De la Fuente y la mutación que llevó a España a la Eurocopa: "Es un equipo de futuro"

Ocho partidos, un título (menor pero un título como la Nations League que se festejó a lo grande en tiempos de miseria desde aquel triplete de 2008-2010-2012), siete victorias y una derrota. La derrota que cambió todo porque allí, en aquella caída contra Escocia (2-0, 28 de marzo), nació la mutación de una selección que pasó del ruido y la convulsión que transmitía Luis Enrique a la serenidad y calma que quería proyectarle Luis de la Fuente, el aeleccionador a quien le han sobrado dos partidos.

Ha metido a España en la Eurocopa encadenando cuatro triunfos consecutivos (1-7 a Georgia, 6-0 a Chipre, 2-0 a Escocia devolviéndole el sopapo del Hampden Park y 0-1 a Noruega acabando con Haaland) con un rotundo parcial: 16-1.

"El equipo está creciendo mucho, de una manera excepcional, dando sensación de cohesionado", De la Fuente

"El equipo está creciendo mucho, de una manera excepcional, dando sensación de cohesionado. Hay un equipo de futuro", proclamó el seleccionador español en Oslo, aliviado porque ha cumplido con la misión que le habían encomendado impulsado por el dinamismo y talento juvenil que encarna Gavi.

Ha situado a España en la Eurocopa que acogerá Alemania el próximo verano. Y le han sobrado dos partidos porque el duelo en Chipre (16 noviembre) y ante Georgia (19 noviembre) son fechas anecdóticas en el calendario, algo que eleva la autoestima del técnico riojano, elegido por Rubiales, a quien aplaudió en la polémica asamblea federativa en la que este dijo hasta en cinco ocasiones que no iba a dimitir. Pero dimitió llevándose por delante a Jorge Vilda, técnico campeón del mundo con la España femenina, ahora ya presentado como nuevo seleccionador de Marruecos.

Transición con éxito

De la Fuente todavía resiste en su cargo, avalado por esa transición que ha impulsado en la selección sustentada sobre la base que dejó Luis Enrique. Cinco jugadores que fueron titulares en la España que caía en el Mundial ante Marruecos en la tanda de penaltis (Unai Simon, Rodri, entonces central, Laporte, Gavi y Ferran Torres) disfrutaron de la misma condición el pasado domingo en Oslo, mientras Pedri, Dani Olmo y Marco Asensio no lo hicieron porque están castigados por las lesiones. De la Fuente confía en ellos igual que lo hacía en su día Luis Enrique.

"Conozco el fútbol español y a los jugadores que pueden adaptarse en el juego y en la convivencia", De la Fuente

Ha orillado desde el primer día el delicado caso de Sergio Ramos. No lo llamó el primer día. Ni tampoco lo ha hecho ahora, soportando en el viaje constantes preguntas sobre el ahora central del Sevilla. "Conozco el fútbol español y a los jugadores que pueden adaptarse en el juego y en la convivencia", llegó a repetir en Oslo tras ganar en Noruega sin necesidad de citar a Ramos. Tampoco hacía falta.

El cambio ha estado, sin duda, en las formas. Mucho más en las formas que en el fondo además del relevo generacional que supuso, eso sí, el adiós de Busquets y Jordi Alba a La Roja. Y si se pone el foco en la breve etapa de Luis de la Fuente (elegido en diciembre pasado, debutó en marzo) la transformación se nota, y de manera especial, en la España por la que apostó ante Escocia cuando encajó su única derrota en ocho partidos.

Rodri, el faro y líder

Jugó entonces con Kepa, Pedro Porro, Iñigo Martínez, Gayà, Rodri, Mikel Merino, Ceballos, Yeremy Pino, Joselu y Oyárzabal. Desde entonces, modificó hasta encontrar su esqueleto básico sintetizado en la figura de Unai Simón (su portero) y capitalizado en la dimensión que ha adquirido Morata (su goleador y su capitán) teniendo como ejes imprescindibles a Rodri (mediocentro y faro) además de la pareja de centrales con la que más cómodo se siente: Le Normand y Laporte, ambos franceses.

España tenía desde hace tiempo la idea. "Con esto ahora solo hay que pensar en fútbol; nos hace falta a todos", proclamó aliviado el seleccionador en Oslo tras el 0-1 que le liberaba de todas las inquietudes.

Contrato hasta 2024

Ahora, España tiene los jugadores y sabido mandar en un grupo asequible (Escocia, Noruega, Georgia y Chipre) que se envenenó, sobre todo, por el terremoto que sacudió a Las Rozas, que era la casa de Rubiales, el presidente que colocó a De la Fuente. Él dimitió por su beso no consentido a Jenni Hermoso y la terrible gestión posterior que hizo el ya exdirigente. En una federación normal, el pasaporte hacia una Eurocopa era garantía de renovación para el seleccionador, que firmó hasta 2024. Esa era la tradición.

Ahora, en cambio, nadie sabe si el riojano recibirá esa propuesta para continuar, entre otras razones porque la Federación, como tal, no existe, bajo el interino mando, eso sí, de Pedro Rocha, a la espera de que se convoquen elecciones en el primer trimestre de 2024, poco antes de que se dispute la Eurocopa.