervención que frene su deterioro estructural, elimine los repintes que alteran su fisonomía y sea objeto de una limpieza de sus encarnaciones y policromía.

Su estado actual recomienda una intervención que frene su deterioro estructural, elimine los repintes que alteran su fisonomía y sea objeto de una limpieza de sus encarnaciones y policromía

Caravaca de la Cruz cuenta con un interesante conjunto de imágenes procesionales que abarcan los siglos XVII, XVIII, XIX y XX, con obras de autores representativos de la escuela local como son, entre otros, Ginés y José López, este último discípulo directo de Francisco Salzillo, Marcos Laborda o Francisco Fernández Caro. El Cristo del Prendimiento, Nuestro Padre Jesús Nazareno, el Ecce Homo, el Cristo Atado a la Columna, el Crucificado de la Misericordia, Nuestra Señora de las Angustias o la Dolorosa son algunas de las imágenes más representativas que han sido restauradas en los últimos veinte años.

Viernes Santo en Caravaca

Viernes Santo en Caravaca / Enrique Soler

Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno (Morados)

Fundada a principios del siglo XVII con el nombre de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Santa Elena y refundida en 1897. Hábito: Túnica, capa y capucha de terciopelo morado y cíngulo dorado. Participa en la Procesión de la Oración del Huerto (martes santo), Procesión del Prendimiento (miércoles santo), Procesión del Encuentro (mañana del viernes santo) y Procesión del Santo Entierro (noche del viernes santo). Pasos: Oración del Huerto, Nuestro Padre Jesús Nazareno, La Verónica, Nuestra Señora de la Consolación y El Cristo yacente.  

Semana Santa en Caravaca

Celebración del Selmón de las siete palabras

Celebración del Selmón de las siete palabras / Enrique Soler

En el siglo XVIII algunas de las procesiones que se realizaban llegaban hasta el Santuario de la Vera Cruz. A comienzos del siglo XIX la del Jueves Santo por la tarde salía de la Ermita de Nuestra Señora de la Concepción y la del Viernes Santo por la mañana de la de Nuestro Padre Jesús.

El momento de mayor esplendor de las procesiones de Semana Santa en Caravaca tuvo lugar a mediados del siglo XIX, participando en ellas además de los penitentes una gran cantidad de personas que desfilaban representando cuadros escénicos como “La calle de la amargura”, “Moisés en el Sinaí” o “La prisión de Jesús”, niños personificando al Pueblo Hebreo y escuadrones de soldados romanos que abrían los cortejos pasionales, a veces a caballo.

Sin embargo, a fines de este siglo entran en una gran decadencia llegándose a celebrar únicamente la del Santo Entierro en la tarde del Viernes Santo que era costeada por la Marquesa de Salar.

En 1897 se reorganizan las cofradías de Semana Santa dando lugar a un programa de procesiones muy parecido al actual. La prensa regional informa así del suceso: “son cinco las hermandades que se preparan para la Semana Santa, son los morados, azules, encarnados, blancos y negros”.

La prensa regional informa así del suceso: “son cinco las hermandades que se preparan para la Semana Santa, son los morados, azules, encarnados, blancos y negrosLa prensa regional informa así del suceso: “son cinco las hermandades que se preparan para la Semana Santa, son los morados, azules, encarnados, blancos y negros

Terminada la guerra civil vuelven a organizarse procesiones, aunque limitadas a los días de miércoles, Jueves y Viernes Santo. En 1945 se funda la Cofradía del Santísimo Cristo de los Voluntarios creadora de la Procesión del Silencio en la noche del Jueves Santo, desapareciendo en 1950 la llamada procesión de la Pasión que tenía lugar la tarde de ese mismo día.

En los años sesenta del pasado siglo vuelve a producirse una crisis desapareciendo todas las procesiones excepto la del Silencio y la del Santo Entierro. En 1967 comienzan de nuevo a salir algunas cofradías y ya en 1969 todas las existentes, estableciéndose el modelo que se sigue en la actualidad con la sola incorporación en 2003 de una procesión el Viernes de Dolores en lugar del Vía Crucis que se venía celebrando.