Fútbol

El banquillo del Real Murcia, una constante mudanza cuando llega el verano

El club grana no renueva a un técnico fichado a mediados de curso para liderar el proyecto de la siguiente temporada desde 2009 con José Miguel Campos

Pablo Alfaro, entrenador del Real Murcia, durante el último partido en casa.  | JUAN CARLOS CAVAL

Pablo Alfaro, entrenador del Real Murcia, durante el último partido en casa. | JUAN CARLOS CAVAL

José Pablo Guillén

José Pablo Guillén

El Real Murcia pondrá el punto y final al curso mañana con su duelo de la última jornada de Primera Federación ante el filial del Atlético de Madrid (19.00 horas, FEF.TV). Eso de manera oficial, porque desde el pasado fin de semana el conjunto grana tiene la mirada puesta en la próxima temporada. Son muchos los asuntos que debe de tratar durante este verano, y lo que se tiene claro desde Nueva Condomina es que no se puede desaprovechar un solo minuto a partir de ahora. Quizá la pasada temporada se demoraron diversos aspectos por diferentes motivos, pero una vez instalada la estabilidad en todas las facetas de la entidad, no se puede descuidar de nuevo el plano deportivo. Y una de esas decisiones importantes pasa por el banquillo.

Cierto es que para debatir el futuro de Pablo Alfaro, el Real Murcia primero debe tener bien definida su dirección deportiva ante las dudas y los aciertos dejados por Javier Recio en su primera temporada al frente de esta parcela. Desde el conjunto grana se anda barajando otro organigrama distinto al actual, pero debe decidirse rápidamente con este asunto para no descuidar la siguiente decisión en este efecto dominó. No obstante, el club grana parece no ser partidario de dar continuidad a los entrenadores que cogen las riendas a mitad de una temporada y que, en mayor o menor medida, acaban cumpliendo los objetivos. O eso al menos dicen los números.

Porque si hay que mirar a lo que ha hecho históricamente el Real Murcia con los entrenadores que se han encontrado en la actual tesitura de Pablo Alfaro, la historia dice que el técnico aragonés tiene más papeletas de estar fuera que dentro del banquillo de Nueva Condomina el próximo verano. Y es que hay que remontarse hasta el verano de 2009 para encontrar a un entrenador que cogiera los mandos del equipo murcianista a mitad de una temporada y pudiera tener la oportunidad de liderar el siguiente proyecto meses después. Ocurrió con Javier Clemente, en la 2008-2009, cuando continuó al frente del equipo en Segunda División tras coger los mandos en Primera y no poder evitar en descenso. Y un año después con Campos, cuando logró reconducir esa temporada en la categoría de planta, sustituyendo al técnico vasco, y voler a comenzar un verano que se acabó torciendo en Montilivi en 2010 con el descenso a Segunda B.

Desde entonces, ni Onésimo Sánchez (2013), José Luis Acciari (2016) -quien asumió el cargo tras el despido de Aira a las puertas del play off-, ni Vicente Mir (2017) -tras quedarse a las puertas de la final del play off de ascenso ante el Valencia Mestalla-, José María Salmerón (2018) -último entrenador que ha llevado al club a disputar un play off de ascenso a Segunda- ni Julio Algar (2019), ni Rafael Loreto (2020) han podido ponerle su sello a un proyecto comenzado desde el principio en el club grana. De hecho, tan solo tres entrenadores -José Manuel Aira, Adrián Hernández (en el año del coronavirus) y Mario Simón- han logrado iniciar una segunda temporada tras finalizar la anterior.